domingo, 29 de agosto de 2010

Nuestra mortalidad materna es una verguenza

Colaboracion para La Información AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com
NUESTRA MORTALIDAD MATERNA ES UNA VERGUENZA
Julio M. Rodriguez Grullón

Uno de los índices mas importantes sobre el estado de la atención medica en un país, es el de la mortalidad materna. En países donde los partos institucionalizados, esto es, en hospitales o maternidades con atención medica, ocurren en mas del 95% de los casos, las estadísticas muestran una mortalidad baja. Son países desarrollados o países que aunque no están desarro-llados en todos sus aspectos, en la cobertura del parto pueden considerarse desarrollados.
En algunos países con grandes poblaciones indígenas, o con una geografía accidentada, es imposible obtener una cobertura a esos niveles, pero ese no es nuestro caso. Nuestra cobertura de partos institucionalizados es de 98 a un 100%, o sea la de un país desarrollado.
Vamos a dar las estadísticas de mortalidad materna por cada 100 mil partos, de algunos países de este continente con una cobertura de partos similar a la nuestra:
Canada…………………….........…04
Estados Unidos…………...…..11
Cuba……………………….........….19
Costa Rica………………....…...22
Uruguay…........……………………28
Republica Dominicana…….159 (que vergüenza)
En años recientes se han tomado algunas medidas para establecer las causas de esta mortalidad materna nuestra tan alta y las muertes maternas son analizadas por un comité para determinar si la muerte era evitable o no.
El problema está, en que después que se determina que una muerte era evitable, hasta donde yo sepa, no se hace mas nada. No se señalan culpables ni se sanciona a nadie.
Tenemos que colaborar los sectores involucrados en la atención a la parturienta, para disminuir la mortalidad materna. La Sociedad Dominicana de Ginecología y Obstetricia (SDGO), filial del Colegio Medico Dominicano (CMD) tiene que jugar su papel en esta situación.
Cuando una muerte materna sea declarada evitable, el caso debe ir al CMD, donde un tribunal, integrado por miembros de la SDGO, debe conocer el caso, señalar culpabilidades y sancionar de acuerdo a la severidad de la falta cometida.
Insisto de nuevo en que el CMD debe implementar el reglamento de recertificación, para asegurarse de que los médicos que atienden los partos están al día en sus conocimientos y los aplican correctamente.
El CMD es parte del estado, su asesor en materia de salud y sus recomendaciones en casos como estos, deben ser seguidas al pie de la letra.
No podemos continuar siendo un país desarrollado, en lo que a cobertura institucional de partos se refiere y presentar unas estadísticas de mortalidad materna de país subdesarrollado.

sábado, 21 de agosto de 2010

Trujillo lanza una moneda metalica

Colaboracion para La Informacion AYER Y HOY
articulosdeoponion2004@yahoo.com
TRUJILLO LANZA UNA MONEDA METALICA
Julio M. Rodriguez Grullón

En nuestro país tuvimos, desde la primera década posterior a la independencia, dificultades para poseer una moneda propia.
Desde que Buenaventura Baez engañó a los comerciantes del Cibao, pagándoles la cosecha de tabaco, con unas papeletas sin respaldo, que provocó la revolución de julio de 1857, el estado dominicano perdió la capacidad de poseer un signo monetario que gozara de la confianza de la población.
Las cosas no mejoraron posteriormente durante el siglo XIX, al contario, empeoraron, cuando Lilís, al final de su dictadura, emitió sus famosas papeletas, también sin respaldo, que el pueblo rechazaba y rehusaba utilizar en sus transacciones comerciales habituales.
Así que desde las dos últimas décadas del Siglo XIX, cuando el país comenzó a desarrollarse, los comerciantes utilizaban monedas como la mejicana, la americana, la haitiana o cualquier otra que les inspirara confianza.
A partir de 1904, el dólar norteamericano comenzó a tomar preponderancia. La convención de 1907, lo oficializó y luego de la intervención americana de 1916-24, se convirtió en la moneda que se utilizaba a nivel nacional, para las transacciones comerciales. Recordemos que las aduanas eran controladas por un interventor americano, que después de cobrarse el pago de la deuda que dejó Lilís, mensualmente entregaba, en esa moneda, lo que le correspondía al gobierno dominicano.
Trujillo, consciente de esa debilidad de su gobierno, después que en 1936 estableció claramente la frontera con Haití, dándole al estado dominicano, por primera vez, sus límites territoriales precisos, inició el proceso de otorgarle a ese estado, un signo monetario confiable.
El 21 de febrero de 1937 se promulgó la ley 1259, que creaba la moneda metálica nacional. Las monedas fueron acuñadas siguiendo el patrón norteamericano , una moneda (de cobre) de un centavo, una de cinco, una de diez, una de veinte y cinco y una de cincuenta centavos.
No era necesario un banco central para lanzar estas monedas, pues su valor se relacionaba con la cantidad de metal que contenían, la de cinco centavos níquel y las demás su valor se relacionaba con la cantidad de plata que contenían. Pasarían diez años antes de que el dictador pudiera fundar un Banco Central y lanzar papel moneda, pero con los precios de los artículos de primera necesidad que existían entonces, se podía, con esas monedas, realizar la compra y venta de artículos de consumo diario familiar.
Las operaciones comerciales de mayor envergadura, o las que se hicieran con empresas extranjeras, se continuaron realizando, hasta 1947, en dólares.
Este fue un paso importante en desplazar del mercado monedas extranjeras, pues en la frontera haitiana sobre todo, era común que las pequeñas operaciones económicas familiares, se realizaran utilizando la moneda del aquel país, que fue entonces, ilegalizada.

lunes, 16 de agosto de 2010

El campeonato de beisbol profesional de 1937

Colaboración para La Información AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com
EL CAMPEONATO DE BEISOL PROFESIONAL DE 1937
Julio M. Rodriguez Grullón

El béisbol, deporte ideado por los norteamericanos, se introdujo el país a finales del siglo XIX y tomó auge durante la intervención americana de 1916-24, cuando los dominicanos demostraron poseer grandes condiciones naturales para practicarlo. Uno de los momentos felices del pueblo dominicano durante la intervención era, cuando los criollos derrotaban a los equipos de los “marines” y cuando el “bambino” Ninín Rodriguez, conectaba sus largos batazos.
Se celebraban campeonatos desde la década de los 1920 y en los años 30 los torneos adquirieron mayor auge. Se traían refuerzos de jugadores extranjeros para mejorar la calidad de los equipos y eran torneos románticos, donde la pasión por ganar lo dominaba todo. No había beneficio económico para los patrocinadores de los equipos.
En 1936 se celebró un torneo en el que participaron Licey y Escogido de la capital, Estrellas Orientales de San Pedro de Macorís y las Aguilas Cibaeñas de aquí de Santiago. Ese torneo fue ganado por las Estrellas Orientales.
Ese fue el año que la capital cambió su nombre al de Ciudad Trujillo.
Al año siguiente, 1937, Licey y Escogido fueron fusionados en un equipo que se llamó Dragones de Ciudad Trujillo. Ese nombre hizo que la política se metiera en el asunto y aunque Trujillo no era aficionado al beisbol (a el lo que le gustaba eran los caballos) respaldó economicamente el conjunto. Los mejores jugadores de la Liga de Color de los Estados Unidos fueron traídos al evento.
Esos jugadores eran tan buenos o mejores que los de la grandes ligas de los blancos, pero no podían jugar en ellas, por el prejuicio racial imperante en aquel país.
Ese año la liga de color tuvo que cancelar su torneo, pues sus grandes estrellas estaban aquí y no despertaban interés sus juegos. El Ciudad Trujillo tenía en sus filas los tres mejores jugadores entonces existentes, el pitcher Satchel Paige, el catcher Joshua Gibson y el jardinero Cool Papa Bell, considerado este último, el jugador mas rápido del béisbol de esos días. Había otras estrellas negras repartidas en los dragones y en los otros dos equipos. Las Aguilas tenían en sus filas al gran Martín Dihigo, quien fue su manager y el “hombre team”.
Este torneo lo ganaron los Dragones y como ya nadie podía competir economicamente en el país con Trujillo, mató nuestro béisbol profesional a nivel nacional por 14 años.
En la década de los 1940, los torneos de mayor calidad se organizaron en el Cibao, donde los deportistas-empresarios podían competir entre si, sin la interferencia del Jefe. Este comprendió el error que había cometido en el 37 y cuando el interés nacional por el beisbol renació, por el triunfo de nuestros conjuntos en los torneos internacionales de béisbol amateur, Trujillo se mantuvo fuera de los campeonatos organizados en el verano, a partir de 1951, con la participación, como en 1936,, de Licey y Escogido por la capital, las Estrellas Orientales por el Este y las Aguilas Cibaeñas por el Cibao

domingo, 8 de agosto de 2010

Lina Lovaton, reina del carnaval de la capital en 1937

Colaboración para La Información AYER Y HOY
articulosdeopinión2004@yahoo.com
LINA LOVATON, REINA DEL CARNAVAL DE LA CAPITAL
Julio M. Rodriguez Grullón

En la capital de la republica llamada oficialmente desde enero de 1936 Ciudad Trujillo (y así la seguiremos llamando mientras estemos narrando hechos ocurridos entre 1936 y 1961), la alta sociedad tenía la costumbre de a principios de año, celebrar un fastuoso carnaval, con fiestas que culminaban con un desfile de carrozas, donde se la lucia una reina elegida cada año y su corte. En 1937 fue elegida reina, Lina Lovatón Pittaluga, de la que se enamoró perdidamente Trujillo.
El jefe la conocía desde antes de ser reina, pues Lina era amiga de su hija Flor de Oro y la había acompañado cuatro años antes a unas vacaciones, en una casa veraniega que poseía Trujillo en San José de las Matas y que visitaba con frecuencia en esos años. Lina acompañaba a Flor de Oro en esas vacaciones, que fue cuando se inició su romance con Rubirosa.
Lina, para vergüenza de su familia, accedió al cortejo de Trujillo y por un momento parecía como que este se divorciaría de María Martínez para casarse con ella.
Pero María Martínez y Trujillo eran tal para cual. Irritada por este romance que Trujillo llevaba a cabo sin ningún miramiento, la “españolita” le hizo la vida imposible a Lina, que temiendo por su seguridad personal, tuvo que abandonar el país y radicarse en Miami. Desde allí viajaba clandestinamente a Ciudad Trujillo, a sus citas con Trujillo, quien se juntaba también con ella, cuando viajaba a Estados Unidos, aunque no fuera a Miami, pues Lina se trasladaba a la ciudad donde el estuviera ubicado.
Para 1937 Trujillo contaba 46 años de edad y su vida sexual era hiperactiva. Basta señalar que en 1939 le nacieron tres hijos con solo algunos meses de diferencia, Angelita, con su esposa María Martínez, Odette con su ex-esposa Bienvenida Ricardo y Yolanda con su amante Lina.
En total Trujillo reconoció nueve hijos, la mayor, Flor de Oro, producto de su primer matrimonio con Aminta Ledesma, Ramfis, Angelita y Radhames con su tercera esposa Maria Martinez, Ramfis había nacido en 1929, cuando la Martinez era amante de Trujillo y fue mediante este hijo, que ella logró desplazar a Bienvenida como primera dama, pues Bienvenida, después de ocho años de matrimonio, no le proporcionaba un hijo a Trujillo. Paradojicamente, Bienvenida, después del divorcio, concibió a Odette. Con Lina, Trujillo tuvo a Yolanda y Rafael. Además procreó a las menos conocidas Elsa Julia y Bernardette, hijas de madres diferentes.
Pero eso era solo la punta del témpano de hielo (iceberg).
Lo cierto es que “El Jefe” era un hombre de un apetito sexual insaciable. Numerosas personas, conocedoras de esta realidad, procuraban ganarse su favor, haciendo el papel de celestinos, poniendo a su disposición jóvenes que consideraban atractivas.
Una de las características degradantes de la Era de Trujillo.
La casa de Caoba, en su finca Fundación, que se iniciaba en las afueras de San Cristobal, era el sitio habitual donde realizaba sus lances amorosos.