AMERICO LUGO
(1870-1952)
En
los artículos que recién terminamos de publicar sobre la 1ra intervención
norteamericana en nuestro país en el siglo pasado, vimos como la vida nacional
cambió después de esa intervención, con la construcción de carreteras y el cuerpo militar, el
constabulary, que dejaron los americanos, para mantener el orden en el
país, que aunque le cambiaron el nombre a Policía Nacional Dominicana (1921) y
luego a Ejército Nacional (1928), siguió siendo el mismo cuerpo y haciendo lo
mismo. Fue el instrumento en que se apoyó la tiranía de Trujillo a
partir de 1930.
También vimos el
papel importante que en la terminación de la intervención jugó la Unión
Nacional Dominicana, cuyo principal líder fue Américo Lugo.
Creemos
es interesante para los lectores de esta columna, informarles sobre la vida de este gran patriota y ver que le
ocurrió, luego de terminada la intervención.
Lugo
había nacido y educado en Santo Domingo.
Fue discípulo de Hostos. Se hizo abogado y ganó prestigio ejerciendo su profesión
y representando al país en conclaves internacionales.
Tenía 46 años en 1916, cuando se inició la 1ra intervención
militar norteamericana. Se mantuvo a la expectativa durante los primeros dos
años, pero al tercero, cuando el Gobernador Snowden, comenzó a decir que la
intervención sería permanente, se movilizó y fue el principal organizador de la
Unión Nacional Dominicana (UND), una agrupación de una dominicanidad a toda
prueba, que adoptó la línea legal y moralmente correcta, de que los norteamericanos
no tenían ningún derecho a intervenirnos
militarmente y comenzar a dictar órdenes ejecutivas, como si fuesen leyes nacionales, por lo que esas órdenes
debían ser anuladas y los norteamericanos
simplemente marcharse del país. Fue la
conocida formula de evacuación pura y simple que en 1920 tomó la dirección de la lucha contra la
intervención y que en la semana patriótica de mayo de ese año, recaudó la considerable suma de 115 mil dólares (una fortuna para esa
época) con la que se financió una vigorosa campaña contra la intervención en
los Estados Unidos, en nuestro país y en los foros internacionales.
Pero
lo legal y moralmente correcto, perdió la batalla ante el pragmatismo de
Peynado y el plan de evacuación de este otro prominente abogado dominicano, fue
el que prevaleció, manteniendo su
vigencia las órdenes ejecutivas del período de la 1ra intervención, en la por
segunda vez restaurada Republica Dominicana, ahora bajo la hegemonía de los
Estados Unidos de América.
La
conducta de Lugo a partir de 1924 fue cónsona con la que asumió durante la
1ra intervención. Fue un opositor de
Horacio Vasquez y fundó el Partido Nacionalista, en diciembre de 1924, pero
renunció a el un año después, abrumado por la politiquería personalista que
dominaba el ambiente..
Américo Lugo fue el
único intelectual de renombre en 1930, que permaneció en el país y no se doblegó
ante Trujillo. Figuras como Juan Bosch , Juan Isidro Jiménes y otros, partieron
para el exilio. Joaquín Balaguer, Manuel Artturo Peña Batlle y otros, que
permanecieron en el país, se rindieron ante El Jefe. Pero Lugo se quedó y no se rindió, lo cual le costó
muy caro.
Para
presionarlo a rendirse, Trujillo lo designó historiador oficial, en la década de 1930, para
que escribiera una historia dominicana hasta el presente y el se negó.
La
carta de Lugo a Trujillo, fechada 13 de febrero
de 1936 en la que rechaza esa
designación, es una antología de coraje, vergüenza y la de un hombre
consecuente con sus principios y lo que había sido su vida hasta ese momento. Cayó
en desgracia y murió pobre y aislado en Santo Domingo, 16 años después.
Al contemplar su
vida, la posteridad tiene que rendirle tributo a la verticalidad de su conducta y referirse a el siempre con respeto.
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