sábado, 26 de enero de 2019

Duarte llega a Montecristi y sigue para Giuayubín

Duarte llega a Montecristi y sigue para Guyayubín

Julio M. Rodríguez 
Julio M. Rodríguez
Julio M. Rodríguez | ACTUALIZADO 25.01.2019 - 6:11 pm
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JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (LXXVII)                              
                                                                                                
Finalmente, después de un viaje de 23 días, desde La Guaira en Venezuela, llegó Duarte a Montecristi, la mañana del 25 de marzo de 1864.
           
Benito Monción  lo recibe asombrado y todos se alborozan al reconocerlo y como Monción sabe que Mella está en lecho de enfermo en Guayubín, reúne ese día suficientes caballos, para que al día siguiente, el grupo de viajeros, a quienes acompañó personalmente, viajara hasta allí. Se piensa que el sitio donde pernoctaron Duarte y su grupo, esa noche del 25 de marzo de 1864, en Montecristi, era una casa ya desaparecida, donde estaba ubicada la gobernación provincial, en la actual calle Duarte, al lado de la casa que perteneció a Isabel Mayer.

Duarte llegó pues a Guayubín el 26 de marzo, donde vuelve a ver a Mella, 20 años después de los hechos en Santiago, de 1844. Lo encuentra enfermo con disentería y el mismo al día siguiente de su llegada, cae con otro de .sus ataques de fiebre. Los dos están acostados enfermos, en sendos catres, conversando sobre lo ocurrido en esos 20 años, pero el 28 de marzo, Duarte saca fuerzas suficientes para escribir una carta al gobierno de la Republica en Armas en Santiago.  Dice así:

Guayubín, 28 de marzo, 1864 y 21 de la independencia
Señores individuos del Gobierno Provisorio en Santiago.
           
Arrojado de mi suelo natal por ese bando parricida, que empezando por proscribir a perpetuidad a los fundadores de la República, ha concluido por vender al extranjero la Patria, cuya independencia juraron defender a todo trance, he arrastrado durante veinte años la vida nómada del proscrito, sin que la Providencia  tuviese a bien realizar la esperanza, que siempre albergó en mi alma, de volver un día al seno de mis conciudadanos y consagrar a la defensa de sus derechos políticos, cuanto aún me restase de fuerza y vida.
           
Pero sonó la hora de la gran traición,  en que el Iscariote creyó  consumada su obra, y sonó también para mi,  la hora de la vuelta a la patria: el Señor allanó mis caminos y a pesar de cuantas dificultades  y riesgos se presentaron en mi marcha, heme al fin , con cuatro compañeros mas, en este heroico pueblo de Guayubín, dispuesto a correr con vosotros , y del modo que lo tengáis a bien, todos los azares y vicisitudes que Dios tenga aún reservados a la grande obra de la Restauración Dominicana, que con tanto denuedo como honra y gloria,  habéis emprendido.
           
Creo no sin fundamento, que el gobierno Provisorio no dejará de apreciar, luego que me comunique con el personalmente, lo que he podido hacer en obsequio del triunfo de nuestra justa causa, y espero de su alta sabiduría, que sacará de  ello importantes y positivos resultados.
           
Dignaos aceptar los sentimientos de alta consideración y aprecio con que se pone a vuestras ordenes.                                                                                

el Gral Duarte
     
Esta carta es leída los 28 de marzo de cada año, como parte de su formación patriótica, a los estudiantes del Liceo Secundario de Guayubín, por el Instituto Duartiano, en colaboración con el Ministerio de Educación, exceptuando cuando la fecha cae dentro de la semana santa, por estar ellos de vacaciones.

Posteriormente al acto de la lectura de la carta, se realiza un desfile, hasta el parque de la ciudad, donde  se deposita una ofrenda floral, ante el busto del patricio.

Es un acto que se ha ido convirtiendo ya en tradición y que contribuye notablemente a promover el amor a la patria, los valores duartianos y la devoción a Duarte y Mella, en los habitantes del heroico pueblo de Guayubín, como lo llamara Duarte en su misiva.
 

sábado, 19 de enero de 2019

Nuestras estadísticas de salud no mejoran

Nuestras estadísticas de salud no mejoran

Julio M. Rodríguez
Julio M. Rodríguez
Julio M. Rodríguez | ACTUALIZADO 18.01.2019 - 7:22 pm
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Recientemente se han publicado las estadísticas de mortalidad infantil y muertes maternas en el país para 2018 y está claro que no hay diferencias significativas con las de los años precedentes, 2017 y 12016. A nuestro entender, la razón de esto es, que los esfuerzos que realizamos para disminuirlas, no son suficientes, ni están bien orientados.

En primer lugar, ya en diciembre de 1982, en  una convención sobre un Sistema Nacional Unico de Salud (SNUS) que organizamos desde la presidencia de la AMD, quedó bien claro que para costear un sistema de salud eficiente, se necesita gastar un 10% del PNB del país en atención médica. En esos días, nuestro gasto en atención medica no llegaba al 2% del PNB. Para nuestra sorpresa, recientemente, dirigentes del ahora  CMD,  han hablado de gastar el 4% del PNB en atención médica, cifra obviamente  insuficiente y tampóco hay manera de establecer cuanto se gasta actualmente en atención medica en el país, en relación al PNB.                                                                                  
              
En segundo lugar, los médicos no acabamos de entender la diferencia entre Asociación Medica Dominicana (AMD) y Colegio Medico Dominicano (CMD).
          
La AMD era un gremio de  militancia voluntaria que luchaba por el bienestar de los médicos y la mejoría de la salud del pueblo.
          
El CMD es una institución oficial, asesora del gobierno en materia de salud, a la que debe pertenecer todo aquel que ejerza la medicina en el país. No es una asociación voluntaria. Como tal, el CMD  tiene la obligación de velar por la calidad de la atención médica que recibe el pueblo dominicano, mediante el proceso de  certificación y recertificación médicas, que lleva a cabo directamente el CMD para los médicos generales y a través de sus sociedades medicas especializadas para los médicos especialistas.
          
Este proceso de certificación  y recertificación medicas, está aún en pañales, a pesar de que el CMD lleva ya mas de 15 años de establecido. Es obvio que para cumplir esto, el CMD necesita la colaboración material de las autoridades, pero no las presionamos para ello.
          
Es innegable que la falta de mejoría en las estadísticas de salud del país, está en parte relacionado con la calidad de la atención médica que recibe la población. La otra parte es los recursos disponibles para llevar esto a cabo, pero el CMD se conforma con decir que la falla de la mejoría en las estadísticas se debe a la falta de recursos disponibles para atender a los enfermos y  no se  preocupa por la calidad de la atención médica que ellos reciben, como es su deber.
          
En tercer lugar, la base del sistema de atención de salud tiene que ser la medicina familiar y comunitaria, donde a un médico se le asigna un segmento determinado de la población de una zona y este hace visitas periódicas a esos hogares, chequea el estado de salud de todos, las condiciones de la vivienda y los hábitos de vida de sus moradores, haciendo las recomendaciones de lugar y chequeando que se cumplan.
          
Si las residencias de medicina familiar y comunitaria no son de calidad, estos médicos no estarán bien preparados para cumplir con su misión.
          
Por otro lado, las ARS se aprovechan de la debilidad del sistema de certificación y recertificación medicas, para reglamentar ellas, a  su conveniencia, los tratamientos de sus afiliados que tienen que ser internados. Ellas también recompensan con una miseria,  a los médicos por sus servicios. Por .ejemplo,  una consulta privada de un médico especialista en la actualidad está alrededor de los tres mil pesos. Las tarifas de las ARS  no llegan a setecientos pesos por una consulta a ese especialista y encima de esto, tienen el atrevimiento de no reconocer los títulos de especialistas, emitidos por nuestras  residencias medicas acreditadas.

Finalmente, algo que me preocupa es, que después de saberse las estadísticas del 2018, la Dra. Raquel Pimentel, que ha tenido el coraje de decir la verdad sobre ellas, ha sido despedida de su cargo por “razones de salud”. Yo conozco a Raquel,  es una mujer joven, que luce saludable. ¿No será acaso que las estadísticas  de este año se conocerán  en el 2020, que es un año electoral y tienen obligao, que estar mejor que las de este año?.

nuestras estadisticas de salud no mejoran

Nuestras estadísticas de salud no mejoran

Julio M. Rodríguez 
Julio M. Rodríguez
Julio M. Rodríguez | ACTUALIZADO 18.01.2019 - 7:22 pm
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Recientemente se han publicado las estadísticas de mortalidad infantil y muertes maternas en el país para 2018 y está claro que no hay diferencias significativas con las de los años precedentes, 2017 y 12016. A nuestro entender, la razón de esto es, que los esfuerzos que realizamos para disminuirlas, no son suficientes, ni están bien orientados.

En primer lugar, ya en diciembre de 1982, en  una convención sobre un Sistema Nacional Unico de Salud (SNUS) que organizamos desde la presidencia de la AMD, quedó bien claro que para costear un sistema de salud eficiente, se necesita gastar un 10% del PNB del país en atención médica. En esos días, nuestro gasto en atención medica no llegaba al 2% del PNB. Para nuestra sorpresa, recientemente, dirigentes del ahora  CMD,  han hablado de gastar el 4% del PNB en atención médica, cifra obviamente  insuficiente y tampóco hay manera de establecer cuanto se gasta actualmente en atención medica en el país, en relación al PNB.                                                                                  
               
En segundo lugar, los médicos no acabamos de entender la diferencia entre Asociación Medica Dominicana (AMD) y Colegio Medico Dominicano (CMD).
           
La AMD era un gremio de  militancia voluntaria que luchaba por el bienestar de los médicos y la mejoría de la salud del pueblo.
           
El CMD es una institución oficial, asesora del gobierno en materia de salud, a la que debe pertenecer todo aquel que ejerza la medicina en el país. No es una asociación voluntaria. Como tal, el CMD  tiene la obligación de velar por la calidad de la atención médica que recibe el pueblo dominicano, mediante el proceso de  certificación y recertificación médicas, que lleva a cabo directamente el CMD para los médicos generales y a través de sus sociedades medicas especializadas para los médicos especialistas.
           
Este proceso de certificación  y recertificación medicas, está aún en pañales, a pesar de que el CMD lleva ya mas de 15 años de establecido. Es obvio que para cumplir esto, el CMD necesita la colaboración material de las autoridades, pero no las presionamos para ello.
           
Es innegable que la falta de mejoría en las estadísticas de salud del país, está en parte relacionado con la calidad de la atención médica que recibe la población. La otra parte es los recursos disponibles para llevar esto a cabo, pero el CMD se conforma con decir que la falla de la mejoría en las estadísticas se debe a la falta de recursos disponibles para atender a los enfermos y  no se  preocupa por la calidad de la atención médica que ellos reciben, como es su deber.
           
En tercer lugar, la base del sistema de atención de salud tiene que ser la medicina familiar y comunitaria, donde a un médico se le asigna un segmento determinado de la población de una zona y este hace visitas periódicas a esos hogares, chequea el estado de salud de todos, las condiciones de la vivienda y los hábitos de vida de sus moradores, haciendo las recomendaciones de lugar y chequeando que se cumplan.
           
Si las residencias de medicina familiar y comunitaria no son de calidad, estos médicos no estarán bien preparados para cumplir con su misión.
           
Por otro lado, las ARS se aprovechan de la debilidad del sistema de certificación y recertificación medicas, para reglamentar ellas, a  su conveniencia, los tratamientos de sus afiliados que tienen que ser internados. Ellas también recompensan con una miseria,  a los médicos por sus servicios. Por .ejemplo,  una consulta privada de un médico especialista en la actualidad está alrededor de los tres mil pesos. Las tarifas de las ARS  no llegan a setecientos pesos por una consulta a ese especialista y encima de esto, tienen el atrevimiento de no reconocer los títulos de especialistas, emitidos por nuestras  residencias medicas acreditadas.

Finalmente, algo que me preocupa es, que después de saberse las estadísticas del 2018, la Dra. Raquel Pimentel, que ha tenido el coraje de decir la verdad sobre ellas, ha sido despedida de su cargo por “razones de salud”. Yo conozco a Raquel,  es una mujer joven, que luce saludable. ¿No será acaso que las estadísticas  de este año se conocerán  en el 2020, que es un año electoral y tienen obligao, que estar mejor que las de este año?.

martes, 15 de enero de 2019

Los compañeros .de viaje de Duarte en 1864


 ESPECIAL PARA LA INFORMACION                                             AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com    JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (LXXVI)                             
                                            LOS COMPAÑEROS DE VIAJE DE DUARTE EN 1864
                                                    DR. JULIO M. RODRIGUEZ GRULLON
1.- Manuel Rodriguez Objío.-(1838-1871)
    Tenía 33 años al efectuar este viaje y fue muy útil  a Duarte en la preparación del  mismo, en el  que sirvió leal y eficientemente. Duarte lo designó Coronel. Luego de su llegada Rodriguez Objío participó en el gobierno de Gaspar Polanco y fue luego acusado de participar en el fusilamiento de Salcedo.
Rodriguez Objío tuvo una vida política inestable, cambiando de bando en nuestras luchas intestinas con frecuencia. Fue poeta y escritor. Su libro Relaciones, ayuda a comprender las actividades de Duarte en este período de su vida . Murió fusilado por Baez en 1871, al ser capturado en una invasión en que vino con Luperón para luchar contra la tiranía de los seis años.
2.- Vicente Celestino Duarte.-
      Era el hermano mayor de Duarte nacido en Puerto Rico, de quien no se conoce la fecha exacta de su  nacimiento, ni de su muerte. Se presume que nació alrededor de 1804 y murió cerca de 1866 en San José de los Llanos o su vecindad.
Fue siempre un gran colaborador de su hermano  en todas las actividades patrióticas a las que este se dedicó. En diciembre de 1843, tenía preparado un grupo para luchar con Duarte en diciembre de ese año, cuando este desembarcaría por la playa de Guayacanes a luchar por la independencia contra los haitianos. Ese plan no cristalizó porque Duarte no pudo obtener pertrechos militares  para venir, cayendo enfermo en enero de 1844 con un prolongado ataque de las fiebres que periódicamente lo azotaban.
Vicente Celestino poseía un prospero negocio de maderas y un establecimiento comercial en San José de los Llanos, población de mayor importancia en esos años que en la actualidad, pues no existían, ni San Pedro de Macorís , ni La Romana todavía y estaba ubicada en el camino entre Santo Domingo y el Seibo, que era la principal ciudad en la región este del país en esos días. Fue enviado al exilio en 1844 y vivió en Venezuela hasta que regresó con su hermano en este viaje, participando  en la guerra de la Restauración,  a las ordenes  de Luperón en la campaña en la región este del país.
Fue el único de los Duarte Diez que dejó descendencia, de su matrimonio con María Trinidad Villeta, en 1822, quien ya había muerto para 1845, cuando fueron exiliados los miembros de la familia Duarte Diez que aun residían en el país, incluyendo los 4 hijos de Vicente Celestino y María Trinidad, quienes para esta fecha  ya estaban huérfanos de madre.
Pensamos que la posteridad no ha apreciado  en toda su magnitud, la gran labor patriótica desarrollada por este hermano mayor de Juan Pablo Duarte.
3.- Mariano Diez.- (1794-1867)
Ya nos referimos detalladamente a este tio materno de Juan Pablo Duarte en nuestra entrega del 29-XII-18. Aquí agregaremos solamente, que era el mayor de este grupo de viajeros, pues tenía 70 años de edad cuando se unió a sus sobrinos en esta empresa, lo que por sin solo habla de la identificación que tenia con la causa de ellos.
4.- Candelario Oquendo.- (1826-1882)
Militar venezolano que se unió al grupo a última hora.
Junto a Rodriguez Objío, formó parte del gabinete de Gaspar Polanco, cuando derrocó a Salcedo, lo que de por si nos dice lo disgustado que  estaban los miembros de esta comitiva por el hecho de que Salcedo no recibió a Duarte, a pesar de que este estuvo dos meses en Santiago   (4 de abril-7 de junio 1864) tratando de entrevistarse con el. Oquendo estuvo .involucrado en el fusilamiento  de Salcedo, como Ministro de .Guerra que era de Pölanco y como este era analfabeto, fue Oquendo quien escribió la orden de su fusilamiento.
Oquendo abandonó rapidamente el país, a finales del gobierno de Polanco y no regresó .jamás.

sábado, 5 de enero de 2019

Duarte emprende viaje de regreso a la Republica Dominicana


ESPECIAL PARA LA INFORMACION                                             AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com    JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (LXXV)                             
         DUARTE EMPRENDE VIAJE DE REGRESO A LA REPUBLICA DOMINICANA
                                                   DR. JULIO M. RODRIGUEZ GRULLON

Terminada la triunfante revolución federalista en Venezuela, que produjo un gran cambio en la política de este país, pues se terminaron los privilegios que retenían desde la independencia un grupo de “mantuanos” y se adoptó el sistema de dividir el país en estados, en vez de provincias, se despejó el camino para que Duarte pudiera obtener la anhelada ayuda que estaba buscando desde hacía mas de un año, para luchar por la restauración de su Republica Dominicana.
Figura clave para que pudiera obtenerse esta  ayuda, fue el joven Manuel Rodriguez Objío, quien lo puso en contacto con el Gral Manuel E. Bruzual, (el soldado sin miedo),   sobrino  del  Dr. Blas Bruzual amigo de Duarte, quien era Consejero de Estado  del nuevo gobierno  venezolano.
Fue Blas Bruzual, quien moviéndose en las esferas gubernamentales, logró  una cita con el nuevo líder de Venezuela, el Gral  Juan Crisóstomo Falcón, descendiente de dominicanos, con quien logró reunirse en presencia del General Antonio Guzmán Blanco, Vice Presidente de la Republica y Ministro de Relaciones Exteriores y Hacienda del nuevo gobierno, el  16 de enero de 1864, donde se le concedió secretamente, una ayuda de mil pesos.
La ayuda se hizo confidencialmente, para no indisponer al nuevo gobierno venezolano, con el de Isabel II en Madrid. Por las mismas razones recién señaladas, para concertar los detalles del viaje y contratar una embarcación que lo llevara a la Republica Dominicana, Duarte se trasladó a Curazao, posesión holandesa, pero aún allí, no encontró quien lo llevara directamente a la Republica Dominicana, a un puerto controlado por los restauradores, sino que el 23 de febrero de 1864, contrató en Willemstad, por 500 pesos,  la goleta holandesa  “Gold Munster”, para que lo llevara a las Islas Turcas y desde ahí, el tendría que buscar otra embarcación que lo trajera a las costas dominicanas.
Fueron unos días muy agitados los que pasó Duarte en la capital de Curazao, donde hizo contacto con los hermanos José y Agustín Rodriguez Montaño.
Desde Willemstad, Duarte regresó a La Guaira en Venezuela, de donde pasó a Caracas    y obtuvo mil cien pesos para poder comprar pertrechos de guerra que llevarle a los restauradores. Logrados estos objetivos, regresó a la Guaira y el 2 de marzo de 1864 en la noche, partió con sus acompañantes desde  allí, hacia las Islas Turcas.
La misión diplomática española en Caracas, tenía bien vigilados los pasos que daba Duarte y enterada la misión,  de que se había embarcado con cuatro .compañeros mas y pertrechos militares en La Guaira, en una goleta holandesa, decidieron enviar al vapor español Africa, movido a vapor, para  que vigilara en que dirección se dirigían.
La goleta Gold Munster, no podía competir en movilidad con el Africa, así que este estuvo a la vista de los viajeros todo el trayecto, hasta que desembarcaron en la isla turca de Cayo Sal, después de una travesía de ocho días, en que bordearon nuestra  isla por el extremo occidental, cerca de la península de Tiburón,  cruzaron el Canal de los Vientos que la separa de Cuba y penetraron en el Atlántico,  hasta llegar a su destino. 
De Cayo Sal pasaron Duarte y sus acompañantes al Gran Cayo, donde por una semana, estuvieron buscando quien los trasladara a la costa norte de la Republica Dominicana, hasta que al fin lograron fletar otra embarcación que los llevaría a Cabo Haitiano, donde llegaron el 19 de marzo.
Después de cinco días en esta ciudad, lograron contratar, el 24 de marzo, otra goleta, conducida pradojicamente por un español,  que los llevara a Montecristi...
Pero no soplaba brisa que impulsara la nave y tuvieron que esperar en Bayajá,(actual Fort Liberté) hasta el día siguiente, para que esta apareciera y poder continuar su viaje y llegar a  Montecristi, hacia donde partieron temprano en la mañana del día siguiente.