sábado, 27 de julio de 2019

Bien por Danilo

Bien por Danilo ahora le toca Leonel

Julio M. Rodríguez 
Julio M. Rodríguez
Julio M. Rodríguez | ACTUALIZADO 26.07.2019 - 5:22 pm
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Finalmente se despejó la incógnita sobre si el presidente Danilo Medina intentaría reelegirse por segunda vez consecutiva, modificando la constitución para esos fines.
Muchos, con el historial  en nuestro país, que se remonta al primer presidente Pedro
Santana, quien forzó una modificación de la primera constitución a su conveniencia, para instalar su dictadura, mal ejemplo que ha sido imitado por la mayoría de los gobernantes que le han seguido, pensaban que esto ocurriría de nuevo; pero no, el Presidente  Medina decidió que había que dar un ejemplo y respetar la constitución, para que no siguiera considerándose un pedazo de papel, que se modifica a conveniencia del que está arriba.

Si nuestra incipiente democracia ha de fortalecerse, como lo necesita, el primer paso es ciertamente respetar la constitución y el Presidente Medina lo ha dado, con su decisión de no intentar re-elegirse en este momento..

Me parece que el pospuso esa decisión hasta el último minuto, porque de haberlo hecho antes, se hubiera quedado  sin personas para gobernar, pues gran parte  de sus seguidores se hubieran  ya marchado hacia otras opciones, para seguir  en la papa, que es lo que busca, buena parte de los que van a ocupar cargos gubernamentales, que llegan ahí con la intención de “hacerse” y no pasar de pendejo, como suele llamarse aquí, a los que desempeñan sus funciones honestamente.
   
Por otra parte, pienso que Danilo, quien habrá gobernado por ocho años el país (2012—2020), no debe intentar volver a la Presidencia, sino ver como con su conducta fortalece su partido, apoyando candidatos que el considere  aptos, para ocupar  la posición que dejará vacante el año próximo.  ¿Y  que decir del Dr. Leonel Fernandez?
           
Leonel ha gobernado el país por tres períodos de cuatro años, un total de 12 años,  1996-2000 , 2004-2008 y 2008-2012. Me parece que ahora sería el momento oportuno para abandonar  sus aspiraciones presidenciales y al igual que Danilo, dedicarse a actividades que fortalezcan institucionalmente  su partido.
           
Pienso que es el momento para que surjan nuevos liderazgos dentro del PLD y se produzca allí un reordenamiento de fuerzas,  basado en la calidad de las personas y la labor que hayan desarrollado dentro del partido. Hay dirigentes del PLD   que han estado luchando dentro del partido desde su fundación en 1973 y que para el 2020, tendrán 47 años de labor política ininterrumpida. Me parece el 2020 sería el momento para esos señores retirarse  y dar paso a un nuevo liderazgo, a quienes deben infundir las ideas de Juan Bosch y de su ejemplo de vida honrada, de la  que me parece,  se han apartado una buena parte de las figuras que han ocupado  posiciones  relevantes en el gobierno, en años recientes.

Desde  1978, el país ha tomado la ruta democrática, que las artimañas electorales del Dr. Joaquín Balaguer pusieron en peligro en 1994, en que se vió obligado a recortar su período a dos años y no poderse candidatear en las elecciones de 1996.
           
La institucionalidad democrática se ha fortalecido con la elección del actual presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Dr.Julio Cesar Castaños, quien está dando demostraciones de imparcialidad en el ejercicio de sus funciones,  que ha estado realizando  con la transparencia que esa posición demanda.
           
Corresponde a los partidos políticos, contribuir a esta institucionalidad, observando una conducta respetuosa hacia la JCE.
           
Finalmente diremos, que no optar por una nueva reelección, ha sido un paso correcto de parte del Presidente Medina, en el fortalecimiento de nuestra democracia.  Si el ex Presidente Fernandez, depone ahora sus aspiraciones  a un cuarto período presidencial, permitiría el surgimiento de nuevos líderes dentro del PLD y una renovación de sus cuadros dirigenciales. Me parece es el momento oportuno para eso.
El Presidente Medina ha dado el primer paso, le toca ahora al Dr. Leonel  Fernandez dar el segundo.

sábado, 20 de julio de 2019

Duarte y la posteridad

Juan Pablo Duarte. Su vida y su obra (LXXXXVI)

Julio M. Rodríguez 
Julio M. Rodríguez
Julio M. Rodríguez | ACTUALIZADO 19.07.2019 - 6:25 pm
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DUARTE Y LA POSTERIDAD.-

Después de  su muerte, los restos de Duarte fueron traídos a su patria, el  27 de febrero de 1884 y solemnemente depositados en una urna  en la catedral primada de América.
   
En la catedral ya habían sido  depositados los restos de Sanchez y  los de Mella serían depositados en 1891.
 
Al aproximarse 1894, con motivo del cincuenta aniversario de la independencia nacional, el Arzobispo Meriño y Emiliano Tejera, reiniciaron un movimiento, que previamente había comenzado Pedro Valverde y Lara, para que se construyera una estatua a Duarte, lo que equivaldría a considerarlo, el Padre de la Patria.

Era la época de la tiranía de Lilís (1887-1899) y el hijo de Sanchez, de su matrimonio con Balbina Pëña, Juan Fco Sanchez (1852-1932) era un personaje influyente en ella, ocupando ministerios y otras funciones importantes en el gobierno. Al morir su madre, Balbina Peña de Sanchez en 1895, Juan Fco logró que sus restos fueran sepultados en el Panteón de la Paria, donde aun reposan. Juan Fco pensaba que el honor de Padre de la Patria  correspondía a su padre y se inició una polémica al respecto.
           
Fechada el  23 de octubre de 1893, Juan Fco dirigió una carta pública a Felix María Delmonte, un reconocido duartista, aunque fuera separatista  y que para zanjar la disputa, terminaba diciendo:

“…sería mas conveniente dejar unidos e igualados en la tumba, a los que quisieron ser iguales e inseparables en vida.y que la posteridad ilustrada con los hechos y de las circunstancias de cada uno de nuestros grandes hombres, sea la que venga a determinar el puesto que deban ocupar gradualmente, y en  la conciencia y en la gratitud de sus conciudadanos”
     
En realidad, en vida, Sanchez  nunca se consideró ser igual a Duarte y siempre lo reconoció  como su mentor y guía.
   
Lilis tenía gran respeto por Mella, a quien conoció   cuando era un muchacho en Puerto Plata y este era comandante de la fortaleza San Felipe allí  y mas tarde lo vió actuar  durante la guerra de la restauración. Cuando la polémica desatada en 1893, llegó hasta su despacho, el, habilmente decidió enviar el asunto al congreso nacional, para que fuera este quien resolviera sobre ella, así que el congreso, el 11 de abril de 1894, para complacerlo, emitió una resolución diciendo: “Construir por cuenta del estado un monumento  alegórico impersonal, vaciado en bronce  y que simbolice la idea de la independencia nacional. Este monumento será erigido en la plaza llamada Independencia. En las faces del monumento se grabarán los nombres de los esclarecidos  próceres Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sanhez y Ramón Mella.
           
Sin embargo, esta resolución no terminó la disputa, que era realmente entre Sanchez y Duarte, por lo que dos semanas después,  el  25 del mes señalado, el congreso emitió una segunda resolución al respecto diciendo: “Conceder  a la iniciativa individual, la facultad de erigir estatuas a los próceres Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sanchez, sin que esa autorización determine primacías entre ellos. Conceder igual facultad para que puedan realizarse análogas apoteosis, en honor de todos los próceres de la independencia nacional”.
   
La polémica se resolvió por si sola.
No se construyó  ningún monumento con el nombre de los tres próceres grabado en las faces , no se construyó tampoco  ninguna estatua a Sanchez, ni a  ningún otro héroe o prócer de nuestra independencia, solo la iniciativa de Pedro Valverde y Lara, apoyada por Meriño y Tejera, continuó vigente y se crearon diversos comités para haciendo colectas populares particulares, construir la estatua a Duarte, que finalmente realizó el escultor italiano, Arturo Tomagnini y se inauguró, 36 años después, en la antigua  Plaza Anacaona, frente al Convento de los Dominicos, en Santo Domingo, el  16  de julio de 1930, donde aún permanece.

Trujillo, que ya había asaltado el poder el 16 de mayo anterior, no asistió a este acto, ni construyó  ninguna estatua a Duarte, Sanchez, Mella, o  ningún  otro personaje de nuestra historia,  que no fuera a su persona, durante su larga tiranía de 31 años.