ESPECIAL PARA LA INFORMACION AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com LA CIUDAD SANITARIA DR. LJIS E. AYBAR Y
LA NUEVA SITUACION POLITICA
DR. JULIO M RODRIGUEZ GRULLON
A finales del
año 2012, un recién elegido Presidente
Danilo Medina, visitó el viejo Hospital Dr. Luis E. Aybar, que tenía para esa fecha 66 años de construido,
pues lo había hecho Trujillo en 1946 y le había puesto el nombre de Dr. William
Morgan, un destacado médico norteamericano de la época.
Al caer la tiranía
trujillista en 1961, en la oleada
de cambios de nombres que se desató, le fue cambiado el nombre, por el de Dr. Luis E. Aybar, un prestigioso
cirujano dominicano. El pueblo le siguió llamando el Morgan.
A este “morgan” se le
habían agregado anexos como pediatria y obstetricia en el año 1975 y también se
le habían realizado varias veces, reparaciones a su estructura original.
El hospital obedecía
a un modelo ya desfasado, con salas de
mas de doce enfermos, sin privacidad.
Así que un grupo de
médicos del hospital, le dijimos al Presidente, que ya el hospital no aguantaba
mas “remiendos” y que lo mejor era
destruirlo y que se construyera uno nuevo, siguiendo los nuevos lineamientos para
este tipo de establecimientos de salud.
Al parecer esto
impactó al presidente, quien asintió y comenzaron los planes para el nuevo
hospital. Nosotros no hablamos de destruir los hospitales que
recientemente se habían construido
alrededor del hospital, como la Unidad de Quemados Pearl F. Ort y la Unidad de Salud Mental Dr. Ramon
Rey Ardid y que estaban funcionando sin problemas.
Para mi sorpresa,
estas dos estructuras también fueron demolidas, junto al viejo hospital, en
diciembre de 2014 y a todo el personal que laboraba en los tres hospitales, se le hizo la
promesa de que todos volverían a ocupar sus puestos de
trabajo, en las nuevas instalaciones que se construirían, cuando fueran
inauguradas.
Las demás unidades de
la Ciudad Sanitaria, el Centro Cardio
Neuro Oftalmológico y Trasplantes (CECANOT), el Centro de Gastroenterología y
El Centro de Educación Médica de Amistad Dominico Japonesa (CEMADOJA) no fueron
tocados.
Lo que se ha
construido, supera todas las expectativas que teníamos al respecto los medicos
que solicitamos un nuevo hospital; hay
un enorme hospital materno infantil (al cual se ha sugerido que se le ponga mi
nombre), un hospital clínico-quirúrgico,
un edificio para consultas, una nueva botica popular y nuevas estructuras para
patología.
En fin, una nueva
ciudad sanitaria, cuyo costo de construcción y equipamiento no se han dado a
conocer, pero que tiene que ser de muchos
miles de millones de pesos.
Pero
inesperadamente, las autoridades se han
olvidado de las promesas que hicieron al personal de las unidades destruidas y
no se habla se reintegrarlas a sus puestos de origen, en las nuevas estructuras
y peor aún, el hospital aparentemente se quiere privatizar, diciendo que solo
las personas que puedan pagar, sea con su dinero o con sus seguros, serán admitidos y esto ha
causado inicialmente estupor y ahora
indignación, entre todos nosotros.
Cuando todavía hay un
40% de la población sin cubrir por ningún seguro y cuando un 99% de la
población que rodea la ciudad sanitaria
no puede pagar sus costos de consulta o internamiento allí, es sencillamente un
crimen hablar siquiera de estas cosas.
Y como si esto fuera
poco, desde el punto de vista académico, se pretende desplazar a la Universidad
Autónoma de Santo Domingo, de su lugar que le corresponde en el uso de estas
instalaciones, en su condición de universidad del estado e ignorando los acuerdos existentes entre ella y el
Ministerio de Salud Publica, vigentes desde hace varias décadas.
Universidades
privadas mueven sus influencias, tratando de ser ellas, las que saquen ventajas
de esta nueva ciudad sanitaria.
Afortunadamente, un
nuevo gobierno tomará las riendas del país el 16 de agosto de 2020 y
aunque es previsible que el Presidente
Medina, hará algún tipo de ceremonia
inaugural y pondrá a funcionar alguna parte de los nuevos centros, antes de
entregar el poder, las nuevas autoridades, tienen que asegurarse que las promesas hechas en el año 2014, a los
empleados y personal de salud de la Ciudad Sanitaria sean cumplidas y además,
garantizar que estas nuevas formidables instalaciones sanitarias puedan ser utilizadas por los
habitantes de las zonas aledañas al hospital, tengan o no seguros de salud.
Es de rigor, que
estas autoridades darán prioridad desde el punto de vista académico, a la
Facultad de Ciencias de la Salud de la
Universidad Autónoma de Santo Domingo, como le corresponde, en su condición de
institución estatal, para desarrollar
sus programas de enseñanza en el área de la salud de los nuevos
hospitales.