sábado, 25 de noviembre de 2017

Una provocacion

                                                     UNA PROVOCACION
                                     DR. JULIO M. RODRIGUEZ GRULLON*

Entre dominicanos y haitianos no es posible una fusión
                                                           Juan Pablo Duarte

            La visión extraordinaria del fundador de esta república, que en 1829  y cuando eramos dominados por nuestro vecino de la parte oeste de la isla, decidió que iba a luchar por una Republica Dominicana libre e independiente de toda dominación extranjera y que en esa lucha perdió, no de los vecinos, sino de los mismos dominicanos, que pensaban que eso era una locura y que este país que vivimos era una quimera y que nosotros teníamos que ser, una Martinica, o un Puerto Rico, o seguir siendo colonia española.
            Pero Oh, sorpresa, la quimera resultó una realidad y la proporción de fuerzas se ha invertido en la isla, ahora la parte este es la fuerte y la oeste la débil.
            Sin embargo, poderosas fuerzas internacionales no asimilan  esa nueva desigualdad, al parecer se pretende que la isla sea de nuevo una e indivisible, pero con Santo Domingo como capital y que nos echemos a cuesta,  el problema haitiano.
Un absurdo, del cual se deriva la provocación esa, de supuestos dominicanos, tocando, no guira, tambora y acordeón, sino instrumentos extraños a esta patria de Duarte,  que corresponden a ritmos exóticos, como para que nos habituemos a ellos, nada menos que en el sitio donde se inició  esta república.
Lo que merecen estos sujetos por esa payasada, es una pela, para que no vuelvan a utilizar el recinto sagrado de nuestra independencia,  para esas vagabunderías.
Las naciones poderosas  del planeta, que poseen los recursos para solucionar o contribuir eficazmente a resolver el problema haitiano, no les interesa hacerlo y como prueba de lo que decimos  el Presidente  Trump, acaba de decir que a los haitianos no se les renovará una gracia de migración concedida  por el desastre que dejó un terremoto en Haití, hace siete años 
Hay también sectores dentro del cristianismo dominicano, que pretenden llevar la caridad en el caso haitiano, a un extremo que no es posible en la actualidad y que solo acarreará enfrentamientos,   que pueden llegar a la violencia y alejar la posibilidad de que el buen fin que se busca,  se aleje en vez de acercarse.
Para el cristiano, el fin no justifica los medios y las cosas del cesar son a veces mas complicadas que las de Dios y se debe proceder con cautela y no apadrinar actos que en vez de mejorar la situación presente, la agraven. Me parece mas lógico en este momento, que estos sectores traten de convencer a  Trump, de extender la caridad cristiana a los haitianos en Estados Unidos.
La raíz del problema haitiano reside en la forma en que se formó ese país.
Esclavos analfabetos, que no se podían comunicar bien entre si y que al final adoptaron el creole, que era el lenguaje que utilizaban sus amos para comunicarse con ellos, estallaron, bajo el impulso de la revolución francesa de 1789, con su lema de igualdad, libertad y fraternidad, en una rebelión que fue social, política y racial a la vez. Fue como si un volcán humano hiciera  erupción allí y desatara su furia, contra todo lo que no fuera negro, arrasándolo todo a su paso y aunque de inicio eran superiores en habitantes  y recursos a los de la colonia española vecina, de la que terminaron adueñándose en 1822, la incapacidad  de gobernarse a si mismos, les fue llevando cuesta abajo en la rodada, hasta su precaria situación actual.
            Su terquedad en no aceptar nuestra independencia y estar del lado perdedor en una guerra de 15 años (hasta que Geffrard destronó a Soulouque en 1859, cuando pretendía invadir de nuevo nuestro territorio) contribuyó a acelerar su desgracia.
La solución al problema es que Haití se desarrolle, eso requiere  educación, recursos y paciencia. El sendero es largo y los dominicanos queremos y podemos ayudar, pero no permitiendo que vengan a agravar  nuestra pobreza, pues aunque estemos mas adelantados que ellos, somos también un país pobre, .en vías de desarrollo.
Soy de los que cree que nuestro presupuesto nacional  debe contemplar una partida para ayuda extranjera, de la cual Haití debe recibir la mayor tajada.
Finalmente, confiamos en que actos como el que señalamos al inicio de este articulo, no se repitan. Sus resultados serán todo lo contrario a lo que se pretende y acarreará males evitables, innecesarios.
* El autor es médico de profesión, actual Secretario General del Instituto 
   Duartiano

Publicado en el Listín Diario, el 24 de nov 2017 pag 9A




Duarte XXXII

ESPECIAL PARA LA INFORMACION                             AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com                               DUARTE XXXII
                                                                               Julio M. Rodríguez Grullón

De la plazoleta del Carmen, pasaron  en medio de la noche, Duarte, Sánchez, Pina y Perez a la casa de Sanchez, situada frente a ella y pasaron revista a la situación.
Acampaban en la ciudad de Santo Domingo casi tantos soldados haitianos, como habitantes tenía normalmente. .Herard, Brouard y Desgrottes, estaban  furiosos contra, ellos, especialmente contra Duarte, por haber simulado que eran haitianos reformistas, cuando en realidad buscaban la oportunidad de terminar con la dominación haitiana de la parte este de la isla. Ellos habían decidido que prontamente iniciarían , una búsqueda casa por casa, de Duarte y sus seguidores  y por tanto  no era prudente que estuvieran juntos, debían esconderse por separado y cambiar el sitio con frecuencia. El que no podía hacer eso era  Sánchez,  quien estaba febril y con una tos persistente, indicando que el chapuzón en las aguas  del Ozama, le habían desencadenado  una pneumonía y que debía cuidarse y permanecer oculto en su casa. El tenía la ventaja, de que los haitianos  pensaban que estaba fuera de la ciudad.
Esa noche se separaron y volvieron a juntarse, de nuevo a la medianoche del día siguiente en casa de Sanchez. Se habían enterado que Herard había liberado de la cárcel los delincuentes, para hacer sitio donde meter a los duartistas.
 La búsqueda sistemática de ellos, se inició el 14 de julio de 1843.
Inicialmente los haitianos trataron de que la búsqueda no despertara indignación en la  población y solo preguntaban al llegar por los “colombianos” que buscaban, sin hacer registro de la vivienda. Lo de colombianos era para desacreditar a los duartistas, pues implicaba que restablecerían la esclavitud y los asociaban también con el movimiento de Nuñez  de Cáceres de 1821.
Así en esa primera ronda fueron apresados, quince duartistas conocidos, incluyendo Juan Nepomuceno Ravelo, Pedro Pablo Bonilla, Pedro Valverde y Lara y Narciso Sanchez (padre de Sanchez). Pero no aparecieron los lideres importantes que Herard buscaba, por lo que se decidieron a hacer los registros, no solo las preguntas.
Enterándose de lo que venía, Duarte, Pina y Perez  decidieron que tendrían que esconderse individualmente, no podrían volver a reunirse e iban a tener que cambiar de escondite con frecuencia..
Sanchez con su enfermedad estaba en la posición mas difícil y decidieron trasladarlo de  noche a casa de su tía María Trinidad.
De inicio Duarte se refugió en casa de Eusebio Puello, situada cerca de la suya y allí permaneció varios días, hasta el 24 de julio, dia en que al efectuarse el registro de la casa de sus familiares, pensó que había sido visto por uno de los soldados haitianos y decidió que tenía que cambiarse de refugio y esta vez se dirigió donde Juan Alejandro Acosta, donde se encontró con Pina. Ellos  tomaron entonces la decisión de que debían salir del país, al considerar que no podrían seguir burlando la persecución haitiana indefinidamente.
El día  30 Duarte envió un recado a Esteban Roca, requiriéndole su presencia, cuando llegó el amigo, Duarte le encomendó buscar la forma de fletar una embarcación para  poder escapar y de inmediato envió un mensaje a su padre diciéndole  necesitaba   dinero para su fuga. Don Juan José vendió entonces apresuradamente una vivienda que poseía desde 1804, que había comprado desde  Puerto Rico, por la que obtuvo doscientos pesos oro, los cuales  envió a su hijo.
En la noche regresó Roca donde Duarte, con la noticia de que todo había sido arreglado con el capitán de una goleta inglesa, que zarparía el 2 de agosto y mientras tanto dijo, debían mudarse el y Pina a una vivienda en la margen oriental del Ozama para mayor seguridad.


lunes, 20 de noviembre de 2017

ESPECIAL PARA LA INFORMACION                             AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com                               DUARTE XXXI
                                                                               Julio M. Rodríguez Grullón

REUNION CRITICA EN CASA DE JOSE DIEZ.-
Al aproximarse Herard a Santo Domingo, al frente de su ejército reducido ahora a unos ocho mil hombres, pues había dejado destacamentos militares en los pueblos a los que llegaba en su ruta hacia Santo Domingo, para asegurar su sometimiento a la autoridad haitiana y terminar con el movimiento independentista de los dominicanos que encabezaba Duarte, este sostuvo una reunión a principios de julio, en casa de su tío materno  José Diez,  para determinar que acción iban a tomar en esta coyuntura.
Es bueno aclarar que los hermanos de Manuela Diez, eran personas pudientes, con propiedades en  Santo Domingo, Caracas, el Seibo y  Curazao.
Estaban en la reunión  Duarte, su hermano  Vicente Celestino, su tío José Diez, Sanchez,  (Mella no estaba, pues había sido enviado al Cibao en misión de organizar  resistencia contra Herard, pero había sido apresado por este y en esos momentos navegaba prisionero para Puerto Principe) sus inseparables Pina y Perez, José Joaquín Puello y su hermano Gabino, Juan Esteban Aybar, Félix Maria Ruiz, Jacinto de la Concha, Benito González, Pedro Valverde y Lara y otros mas, que componían un total de 15 personas que concentraba lo mejor de su  movimiento independentista.
El momento era grave, Herard había apresado a las personalidades mas importantes del movimiento independentista en las ciudades del Cibao, Santiago, Moca , La Vega y San Fco de Macoris, enviándolas prisioneras desde  Puerto Pata a bordo del velero  Pelicane, para Puerto Príncipe. Había que tomar la decisión de enfrentar a Herard, o Duarte tendría que salir al exilio, pues era atraparlo y fusilarlo  el objetivo principal de esta invasión.
Aunque en la reunión Duarte habló con determinación, de que había que resistir la invasión, los militares profesionales en el grupo, con José Joaquín Puello a la cabeza, dijeron que era un suicidio oponerse a ese ejército, pues no había  preparación o capacidad militar instalada alguna en ese momento para esos fines, en el movimiento  independentista.
La reunión se disolvió y Duarte quiso que en la región este, se organizara la resistencia comenzando por San José de los Llanos, donde su hermano Vicente Celestino poseía un negocio de corte de madera que exportaba por la playa de Guayacanes.
Sanchez y Vicente Celestino salieron para Los Llanos, cuando el ejército de Herard acampaba ya en La Isabela, un paraje cercano a Santo Domingo, tomando las últimas medidas antes de entrar en la ciudad.
HERARD Y SU EJERCITO LLEGAN A SANTO DOMINGO
El día 12 de julio de 1843, entraba el ejército haitiano en la ciudad, que de repente duplicó su población. Había ahora militares haitianos por doquier buscando a Duarte.
Frente a su casa se estableció un puesto de vigilancia.
En la noche llegó Sanchez muy agitado. Se había enterado de la llegada de Herard y había venido desde Los Llanos a toda marcha y como era de noche cuando llegó a la orilla del Ozama  no encontró medios de cruzarlo, entonces lanzó su caballo al agua y lo cruzó. Llegó empapado y tosiendo a la casa de su amigo. Les informó que Vicenfe Celestino había quedado en Los Llanos tratando de organizar una resistencia.
Los familiares de Duarte le pusieron al tanto de lo que  ocurría en la ciudad y donde se había ocultado Duarte.  Sanchez demandó verlo. Se le envió un mensajero a Duarte comunicándole la llegada de Sanchez y la necesidad de reunirse con el y sus amigos mas cercanos. Se acordó seria en la plazoleta del Carmen frente a la casa donde vivía Sanchez y esa noche se encontraron en medio de la oscuridad, abrazándose con emoción, Duarte, Sanchez, Pedro A. Pina y José Joaquín Perez. Tenían que decidir que hacer.    



sábado, 11 de noviembre de 2017

Hugo Rafael Cantisano Arias

ESPECIAL PARA LA INFORMACION                             AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com    HUMBERTO RAFAEL CANTISANO ARIAS (1927-2017)        
                                                                   Julio M. Rodríguez Grullón

A mediados de junio de 1964, recibí inesperadamente la visita,  en mi oficina de Director de  la Policlínica del Instituto  Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) en Montecristi, de un medico que venía desde Santiago, en  trabajos organizativos de la filial de la Regional Norte, de la entonces Asociación Medica Dominicana.
Me convenció por su forma clara de hablar de que los médicos debíamos unirnos para poder luchar por la mejoría de nuestras condiciones de trabajo, el respeto a la Ley 6097 y la mejoría de los hospitales.
Le contesté afirmativamente al Dr. Cantisano, que así se llamaba mi visitante, de que me integraría a esta entidad  y aunque  el proceso de reorganización  de la AMD después de la muerte de Trujillo fue lento y con períodos de inactividad, la AMD, que luego se transformó en CMD  es una realidad y  fue gracias a la actividad desplegada  de hombres como el Dr. Cantisano, que esto fue posible.
Por estar inhabilitada esta columna por dos semanas, debido a la ausencia del país de su autor, no pudimos asistir a los funerales de nuestro  apreciado Dr. Cantisano, un icono de la decencia y honestidad, gloria de la medicina dominicana y de fama internacional, por sus trabajos tanto médicos, como culturales e   históricos.
De todas formas,  publicamos  esta columna en su  memoria, mas de dos semanas después de su sentido fallecimiento, pues pensamos que nunca es tarde para decir la verdad, sobre un hombre de una trayectoria de vida  ejemplar.
El había nacido en esta ciudad, el 24 de febrero de 1927, fruto del matrimonio de Humberto Cantisano  Flores y Ana Arias. La familia se trasladó a la ciudad de Puerto Plata donde el joven Cantisano terminó sus estudios primarios y realizó los de bachillerato que finalizaron en 1945. Por este motivo muchos pensaron que el Dr Cantisano era de origen Puerto Plateño.. En 1945 se trasladó  a  Santo Domingo, entonces llamada Ciudad Trujillo, a realizar sus estudios de medicina, en .la única universidad existente entonces en el país, graduándose en  1951.
Este fue el inicio de una de las carreras medicas mas fructíferas que conoce este país, que tuvo una duración de 66 años, pues el Dr. Cantisano continuó ejerciendo su profesión, a pesar de un serio quebranto de salud, ocasionado por un accidente automovilístico, que casi le cuesta la vida y que le ocasionó una limitación en su movilidad física, aunque no afectó el funcionamiento de su brillante intelecto, que continuó ofreciendo cátedras llenas de sabiduría.
  Enumerar las múltiples actividades desplegadas por el Dr. Cantisano durante su vida, en el  espacio de esta columna  es imposible y me limitaré a las que considero mas relevantes, además de la ya señalada como pilar en la formación de la regional norte de la AMD, de la dual aún residiendo fuera de la ciudad capital, fue su presidente a nivel nacional, en el período 1964-65, siendo la primera ocasión en que esto ocurrió. Ya había sido presidente de la Asociación Medica de  Santiago en 1963.
Fue Presidente de la Cruz Roja Dominicana 1965-66. Desde 1967 hasta poco antes de morir fue profesor de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, siendo de los que creó las carreras de Trabajo Social, de Enfermería y  la Escuela de Medicina, de la cual fue su primer director. De  1982 a 1986 fue director del Hospital  Presidente Estrella Ureñá de esta ciudad, implementando los programas de residencias médicas allí.
Es autor de varios libros sobre la medicina en el país, incluyendo  sobre la medicina en Santiago y otro sobre  la de Montecristi.

Por este medio expreso mis condolencias a los familiares de este distinguidísimo médico, a quien todos los que tuvimos la dicha de conocer, lamentamos su ausencia..rFel Cantisano Arias