lunes, 30 de julio de 2018

Duarte en Puerto Plata


ESPECIAL PARA LA INFORMACION                                       AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com         JUAN PABLO DUARTE SU VIDA Y SU OBRA (LXV)
                                                                         Julio M. Rodriguez Grullón
DUARTE EN PUERTO PLATA.-
En Puerto Plata Duarte tenía tres grandes admiradores:
1)     El Padre Dr. Manuel Gonzalez Regalado Muñoz, cura párroco de la ciudad y gran orador.
2)     El Gral Antonio Lopez Villanueva, ya bien entrado en años y quien lo seguía incondicionalmente.
3)     El comerciante Pedro Dubocq, quien aunque no había nacido en nuestro país, pues provenía de una de las pequeñas islas del Caribe que nos rodean , la mas probable Martinica, pero quien demostró poseer un amor por la dominicanidad que le faltaba  a muchos dominicanos de nacimiento, .comenzando por los separatistas.
        Es Dubocq, una de las personas mas importantes de estos tiempos en la novia del Atlántico, pues fue unos años después, quien sacó a Luperón de las calles de la ciudad, donde era un joven pobre que luchaba para sobrevivir con su madre  y cuando tenía 15 años, se lo llevó a su finca en Jamao, lo hizo capataz de sus obreros , pues le vió condiciones  de líder y lo introdujo a su biblioteca, donde el joven se culturizó.
          No me cabe la menor duda de que fue Dubocq quien le inculcó a Luperón su respeto por Duarte y su patriotismo que lo caracterizó por el resto de sus días.
         Fue frecuente ya en la década de los 1880, ver a Luperón y Dubocq, pasearse por las calles de Puerto Plata, en amigables conversaciones.
            Duarte partió desde Santiago para Puerto Plata a caballo, el 8 de julio de 1844, con su comitiva que le acompañaba desde Santo Domingo y tomó la ruta de La Laguna ( hoy Villa Gonzalez)  pernoctando  en Navarrete.
            Al día siguiente se internó en la cordillera septentrional pasando por Altamira y llegó en la  noche a Bajabonico (hoy Imbert) donde durmió. Desde este lugar salió para Puerto Pata donde llegó el día 10 y fue recibido con homenajes parecidos a los de La Vega el 25 de junio y en Santiago el 4 de julio.   En la iglesia parroquial de Puerto Plata, Duarte fue colocado en el presbiterio junto a Lopez Villanueva y Dubocq, donde escuchó el solemne Te Deum oficiado por Regalado Muñoz y su sermón elogiando su figura.
            El Dr. Pedro Troncoso Sanchez recoge en la pag 322 de su Vida de Juan Pablo Duarte de la Colección Duartiana del Instittuto Duartiano, 2002, el siguiente párrafo de este sermón a los allí  presentes:
            “su reconocimiento, adhesión y gratitud hacia el mas sano de corazón y devoto de pensamiento de los libertadores de América, ungido  por la providencia para hacer puro y fraterno el sentimiento de los dominicanos y conducir al extraviado destino de la República, por los santos caminos de la fe divina y el amor a los sagrados fueros ciudadanos.”.
            A seguidas, ese 10 de julio de 1844, pasaron Duarte y sus acompañantes al salón del ayuntamiento donde el Gral Lopez Villanueva entregó al recién llegado, el acta de pronunciamiento de los puertoplateños, para que ocupara la presidencia de la República. Regalado Muñoz tomó de  nuevo la palabra para decirle:
            “No desmayar en sus virtuales propósitos de salvar la República encomendada desde aquel momento a su honradez y patriotismo, sin ceder a sus credenciales de único elegido para conducir gloriosamente los destinos  de la tierra recién liberada.”
            Duarte debió  sentirse en posición embarazosa nueva vez y al igual que a Mella en Santiago tener que explicar que antes de tener un presidente era obligatorio dar los pasos de una constituyente y luego proceder al elegir un Presidente.
            Su adhesión a este proceso solo servía para desilusionar aquellas personas llenas de buena fe, pero carentes de cultura política  y de las consecuencias de tener un presidente por aclamación y no por un proceso constitucional.
Al responder a estas peticiones, Duarte pronunció una de sus expresiones mas elocuentes y hermosas , que reproduciremos mas adelante.
           

lunes, 23 de julio de 2018

Santana dictador


ESPECIAL PARA LA INFORMACION                                       AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com         JUAN PABLO DUARTE SU VIDA Y SU OBRA (LXIV)
                                                                         Julio M. Rodriguez Grullón
SANTANA DICTADOR.-
Los duartistas se dividen.-
Durante la ausencia de Duarte de agosto 1843 a marzo 1844, el núcleo dirigencial que mantuvo viva la llama de la revolución independentista fueron Sanchez, Mella, Jimenes, Vicente Celestino Duarte y José Joaquín Puello.
Mella, algo alejado del grupo,  fue quien hizo los arreglos para el grito de febrero y las cosas resultaron bien.
Pero ahora el alejamiento de Mella y  Duarte en Santiago, tuvo  resultados negativos y además hizo que en Santo Domingo se distanciaran Puello y Sanchez, al Puello  decidir no resistir a Santana. Entonces Manuel Jimenes decidió, al igual como . había hecho  Esteban Roca, pasarse al bando Santanista.
El se adelantó a darle la bienvenida a Santana a San Cristobal y entró junto a el y los hateros seibanos en la ciudad.. Es por esta razón que Jimenes no es apresado, ni enviado al exilio con los demás líderes trinitarios y mas adelante, Santana lo hizo Secretario de las Fuerzas Armadas. Posteriormente, al Santana decidir abandonar la Presidencia en 1848, Jimenes resultó  ser el segundo Presidente de la República.
De las actividades de Vicente Celestino Duarte en estos días, no hemos encontrado rastro en ninguno de los historiadores que hemos revisado pero fue encerrado y luego exiliado también por Santana..
El 12 de julio de 1844, Pedro Santana al frente de unos 2,000 soldados, fieles a su persona, cruzaron la Puerta del Conde, con aire festivo, despliegue de banderas  y sin ser molestados, ingresaron a la ciudad. Santana  visitó brevemente la Junta Central Gubernativa y enseguida acompañado de su estado mayor, fue a entrevistarse con Saint Denys.
Al día siguiente se montó un espectáculo en la plaza de armas, hoy parque Colón,  donde se formaron unos 4 mil soldados, pues a los llegados el día anterior, se les sumaron mas soldados del ejército del sur, que habían quedado en San Cristobal, mas los soldados seguidores de Puello, de quien Saint Denys dice “siempre dispuesto y humilde ante la fuerza, se  puso inmediatamente a la disposición de Santana, de quien no se separa ni un minuto desde ese momento”. (ver carta de Saint Denys a Guizot, de fecha 29 de julio, 1844)
En medio de este despliegue militar, se proclamó al General  Pedro Santana, Presidente de la Republica Dominicana, con poderes dictatoriales a nombre del ejército y el pueblo. Además de los vítores al nuevo líder, se oían voces de … Abajo la Junta.!!
            No hay que ser muy perspicaz para comprender que la mano de Saint Denys estaba detrás de todo esto. En la carta señalada, el refiere que “Despues de la revista, Santana, hábilmente, hizo que sus seibanos ocuparan la Fortaleza y todos los puestos militares de la ciudad”. Esta proclama de un presidente, sin haberse aprobado previamente una constitución, estaba en contra de todos los planes de Duarte y de su proceder, consecuente  con su firme convicción, de los pasos previos, que necesariamente debían darse, antes de que tuvieramos un presidente y lo dijo claramente aquí en Santiago cuando exclamó que, la Junta Central Gubernativa era la autoridad en el país, hasta que se dieran los pasos señalados y entonces se eligiría  un Presidente.
Después de su proclamación como Presidente, lo que de facto reemplazaba la JCG al frente de los asuntos del país, quiso Santana realizar una reunión conciliatoria con ellos, produciéndose entonces  escenas tumultuosas, entre los seguidores de Santana y los trinitarios devotos de Duarte, particularmente con José Joaquín Perez.
Para el 18 de julio  ya estaban en prisión Sanchez, Vicente Celestino Duarte y su hijo Enrique, Manuel María Valverde, José Díez y todo un grupo mas de reconocidos duartistas.
            Mientras esos hechos ocurrían en la capital, Duarte se encontraba en Puerto Plata, ajeno a lo que allí tenía lugar. En Puerto Plata  nuevamente fue  proclamado Presidente de la Republica y otra vez se vió obligado a rechazarla.



sábado, 14 de julio de 2018

Saint Denys amedrenta a Jose Joaquin Puello



                                                          DUARTE LXIII

SAINT DENYS AMEDRENTA A JOSE JOAQUIN PUELLO.-
           
La rebelión de Pedro Santana contra la Junta Central Gubernativa (JCG) dominada por los duartistas independentistas, fue coordinada con el cónsul francés Saint Denys, quien se aseguró de que en esos días estuvieran  fondeados en el puerto de Santo Domingo, tres barcos de guerra de la escuadra francesa en el Caribe, la Naiade, el Styx y el  Euryale, apoyando la separación dominicana de Haití.
            Aunque para cuando Santana se acercó a la muralla que rodeaba a  Santo Domingo, la Naiade había tenido que partir, la presencia de los otros dos barcos era suficiente para los propósitos de Saint Denys.
            La presencia de estos barcos allí, se pensaba que era importante para que los haitianos vieran que Francia apoyaba lo que habían hecho los dominicanos y desistieran de futuras invasiones a nuestro territorio.
            En el momento oportuno, Saint Denys amenazaría con retirar esos barcos y también marcharse el mismo con su consulado, para demostrar que Francia nos abandonaba.
            Como hasta ese momento, esa era la única representación diplomática presente en el país, esto se consideraba algo negativo para la subsistencia de la Republica Dominicana.
            De inicio, al saber de la rebeldía de Santana y su marcha hacia Santo Domingo, contra la JCG , Puello dijo que Santana viniera preparado para enfrentarse a los cañones que defendían la ciudad, así como a las tropas de que el disponía bajo su mando. Que unicamente  si venía solo, podía el caudillo seibano, entrar en la ciudad.
            Es ese momento cuando entra  en acción el cónsul Saint  Denys.
            En enojosas conversaciones con Sanchez y Puello por separado, su retórica convenció a Puello, de que si resistía a Santana, se marcharía de la ciudad, así como los dos barcos que apoyaban a los dominicanos  fondeados en el puerto y Puello…… fue amedrentado.
El militar profesional con que contaba la naciente Republica Dominicana en ese momento crítico, decidió no enfrentar a Santana.
            Es aquí cuando la ausencia de Duarte de este ambiente se hace mas notoria.
            Recordemos que a diferencia de Sanchez, Puello y los demás líderes independentistas del momento, Duarte no le hablaba a Saint Denys. El no visitó jamás su consulado y todos los señalamientos  que sobre el hace el cónsul francés, las sabía por referencias.
            Le hubiera resultado imposible a Saint Denys convencer a Duarte de no enfrentar a Santana y Puello obedecía a Duarte ciegamente y aunque Duarte solo utilizaba la violencia cuando estaba en peligro la independencia nacional, el lo hubiera captado inmediatamente y actuado en consecuencia.
            Pero las cosas sucedieron de tal forma, que favorecieron a los separatistas (afrancesados en este momento) y su dirigente francés, interesado en realzar su carrera diplomática.
            Debemos también destacar, que a diferencia de Duarte en su viaje por el Cibao, a su paso por las poblaciones del sur, nadie aclamaba o pensaba que Santana podía ocupar le Presidencia de la nueva República.
            El rudo hatero seibano carecía de la cultura  o realizado la labor patriótica de Duarte..
            Su mentalidad era primitiva, como señalara Saint Denys en carta a Guizot, diciendo que el manejaba a sus peones con mentalidad de señor feudal.
Pero esos peones se habían transformado repentinamente en soldados y los soldados profesionales de los antiguos batallones haitianos 31 y 32, estaban detrás de la muralla que protegía la ciudad de Santo Domingo y su jefe había sido convencido de no ofrecerles resistencia.
Y como ocurría cuando Duarte no estaba entre ellos, ante la crisis surgida, los duartistas, se dividieron.

sábado, 7 de julio de 2018

Santana desobedece la JCG y marcha sobre Santo Domingo


ESPECIAL PARA LA INFORMACION                                       AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com         JUAN PABLO DUARTE SU VIDA Y SU OBRA (LXII)
                                                                         Julio M. Rodriguez Grullón

SANTANA DESOBEDECE A LA JUNTA CENTRAL GUBERNATIVA Y MARCHA  SOBRE SANTO DOMINGO

La Junta  Central Gubernativa (JCG) había sido desde el inicio de la república, el 27 de febrero de 1844, el organismo rector de la política dominicana.
Fue establecido así en el Manifiesto del 16 de enero de ese año y fue obedecida por todos en diversas circunstancias,  hasta que Santana la desobedeció  el  3   de julio de 1844.
Aunque no estaban definidas las condiciones para ser miembro de ella, ni el proceso para acceder a integrarla, ciertamente que ella reflejaba la opinión de las mayorías en la ciudad de Santo Domingo  La impresionante llegada del cónsul francés Saint Denys, el 13 de enero,  había dado gran impulso a la idea separatista y en ausencia de Duarte, ellos dominaban  la situación La noche el 27 de febrero,  los trinitarios los sorprendieron y Sanchez fue designado Presidente de ella, pero tan pronto estos se repusieron de la sorpresa, Bobadilla fue designado presidente y tomó posesión de su cargo el 2 de marzo, que era la fecha que se conmemoraba inicialmente como el comienzo  de la Republica Dominicana,  no el 27 de febrero, por eso Maria Trinidad Sanchez fue fusilada ese día en 1845, porque para  los separatistas, esa fecha no significaba nada.
A su regreso el 15 de marzo, Duarte fue hecho de inmediato miembro y muchos pensaban que debió ser designado Presidente, pero el prefirió por el momento, ser solo miembro.
Duarte dió un ejemplo de obediencia a ella en Baní, a finales de marzo, (a pesar de que sus ordenes lo contrariaban), consciente como estaba de la importancia de acatar las ordenes de la autoridad civil legalmente constituida del momento. Ahora bien, la labor tesonera de Duarte en favor de la independencia, junto a las victorias militares de 19 y 30 de marzo sobre los haitianos, habían hecho  que la idea independentista retornara a ser la  predominante, pero Bobadilla se negaba a aceptar este cambio  en la opinión pública y por eso  Duarte, a pesar de que habitualmente rechazaba la violencia como método de proceder y solo la aceptaba cuando estaba en juego la independencia nacional,  se vió obligado a anarquizar  la asamblea  del 26 de mayo, donde Bobadilla quería forzar la aceptación del Plan Levasseur y luego a ejercer presión, mediante un movimiento popular, para regresar a Sanchez a su presidencia.
Como Bobadilla se negaba a aceptar  ser desplazado, salió de ella  junto a Caminero y  optó por tomar el y sus mas cercanos colaboradores,  esconderse  o refugiarse en el consulado francés. Entonces Duarte incluyó tres de los suyos, Pina, Perez y Valverde en ella y los duartistas tomaron el control  del organismo.
            Jamás se le ocurrió a Duarte, que Santana desacataría una orden emitida por esta JCG, después que el le había dado el ejemplo en marzo, de obedecer la JCG aunque sus ordenes le contrariaran, pues eso significaba colocar el país bajo el poder del sable o la fuerza en vez de la razón. Pero la mente primitiva de Santana no captaba esas cosas.
El le había asegurado  a  Saint Denys en marzo, antes de partir para Azua, que  el estaba de acuerdo con el protectorado y ahora lo iba a demostrar, en una acción de fuerza, coordinada con este.
            Así que cuando la JCG presidida por Sanchez, decidió aceptar una petición de licencia por enfermedad que el había solicitado y  envió al Coronel Esteban Roca a Azua, para que este le entregara el mando de la tropa y se retirara a atender su supuesto quebranto de salud, se dió inicio a un drama que echaría  por el suelo, las bases legales sobre las cuales se había gobernado el país hasta ese momento. Se montó un show en el cual   el ejército del sur, con los hateros seibanos a la cabeza, se negó a aceptar la separación de su jefe del mando y entonces, bajo sus órdenes, se puso en marcha sobre la capital.
            Esteban Roca fue el primero en pasarse a su bando.