sábado, 25 de mayo de 2019

Los Duarte.....¡Pobres en Caracas?

Los Duarte....¿Pobres en Caracas?

Julio M. Rodríguez 
Julio M. Rodríguez
Julio M. Rodríguez | ACTUALIZADO 24.05.2019 - 7:42 pm
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JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (LXXXXII)  

Por mucho tiempo se ha propagado la creencia de que Duarte murió en la miseria y de que su familia estaba desamparada y olvidada en Caracas, Venezuela.
   
Sin embargo, investigaciones recientes, demuestran con  documentos, que sus  tíos Diez Jimenez, hermanos de su madre Doña Manuela, encabezados por Mariano y José Prudencio, así como sus primos, eran realmente personas acaudaladas y se movían socialmente entre  los “mantuanos” de la ciudad.
   
El libro Juan Pablo Duarte en la     Venezuela del Siglo XIX. Historia y Leyenda, escrito por Cecilia Ayala Lafee, Werner Wilbert  y Ariany Calles,  publicado por el departamento cultural del Banco Central de la  Republica  Dominicana, 1ra edición, Santo Domingo R.D.,  2014 y que fuera alentado por Gustavo Wiese, Presidente del Instituto  Duartiano en Caracas en esos días, es muy ilustrativo al respecto. Antes de adentrarnos a comentar sobre ese libro, queremos primero orientar sobre la relación de los Duarte Diez con Venezuela.
   
La primera visita de Duarte a Caracas, Venezuela, fue en 1841 a buscar fondos y colaboración para su proyecto independentista, cuando ya estaba enfrascado en las actividades de la  sociedad la Dramática y de donde regresó lleno de optimismo y desde donde recibió posteriormente ayuda económica para su proyecto..

¿Porque realizó Duarte ese viaje en ese momento a Caracas?
Pues porque sabía que sus tíos maternos estaban establecidos allí y ostentaban  una muy buena posición económica, pues según la obra que hemos señalado en su pagina 26 al pié de la página señala, que ya para ese año poseían varias propiedades y hasta esclavos.

. No he podido establecer cuando los hermanos de la madre de Duarte emigraron del Seibo para Venezuela. En 1801 cuando vino Toussaint, Manuela se fue para Puerto Rico y allí casó con el padre de Duarte y nació su primer hijo Vicente Celestino.
   
¡Se fueron ese año sus hermanos para Caracas? No lo he podido establecer.
   
Otro momento pudo haber sido la invasión de Dessalines en 1804, o la de Boyer, en 1822, pues ciertamente los Diez Jimenez eran antihaitianos, así como Don Juan José, el Padre de Duarte. De todas maneras, sin importar la fecha en que emigraron hacia Venezuela, para 1841, los Diez Jimenez eran personas pudientes en Caracas y por eso Duarte los visitó, buscando ayuda para su proyecto de Republica Dominicana.
LOS 12 AÑOS DE AUSENCIA DE DUARTE SIN HACER CONTACTO CON SUS
FAMILIARES.-

Los sucesos de 1844 y 45, de Duarte ser declarado cinicamente por Santana y Bobadilla, traidor a la Patria y exiliado en agosto de ese año,  así como sus mas cercanos colaboradores, el fusilamiento de María Trinidad Sanchez, el 27 de febrero de 1845, estando Duarte en Saint  Thomas y al mes siguiente,  desterrar en forma atropellante a su madre, hermanos, sobrinos y todo el que tuviera algún olor a  Duartista, produjeron un trauma psíquico tremendo en ellos, al extremo que dos perdieron la razón y se convirtieron en dementes, el hermano menor de Duarte, Manuel  y su íntimo colaborador y amigo, Juan Isidro Perez.

Duarte no llegó a ese extremo, pero su alma noble lo hizo ver como que el era la causa de la división y el odio entre dominicanos, lo cual lo contrariaba en extremo, pues como dijo en su carta a Ulises F. Espaillat, el 21 de abril de 1864…….. “siendo cual siempre fuí, motivo de amor entre todos los verdaderos dominicanos y jamás piedra de escándalo, ni manzana de  discordia”. Y pienso que para que desaparecieran esas terribles pasiones políticas y cesaran esas divisiones, fue que el decidió desaparecer del mundo dominicano y propiciar así que desaparecieran esos odios y los dominicanos se unieran y el país progresara.
   
Esto no ocurrió; sus rivales se dividieron en Santanistas y Baecistas, continuaron  las luchas intestinas y cada uno por su lado, continuaba  buscando la eliminación de la nacionalidad que el   fundara.

sábado, 18 de mayo de 2019

Duarte no podía regresar

Porque Duarte no podía regresar después de la Restauración

Julio M. Rodríguez 
Julio M. Rodríguez
Julio M. Rodríguez | ACTUALIZADO 17.05.2019 - 6:30 pm
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JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (LXXXXI)  
                                                                  
Con frecuencia se nos hace  la pregunta de porque Duarte no regresó al país después de restaurada la independencia en 1865.
  
La respuesta es que los mismos que lo expulsaron en 1844,   retornaron al poder en Diciembre de 1865, cuando Buenaventura Báez retornó a la Presidencia del país. Báez anexó el país a Estados Unidos en 1869 y ¿como iba Duarte en el país a tolerar algo semejante?.
   
Duarte falleció el 15 de julio de 1876 y hasta diciembre de 1879, los separatistas dominaron la política nacional y Duarte hubiera sido encarcelado o enviado de nuevo al exilio por ellos, igual que en 1844.

El Presidente Ignacio María González le envió una carta fechada  19 de febrero de 1875, pidiéndole que regresara, lo cual le produjo satisfacción.
   
Ignacio María Gonzalez era un seguidor de Baez y era gobernador de Puerto Plata.  El se rebeló contra Baez, no por motivos ideológicos, sino porque Baez le jugó una broma a finales de 1873, el se ofendió y se rebeló contra el, obligándolo  a  renunciar  y marcharse al exilio en enero de 1874.
   
Cierto que González, de inicio dió demostraciones de haber cambiado sus ideas y se convirtió en un Presidente democrático, pero para mediados de 1874, el se había proclamado dictador y cuando escribió su carta a Duarte, ya estaba a punto de caer de la Presidencia.
            
Esa carta de Gonzalez, la guardó Duarte debajo de su almohada, así que le produjo satisfacción., aunque  no la leyera como argumentan algunos, porque el sobre estaba cerrado.    
           
Los sobres en esa época, (y todavía hoy) podían abrirse sin romperlos, levantando cuidadosamente la solapa.. Después de ser abiertos así, se volvían a cerrar, si se  colocaban en un ambiente cálido,  como es el que existe debajo de una almohada. Si Duarte  no  hubiera apreciado esa carta que venía del Presidente de la República, (la haya leído o no), sencillamente echa  el sobre en el basurero y se acabó.  
           
Ahora, de ahí a regresar, con lo deteriorada que estaba ya su salud y la agitada e inestable  situación política existente en el país, había un buen trecho. Basta  decir que Baez regresó a la Presidencia en diciembre de 1876 y gobernó .hasta marzo de 1878.
   
Una segunda carta de invitación a regresar, recibió Duarte de parte de Luperón en diciembre de ese 1875. Luperón, a diferencia de Gonzalez, era un independentista neto y fue uno de los héroes de la guerra de la restauración.
   
Ahora bien, en junio de 1864, Duarte no quería irse de regreso a Venezuela, sin  embargo en esa ocasión, Luperón, que era ya un influyente militar, no hizo el menor esfuerzo para que el permaneciera con los restauradores. De haberlo apoyado Luperón en esa oportunidad, lo mas probable es que  Duarte hubiera permanecido en el país.
   
Ahora, a finales de 1875, Duarte estaba ya postrado en cama, para siquiera pensar en un viaje de regreso.

FOTOGRAFÍA DE DUARTE.-
Para 1873 Duarte contaba 60 años de edad y no había fotografía suya a ninguna edad, pues una foto que se había hecho en Barcelona a los 17 años, había desaparecido.
   
En Caracas  en esos días,  instaló su estudio un fotógrafo reconocido,  de nombre Próspero Rey.  Rosa Duarte, consciente de que de su hermano no había retrato o foto alguna, lo entusiasmó y llevó al estudio del fotógrafo en  Caracas. Duarte fue vestido con la ropa que habitualmente tenían esos fotógrafos en sus estudios y se le tomó la foto.
   
Diez años después, en febrero de  1883, José Prudencio Diez, tío materno de Duarte, trajo una copia grande de ese original para el ayuntamiento de Santo Domingo.
Esta es la foto que se conserva en el Archivo General de la nación. En ella se ve un Duarte demacrado, delgado, con la corbata de lacito torcida. No es una foto que inspira  a los jóvenes ni a nadie a seguirlo, o nos dá una idea del Duarte vigoroso en su juventud, cuando  era panfletero con Serra.

sábado, 11 de mayo de 2019

Duarte, Meriño y Tejera

Duarte, Fernando A. Meriño y Emiliano Tejera

Julio M. Rodríguez 
Julio M. Rodríguez
Julio M. Rodríguez | ACTUALIZADO 10.05.2019 - 7:10 pm
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JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (LXXXX)

Duarte era un desconocido, cuando regresó a ofrecer sus servicios a los restauradores en marzo de 1864, con quienes no pudo conectarse por la diferencia de edad y el curso de los acontecimientos, pero su nombre si se conoció a partir de entonces en el país y dos personajes  de nuestra historia se relacionaron, con el a su regreso a Caracas en 1864.
   
Fueron  ellos Fernando A. Meriño y Emiliano Tejera.

FERNANDO ARTURO DE MERIÑO (1833-1906).-

Hecho jefe de facto de la Iglesia Católica Dominicana por Santana en  1859, se peleó con el, al protestar vigorosamente desde el  púlpito la anexión a España en 1861.
Tuvo que salir al exilio y la Iglesia cayó durante los años de la anexión en manos del Arzobispo Monzón, traído de España, quien nunca entendió a que país había venido a parar.
   
Al obtenerse de nuevo la independencia, Meriño regresa y es hecho Pte de la Asamblea Constituyente  y el 8 de noviembre de 1865, es  ante el,  que tiene que juramentarse Baez como Presidente de la recién restaurada Republica .Dominicana. Meriño pronuncia entonces su famoso discurso, echándole en cara a Baez, su falta de patriotismo.
   
De nuevo tiene que partir para  el exilio y ahora  en 1866 se dirige a Caracas a conversar con Duarte. Es entonces cuando se entera de los pormenores de la formación de la sociedad trinitaria y la lucha de Duarte para lograr la independencia nacional.
A partir de entonces es Meriño, el promotor  de todas las manifestaciones  en favor del  reconocimiento a la obra de Duarte. Es el quien logra que se traigan sus restos en 1884 y pronuncia el discurso de orden en la colocación de ellos  en la catedral.
   
Es el también, quien al cumplirse los cincuenta años de la fundación de la Repúiblica en 1894, promueve a Duarte como el padre de la patria y que se le levante una estatua  en la  antigua Plaza Anacaona, frente al Convento de los Dominicos.
Nadie supera a Meriño, .en el fervor duartiano.
   
EMILIANO TEJERA.- (1841-1923)
Hijo del fundador de la sociedad trinitaria Juan Nepomuceno Tejera, fue como su padre un gran patriota. Se opuso a la anexión a España realizada por Santana, escribiendo artículos en periódicos dominicanos de la época y enviándolos a España, donde eran comentados por figuras como Emilio Castelar, causando gran conmoción .allí. .Fue exiliado, instalándose en Caracas, desde 1863, donde entabló amistad con Duarte, a quien visitaba con frecuencia y quien se encontraba  en esa ciudad,  desde el 8 de agosto de 1862.
   
Emiliano Tejera siguió combatiendo  la anexión con  la pluma desde Venezuela, escribiendo en los periódicos caraqueños el Federallsta y el Constitucional.
   
Regresó al país al terminar la anexión y formaba parte de la Asamblea Constituyente de la cual Meriño era Presidente en noviembre de 1865.
   
Meriño fue enviado al exilio por su discurso y Tejera a la cárcel por solidarizarse con  ese discurso. Salió de la cárcel al caer Baez y continuó su lucha contra los separatistas rojos.

Siempre fue  aliado de los azules y fue secretario de Meriñó por muchos años. Fue quien llevó la propuesta al congreso nacional en 1894, proponiendo la estatua a Duarte.
Fue partidario de Lilís, quien lo apreciaba   mucho y buscaba sus consejo con frecuencia. Desaparecido este, entonces se hizo horacísta y también Mon Cáceres lo estimaba sobremanera y seguía sus consejos.

Se considera a Don Emiliano, como el alma de la convención dominico americana de 1907 que fue al parecer la única forma de solucionar el problema del endeudamiento en que dejó al país Lilís, aunque cercenaba la independencia nacional, al colocar las aduanas en manos norteamericanas.

Ya entrado en años, fue colocado en la Presidencia de la Unión Nacional Dominicana por Américo Lugo, como emblema nacionalista, por su conexión con Duarte,  para combatir la intervención americana del país de 1916-24.

sábado, 4 de mayo de 2019

El Confreso de Lima 1864-65

El congreso de Lima 1864-65

Julio M. Rodríguez 
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Julio M. Rodríguez | ACTUALIZADO 03.05.2019 - 7:40 pm
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JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (LXXXIX)
                                                                   
Este congreso también llamado 1er Congreso Americano, fue una reacción de los países latinoamericanos a la creciente agresividad de las potencias europeas,  aprovechándose de la guerra civil estadounidense (1861-65), que impedía a este país aplicar la doctrina de su Presidente Monroe de 1824.  Se reunió en el edificio de la cancillería peruana en Lima, del 28 de octubre de 1864 al 13 de marzo de 1865.
   
La ocupación francesa de México, la anexión a España de la Republica Dominicana y la ocupación española de las Islas Chincha del Perú, junto con actitudes agresivas hacia Argentina y otros países,  que ocurrieron en estos años, fueron las acciones que provocaron este intento de una .alianza de los países de hispanoamérica.
   
La declaración de Monroe en 1824, estaba respaldada por una marina de guerra norteamericana que inspiraba respeto a las potencias europeas. Esta Marina de Guerra (Navy) había sido habilitada  por Jefferson en 1804,   para reprimir unos piratas marroquíes en el Mar Mediterráneo, a quienes las potencias europeas no se atrevían a desafiar  y le pagaban tributos para que no asaltaran las embarcaciones de sus países.
   
Jefferson organizó una flota que las atacó y cañoneó Trípoli en 1804 y se obtuvo una paz transitoria, pero los actos de piratería  se reanudaron y en 1815, terminada la segunda guerra con Inglaterra,  siendo ahora Madison presidente de los USA, una flota americana atacó Algeria y obligó a un acuerdo que puso fin a las actividades  de piratería en el Mediterráneo, contra embarcaciones americanas, pero persistían contra las de otras naciones, por lo que en 1816, una fuerza naval combinada inglesa y holandesa,  bombardeo de nuevo Algeria y  obtuvo .un cese de la piratería, que se reanudó no obstante, unos años después y entonces los franceses en 1830, invadieron y ocuparon Algeria, terminándose así definitivamente, la piratería cerca de la costa del norte de Africa en el Mediterráneo.

Duarte se enteró del Congreso de Lima a principios de enero de 1865, por carta de Rodriguez Objío, que era el Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Gaspar Polanco  y quiso participar, pero necesitaba cartas credenciales del gobierno restaurador, que no le fueron enviadas, porque el gobierno de Polanco cayó poco después en ese mes de enero y por lo tanto el no pudo aparecerse a este foro internacional, a denunciar la ocupación española de su país,  aunque ya para esos días había caído el gobierno de O’ Donnell en España, se habían reducido después de diciembre de 1864, los combates en territorio dominicano y se tramitaba la terminación de la anexión de la Republica Dominicana en el gobierno español.
   
Este congreso de Lima no fue exitoso.
   
Asistieron representaciones de Venezuela, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, El Salvador y Guatemala.
   
Las naciones latinoamericanas estaban divididas por disputas territoriales, la mas notable entre Chile y Bolivia, además de diferentes ideas sobre como reaccionar ante lo que ocurría. Manuel Montt Torres de Bolivia, fue elegido su presidente y la agenda elaborada para el congreso fue   la siguiente:

1.- Declarar que los pueblos americanos forman una sola familia con identidad de miras
      e intereses 2.- Ajustar una convención postal americana
3.- Proporcionarse entre si datos referentes a riqueza, población, medidas defensivas,   
      etc.   4.- Poner fin a las disputas limítrofes  5.- Sustituir la guerra por el arbitraje
6.- Lograr castigos morales para los que, traicionando la patria americana, atacasen su
      independencia

El congreso aprobó un tratado de  comercio  y navegación y otro postal.
   
Seis, de los ocho países asistentes, aprobaron  un tratado de arbitraje obligatorio y otro de alianza defensiva, pero ninguno de los tratados acordados  fueron  ratificados por los países asistentes, excepto Venezuela.