Especial para La Información AYER Y
HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (II)
Julio M. Rodriguez Grullón
SU
MADRE.-
Manuela
Diez Jimenez era una seibana, hija de un español y una seibana como ella.
Nacida en 1786 no había cumplido aun los 15
años cuando se casó con Juan José Duarte, español como su padre. quien se ocupaba del negocio de corte y exportador
de maderas en la región este del país.
Doña
Manuela como muchas mujeres de su tiempo fue una mujer fértil, trayendo al
mundo un total de 10 hijos, de los cuales tres murieron en la infancia, como
ocurría con frecuencia, aun en familias de la clase alta de entonces , debido a
la alta mortalidad infantil en nuestro medio.
Era
una mujer hacendosa, consagrada a las tareas del hogar, atendiendo a sus hijos
y su esposo con gran ternura.
Su
cuarto embarazo produjo a Juan Pablo, a quien transmitió, como a los demás
hijos, las virtudes cristianas que lo guiarían durante toda su vida.
Que su cuarto hijo
fuera bautizado a los nueve días de
nacido, en la Iglesia de Santa Bárbara,
demuestra el arraigo católico en su familia.
De
sus siete hijos que llegaron a la mayoría de edad, solo Vicente Celestino el
mayor, nacido en Mayaguez, Puerto Rico, donde residió el matrimonio Duarte Diez
durante los primeros diez años de su unión, dejó descendencia.
Vicente
Celestino casó en Santo Domingo en 1822
con María T. Villeta, con quien procreó siete hijos, nacidos todos en
Santo Domingo, pero ninguno regresó al país, luego de ser expulsados a
Venezuela en 1845. De los hijos de Vicente Celestino, Romualdo, nacidó en 1833, casó en Venezuela con
Francisca Rodriguez Sanz y es de donde provienen los descendientes conocidos de
los Duarte Diez.
No
quedó descendencia en Santo Domingo de ellos, pues toda la familia fue enviada
al exilio en Venezuela, por Pedro Santana,
en marzo de 1845, después del fusilamiento de María Trinidad Sanchez, el
27 de febrero de ese año.
Esta
falta de descendencia de su familia en el país , perjudicó a Juan Pablo en el reconocimiento de su labor patriótica,
por la posteridad.
Doña
Manuela falleció en Caracas en 1858, a los 72 años de edad.
INFANCIA
DE JUAN PABLO EN SANTO DOMINGO.
Creció
en el área de la atarazana, donde estaba ubicado el negocio de su padre de almacén
de productos importados y de objetos que se confeccionaban para la marinería.
Hoy hubiéramos catalogado a Don Juan José como un
importador y también de mercader de objetos necesarios para la navegación de
las embarcaciones de la época.
Según
tradición, el aprendió este tipo de negocios en Cadiz, puerto importante de
España en el Atlántico, cercano a su lugar
de nacimiento, donde residía una tía suya, donde viviò antes de emigrar
hacia acá.
Era
el único importador en la ciudad, de unos 8 mil habitantes para esa época y le
fue muy bien, por lo que al crecer su hijo Juan Pablo y demostrar su
inteligencia, le interesó que aprendiera contabilidad para una mejor administración
del mismo.
La
educación de Juan Pablo fue difícil, en el medio en que crecía.
Los haitianos no
estaban interesados en la educación de los dominicanos y el analfabetismo
rondaba el 90% de la población. Apenas existían
escuelas formales y las personas que por
su tradición familiar, o de alguna otra manera, habían obtenido algún nivel de
instrucción, tenían escuelitas particulares y fungían de maestros de los
jóvenes, a cuyas familias les interesaba
se educasen lo mejor posible.
El
joven Duarte estaba en esa categoría. Sus primeras lecciones las obtuvo en la
escuelita de la Sra Montilla y de ahí
pasó a la del señor Aybar. Su inteligencia sobresalía siempre en el grupo de
compañeros estudiantes y su interés en el estudio era notable.