sábado, 29 de diciembre de 2018

Mariano Diez Jimenez

Mariano Díez Jiménez

Julio M. Rodríguez 
Julio M. Rodríguez
Julio M. Rodríguez | ACTUALIZADO 28.12.2018 - 7:56 pm
0 COMENTARIOS

enviar por email
imprimir
ampliar letras
reducir letras

JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (LXXIV)                              
                                                  
Entre los colaboradores jóvenes que Duarte conoció y trató en estos días, pues habían sido exiliados por oponerse a la anexión,  no puede dejar de mencionarse a Emiliano Tejera, que entonces contaba con 23 años de edad y con quien Duarte trató varias veces; asimismo tuvo contactos  con Carlos Nouel Pierret, quien contaba  30 años de edad en esos días.

MARIANO DÍEZ JIMENEZ- (1794-1867)
   
Fue sin duda alguna, el mas importante colaborador de Duarte en estos días, este tío materno nacido en el Seibo, como su hermano José  Prudencio, junto a quien emigró a Venezuela, temprano en el siglo XIX, lo mas probable cuando su hermana Manuela, se fue a Puerto Rico ante la invasión de Tosussaint en 1801.  Mariano admiraba a tal punto a su sobrino,   que a su primogénito le puso por nombre Juan Pablo.
   
Los hermanos Díez Jiménez prosperaron en Venezuela.  Mariano fue un militar activo en la guerra de independencia de ese país en 1811. Regresó a Santo Domingo en 1812 al fracasar esa guerra. Apoyó a Nuñez de Cáceres en su pronunciamiento de  nuestra independencia efímera en 1821 y al fracasar también  esta, regresó de nuevo a Venezuela y se estableció en Caracas, donde había permanecido su hermano.         Se unió posteriormente  a las fuerzas que luchaban por la independencia de Venezuela, que estaba ya en su fase final y en 1827 fue nombrado teniente de artillería por el mismo Simón Bolivar.
  
Al igual que Pedro Alejandrino Pina, Mariano Díez participó también en la guerra civil federalista venezolana (1859-63) del lado federalista, como comandante de artillería, tomando parte en la conquista de la Guaira y la Victoria. Al terminar la guerra, fue elevado a Gral de Brigada del ejército venezolano. En 1841, cuando Duarte visitó por primera vez a sus tíos, estos poseían varias propiedades en Caracas y hasta eran dueños de  esclavos. (Ver llamada No. 11 al  pié de la pag. 26 del libro, Juan Pablo Duarte en la Venezuela del siglo XIX  por Cecilia Ayala Lafée, Werner Wilbert y Ariany Calles. Una publicación del departamento  cultural del Banco Central de la Republica Dominicana). Luego continuaron adquiriendo propiedades, llegando a comprar y vender un total de 12 casas en Caracas, incluyendo .una casa de habitaciones (obviamente con fines de alquiler). .La mayoría de estas propiedades estaban en la parte de la ciudad  donde residían los “mantuanos”, como llamaban en Venezuela en esa época, a las personas acaudaladas, que ocupaban altas posiciones en el gobierno del país. Desde ese 1841, Mariano también poseía una estancia de 8 mil m2 en Maiquetía.
   
Tan influyente era Mariano Diez, que su hijo Manuel Antonio Díez, (1838-1916) nacido en Caracas y quien era médico, ingeniero, escritor y político, ocupó la Presidencia Provisional de Venezuela durante los años 1886 y 1887. Estas informaciones sobre sus tíos y primos, las proporcionamos, porque nos resulta muy extraña, esta declaración que se atribuye  a Duarte:

“El 23 de febrero (de 1864) fleté un barco en Curazao para pasar a las Islas Turcas. A mi vuelta a Caracas vendí una casita en mil cien pesos  y me embarqué para Santo Domingo en compañia de……………………. dejando a mis queridos hermanos bajo la égida de la providencia.” (Ver Apuntes de Rosa Duarte, pag 175, Edición del 2013 del Instituto Duartiano)
   
En primer lugar, no existe información de que Duarte fuera propietario de ninguna casa en Caracas hasta 1867, tres años después de regresar de Santo Domingo o de que vendiera nada antes de esa fecha y esto no es sorprendente, porque hasta esos días, el había residido en Caracas algo   mas de un año, después de regresar de sus 12 años de ostracismo, afanándose por obtener ayuda para su regreso a Santo Domingo, para luchar por la Restauración de su Republica Dominicana y no estaba tratando de hacer negocios.
   
En segundo lugar, de ser cierta esta declaración, el estaría utilizando una hipérbole, para referirse a como obtuvo esos mil cien pesos, porque de  ninguna manera sus hermanos quedaron a merced de .la providencia, con lo acomodado que  estaban en Caracas sus familiares, por la rama materna de su familia y lo  identificados que estaban con su causa.

sábado, 22 de diciembre de 2018

Duart expide decretos

Duarte expide decretos

Julio M. Rodríguez 
Julio M. Rodríguez
Julio M. Rodríguez | ACTUALIZADO 21.12.2018 - 7:55 pm
0 COMENTARIOS

enviar por email
imprimir
ampliar letras
reducir letras

JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (LXXIII)
                                                             
Antes de que estallara la guerra restauradora, Duarte, ya en Caracas desde  el 8 de agosto de 1862 y firmando como el Gral Duarte, Decano de los Fundadores de la República y Primer  General en Jefe de sus Ejércitos, comenzó a expedir decretos, designando colaboradores en diversos cargos que consideraba indispensables, para organizar la lucha contra España. Para no delatar donde se encontraba y además, para  animar a sus nuevos colaboradores, llamaba el sitio donde se originaban los decretos “Al pie de la Montaña, en el Valle de la Perseverancia”, siguiendo a la fecha en la que emitía el decreto, las palabras,  “año 21 de la Independencia y 2do de la Restauración”.
   
Al demorarse en poder obtener los recursos imprescindibles para iniciar la guerra restauradora en el país y estallar  esta guerra sin su intervención   en Capotillo, el 16 de agosto de 1863,  organizándose un mes después, un gobierno de la república en armas, aquí en Santiago, el consideró  que seguir adjudicándose esos títulos sería un factor  de división y por eso, a su carta escrita en Guayubín, el 28 de marzo de 1864, se pone a las ordenes del gobierno revolucionario y firma simplemente como  el Gral Duarte.
Es interesante ver los colaboradores que se le unieron en estos días, cuando  la dominicanidad estuvo eclipsada.
   
El primer colaborador que Duarte intentó atraerse, fue su compañero de célula trinitaria, Pedro Alejandrino Pina, expulsado del país por Santana, unos días antes que el, el 26 de agosto de 1844. Pina había seguido una trayectoria heroica.
  
 La embarcación en la que fue expulsado junto a Sanchez, Mella y José Illás el “Capricorn”, encontró una tormenta y naufrago. Las pasajeros se salvaron y fueron a parar a Irlanda. Desde allí regresaron al Caribe. Pina regresó al país en 1848, al producirse la amnistía de Jimenes y había acompañado a Sanchez, cuando intentó abortar la anexión, mediante una expedición que vino  por Haití. Se salvó .junto a Cabral al retirarse a tiempo y no pudo ser capturado por Santana. Luego se estableció en Coro, Venezuela.
   
El participó activamente en la revolución federalista y ahora que esa revolución había triunfado, ocupaba un cargo importante en esa ciudad. A diferencia de Duarte, había adoptado la ciudadanía venezolana. Pina sin embargo, padecía en esos días de serios quebrantos de salud y no pudo unirse a Duarte en su empresa  de regresar a la Republica Dominicana.

Muy útil a Duarte en las tareas de esos días, fue el joven Manuel Rodriguez Objío, a quien Duarte designó Coronel de su estado mayor y su Secretario Particular  y quien regresó con el por .Montecristi, en marzo de 1864. Fue Rodriguez Objío, quien triunfante la revolución federalista, puso a Duarte en contacto con su pariente el Gral Manuel E. Bruzual, (el soldado sin miedo). descendiente de dominicanos. Este militar era sobrino del Dr. Blas Bruzual, amigo de Duarte y fue en su presencia que Duarte se reunió con el militar. Bruzual llevó a Duarte donde el Gral Antonio Guzman Blanco y finalmente donde Crisóstomo Falcón, el nuevo líder del país, quien concedió la anhelada ayuda, dándole mil pesos fuertes a Duarte para su causa.
   
Importante fue también  Franciso Saviñón, quien le había entregado una apreciable donación y a quien  Duarte designó Coronel y su agente de negocios en Curazao e islas adyacentes, instruyéndolo de entenderse  con Melitón y Manuel María Valverde, hijos del médico amigo desde su llegada desde Barcelona a Santo Domingo y con el ciudadano Manuel María Gautier.

A Juan Esteban Aybar y Mariano Antonio Cestero los designó segundos comandantes.
   
Otro colaborador importante lo fue el venezolano Dr. Felipe Larrazábal, propietario del periódico El Federalista, donde continuamente publicaba editoriales, crónicas y noticias favorables a la causa dominicana.

sábado, 15 de diciembre de 2018

DUARTE RECIBE OFERTA DE VENIR COMO GOBERNADOR DE ESPAÑA

Duarte recibe oferta de venir como gobernador de España

Julio M. Rodríguez 
Julio M. Rodríguez
Julio M. Rodríguez | ACTUALIZADO 14.12.2018 - 7:18 pm
0 COMENTARIOS

enviar por email
imprimir
ampliar letras
reducir letras

JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (LXXII)

Duarte no pudo obtener recursos para venir a colaborar en la lucha contra España  para restaurar la Republica Dominicana, hasta después de pasar mas de un año de llegar a Caracas desde el interior de Venezuela, en agosto de 1862.
   
La revolución federalista (febrero 1859-abril 1863), era la guerra civil que azotaba el país y hacía imposible que recursos militares de cualquier tipo se destinasen a otra actividad.

Sin embargo, sus actividades en la capital venezolana, llamaron la atención de los diplomáticos españoles allí, los cuales  informaron al gobierno en Madrid.
   
Las autoridades en Madrid, enterados  de que era hijo de padre español y de madre, que aunque nacida en el Seibo, era también hija de un español y de que se había educado en Barcelona,  pensaron que podrían atraérselo a la causa de su país. Además, la guerra de independencia dominicana no había sido contra España como el resto de los países latinoamericanos, sino contra Haití.
   
He aquí lo que nos relata el propio Duarte,  según aparece en los Apuntes de Rosa Duarte. (Ver Apuntes de Rosa Duarte Instituto Duartiano. Colección Duartiana  Volumen VII Santo Domingo, R. D. 2013, pag 172-73).
   
“Recibo proposiciones de presentarme al Cónsul Español   y que ofreciera mis servicios a España, que la Reina me nombraría Capitán General de Santo Domingo, terminando de ese modo la oposición que hacían los dominicanos a la dominación española: y no falta quien agregue, saldrían mis hermanos  del estado de pobreza en que estaban junto conmigo reducidos: los sufrimientos de mis queridos hermanos me eran alto sensibles, pero mucho mas doloroso me era ver que el fruto de tantos sacrificios, de tantos sufrimientos, era la pérdida de la independencia  de esa patria tan cara a mi corazón, y por cuya tranquilidad gustoso me inmolara,  por lo que en lugar de aceptar el pan de la degradación, acepté con júbilo la copa de cicuta que sabía me aguardaba .el dia que mis conciudadanos  consideraran que mis servicios no les eran necesarios, pero que a mi me bastaba ver libre feliz e independiente mi ínsula, y me dispuse a coadyuvar con todos mis esfuerzos a la redención de la patria”.
   
Duarte también recibió en esos días, una oferta de ocupar un cargo en el gobierno venezolano,.que tampoco aceptó, porque debía adoptar la ciudadanía venezolana. Veamos lo que el nos dice en la pag. 173 de la referencia señalada:
“Cuando llegúé a Caracas  mi estimable amigo el Dr. Elias Acosta era Ministro del Interior y me ofreció un destino que no acepté, porque para aceptarlo, tenía que reconocer por patria el país a que servía.”
 
Si Duarte hubiera obtenido recursos rapidamente a su llegada a Caracas, pudiera haberse convertido en el líder de la guerra contra España, pero al conseguirlos a principios de 1864, cuando ya la guerra de la restauración había entrado en su fase de guerra de guerrillas y habían surgido los nuevos líderes militares como Luperón, Polanco y Salcedo, el pasó a desempeñar un rol secundario en esta guerra,
   
Otro aspecto que lo perjudicó fue que su estado de salud no era ya el de 1844-45 y ciertamente no estaba en condiciones  de  participar activamente en batallas o de vivir en nuestros campos  y montañas. Su deterioro físico lo hacía aparentar de mucho mas edad de los 51 años que tenía.
   
Cuando por fin terminó la guerra civil venezolana a que nos hemos referido, en abril de 1863 , también llamada la guerra larga, el nuevo líder del país, resultó ser el Gran Mariscal,  Gral Juan Crisóstomo Falcón.

Duarte inicia los contactos con los nuevos líderes venezolanos y a través del Gral Bruzual, a quien lo introdujo Manuel Rodriguez Objío, inicia las diligencias para entrevistarse con Falcón y obtener ayuda para la causa de la restauración de la Republica Dominicana.

sábado, 8 de diciembre de 2018

Un muro en la frontera no resuelve nada

Un muro en la frontera no resuelve nada

Julio M. Rodríguez 
Julio M. Rodríguez
Julio M. Rodríguez | ACTUALIZADO 07.12.2018 - 6:49 pm
0 COMENTARIOS

enviar por email
imprimir
ampliar letras
reducir letras
La inusual situación de un grupo de médicos de gira por la frontera con Haití, que fueron retenidos por un grupo de haitianos por varias horas, ha disparado toda una serie de comentarios, desde que los guardias no hicieron nada, hasta  revivido el tema de levantar un muro en la frontera.

Nosotros decimos lo siguiente. En relación a la seguridad en la frontera:
  
 Esta claro que hay necesidad de mejorarla, pero… que es lo que se quería que hicieran los guardias en el caso de los médicos, ¿que abrieran fuego contra los haitianos?. Eso si que hubiera creado una tremenda crisis internacional. Estoy de acuerdo con que los militares dominicanos  actuaron con prudencia y que eso contribuyó a que todo se resolviera sin tragedias que  lamentar. Para mejorar la seguridad en la frontera, es necesario contar con la colaboración  de las autoridades militares haitianas, para  que hagan su parte de aquel lado y después del incidente de los médicos, se reunieron militares dominicanos y haitianos, obviamente para evitar que este tipo de incidentes se repita  y eso si que es una buena señal.
           
En cuanto al levantamiento de un muro. Eso de por si no resuelve nada.
Ahora bien, si es parte de un plan para mejorar la situación en Haití ( aunque no sabemos como un muro contribuiría a esto) y se hace dentro de ese plan, eso es otra cosa, pero hasta ahora, no he oído a nadie decir, que los dominicanos tengan algún plan en este sentido.

El muro realmente envía el mensaje de que queremos desentendernos con lo que ocurre en nuestro vecino, algo que no podemos darnos el lujo de hacer, pues gústenos o no, lo que ocurre en Haití, bueno o malo,  repercute en Republica Dominicana, de una forma u otra.

En vez de un muro en la frontera, prefiero una buena carretera del lado dominicano de ella, que haga fácil el patrullaje militar vehicular y además fomenta el comercio entre nuestros pueblos fronterizos, lo cual contribuirá a  su desarrollo, pues actualmente hay muy poca relación entre ellos y aunque la vigilancia fronteriza con equipos modernos (drones etc) es importante, las patrullas todavía tienen que actuar.

La historia nos enseña, que donde quiera que hay un país desarrollado (y nosotros somos un país desarrollado, comparado con Haití), junto a uno subdesarrollado, es muy difícil detener la migración, legal o ilegal, del subdesarrollado hacia el otro lado, buscando esas personas mejorar su situación de vida, así que la situación al problema migratorio es que Haití se desarrolle y a eso es que  debemos contribuir.

La Republica Dominicana tiene actualmente la economía mas fuerte en el Caribe y carece de un plan de ayuda internacional, en su presupuesto, a pesar de que tiene frontera con el país mas pobre del continente y también una deuda histórica con varias de la islas que nos rodean, con Curazao y Saint Thomas a la cabeza.

Que todavía tenemos mucha pobreza, no debe  impedirnos  ayudar a otros, pues nos beneficiará a nosotros también, porque si hacemos obras de infraestructura  en Haití, ejecutadas por contratistas dominicanos, ese dinero repercutirá  en nuestro medio y además, evitará, que obreros haitianos .que trabajen en esas obras , vengan a este lado, a quitarle su trabajo a obreros dominicanos. Debemos comenzar nuestra ayuda, por construir y sostener, maternidades del lado haitiano de la frontera.

Siempre recuerdo que en Estados Unidos, cuando se pretendía llegar a la luna a finales de los años 60, salían en los periódicos artículos sobre porque ese gasto no se aplicaba mejor a combatir la pobreza en el país y si hablamos de deudas, los Estados Unidos tiene la deuda mas grande de todos los países y sin embargo, mantienen su programa de ayuda extranjera, porque es beneficiosa para sus relaciones internacionales y repercute positivamente en su economía, ya que con esa ayuda, muchas veces se obtienen  artículos fabricados en su país.

sábado, 1 de diciembre de 2018

Duarte regresa a Caracas

Duarte regresa a Caracas

Julio M. Rodríguez 
Julio M. Rodríguez
Julio M. Rodríguez | ACTUALIZADO 30.11.2018 - 7:13 pm
0 COMENTARIOS

enviar por email
imprimir
ampliar letras
reducir letras
JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (LXXI)
                                                      
Parece que las hermanas de Duarte no se atrevieron a decirle en una carta que Santana había completado su obra separatista, anexando el país a España, después de múltiples intentos que habían fracasado, ante la misma España y otras potencias.
 
Así que decidieron recortar la noticia cuando apareció publicada en un periódico venezolano y enviársela por correo en un sobre.
    
Tomaba unos tres meses en esa época en Venezuela, para una carta llegar de Caracas a San Fernando de Apure, donde estaba Duarte, así que este se enteró de la anexión,  varios meses después de haber ocurrido.
       
Nos parece conveniente explicarle a nuestros lectores en este momento, las causas históricas que motivaron que este enésimo intento de los separatistas de liquidar nuestra independencia, tuviera éxito.
   
En octubre de 1858,  la petición  de Santana al gobierno español de anexión fue rechazada, diciéndole que en Haití gobernaba ahora Geffrard y que el peligro de una invasión haitiana había desaparecido, pero poco después de eso, tuvo lugar  un cambio en el gobierno español, que llevó al Gral Leopoldo O’ Donnell,  a ser el primer ministro de la reina Isabel II de España.
   
Este general había sido el héroe de la batalla de Tetuán,  en febrero de 1860, en una guerra  que estalló entre España y Marruecos y que tuvo lugar  de diciembre de 1859 a febrero de 1860. Los españoles ganaron esa guerra y la batalla de Tetuán fue  la mas importante de ella. Entusiasmado por esa victoria militar, O’Donnell aspiraba a un retorno de España al poderío que exhibía en el siglo XVI, cuando  era la primera potencia mundial y esta vez la petición de Santana recibió buena acogida.
O’Donnell  había designado a  Francisco Serrano Capitán  General en  Cuba y este también  estuvo de acuerdo con el plan de anexión de Santo Domingo a España. El partido opositor  al de O.Donnell, dirigido por Ramón M. Narvaez, se opuso a la anexión. El fracaso de esta y el éxito de la guerra de la restauración de la Republica Dominicana, contribuyeron grandemente a  la caída del gobierno de O’Donnell  y cuando el oposicionista    Narvaez ascendió al poder,   anuló el decreto de anexión, el 3 de mayo de 1865  .
  
Duarte, tan pronto  recibió lo noticia de lo ocurrido, se reanudaron en el los deseos de luchar para restaurar la independencia del país que había forjado.
   
Se despidió de Sangenis en San Fernado de Apure e inició la larga travesía de regreso de dos meses de duración a Caracas, donde llegó el  8 de agosto 1862, abrazó a sus hermanas, hermanos y demás familiares, quienes se alborozaron al tenerlo  de regreso.
   
Para agosto de 1862, Duarte no era ya  fisicamente el Duarte de 1844 o 45. Ni mentalmente tampoco.

El tremendo trauma psíquico  de los acontecimientos de 1844 y 45, había dejado su huella. Era ahora un  hombre con tendencia a la melancolía y su cuerpo  exhibía los efectos de esos largos años de condiciones de vida precarias. Pero su energía para luchar  por su patria, no había mermado. De repente se siente lleno de fuerza para luchar por la restauración del país que fundara e  iba a encabezar  esa lucha, con el título de “Decano de los Fundadores de la República y Primer General en Jefe de sus Ejércitos”
   
Al llegar a Caracas, Duarte se encontró con que  un amigo, el Dr. Elías Acosta, era Director del Departamento de Interior y Policía, del gobierno del General José Antonio Páez. Pero la lucha contra la revolución federalista, consumía todos los recursos  disponibles del gobierno y también, lamentablemente, su amigo entró en contradicción con el Gral Páez y fue despedido, de su posición,  por lo que  Duarte perdió su contacto con el gobierno y por el  momento toda ´posibilidad de ayuda por esa vía.