sábado, 30 de diciembre de 2017

DUARTE XXXVII

DUARTE XXXVII
                      
                               EUSTAQUIS JUCHEREAU SAINT DENYS.-
                                                            Julio M. Rodriguez Grullón

La aprobación del plan propuesto por Báez al cónsul de Francia en Puerto Príncipe, el 15 de diciembre de 1843, dió por resultado el envío de un cónsul francés a Santo Domingo, para ejecutar ese plan.
Saint Denys estaba supuesto a ser el cónsul francés en Cabo Haitiano, pero el terremoto de 1842, destruyó esa ciudad y el no pudo conseguir un sitio adecuado para establecerse allí, aunque ya había pasado mas de un año del terremoto, que ocurrió el 7 de mayo de 1842.
Para 1844, Saint Denys tenia  35 años de edad, había servido en el cuerpo diplomático francés por nueve años, en posiciones menores, como en el consulado francés en  Tarsus en Grecia y cónsul de segunda clase en Bilbao, España. Era un hombre culto, Lic en derecho de la Facultad de Paris, conocía el griego y hablaba además del francés, italiano y español.
            Su consulado en Santo Domingo en momentos en que a Francia le interesaba retomar su dominio sobre esta isla, fue su primer cargo relevante y el quería obtener un triunfo diplomático espectacular en su carrera, como era  lograr que la naciente Republica Dominicana pasara a ser controlada por Francia, lo que eventualmente  pondría a su país, en posición de recuperar su dominio sobre Haití.
.           Consciente de la trascendencia de su cargo, quiso hacer una llegada que impresionara a los habitantes de Santo Domingo, así que planificó con las autoridades locales un recibimiento rodeado de toda la pompa posible, por lo que  el 13 de enero de 1844,  a las 8:00 AM hizo que desde la  corbeta que lo trajo, llamada “Naiade”, se disparara una salva de  21 cañonazos en honor a la bandera haitiana, que al desembarcar  rodeado de una escolta de los oficiales de la Naiade vestidos con sus uniformes de gala, lo recibieran en el puerto las autoridades militares haitianas. Desde allí  fue al palacio del gobernador, donde el General Alí lo recibió con todas las deferencias y atenciones, frente a todas las autoridades civiles y militares de la ciudad reunidas.
Del palacio del gobernador, el nuevo cónsul se dirigió al cuerpo municipal que había sido reunido de forma extraordinaria por el alcalde para recibirlo y donde el representante del Consejo Municipal le expresó  sus vivas simpatías por Francia..
Del ayuntamiento se dirigió entonces Saint Denys  a la casa del  comandante de la plaza de Santo Domingo el General Desgrotte, donde recibió la misma acogida que en los sitios previamente visitados. Desgrotte le relató además, su historial de servicio en la armada real africana francesa.
Saint Denys decidió que visitaría luego a Portes, el Vicario General de la Iglesia Católica, que el consideraba un verdadero poder en Santo Domingo, porque no quería ir donde el, rodeado de esa oficialidad haitiana, por lo tanto, del ayuntamiento,  se dirigió entonces a la casa que iba a ocupar provisionalmente.
            Todo este ceremonial del recibimiento de Saint Denys, nos da una idea de la importancia  que tuvo la llegada de este hombre,  quien luego comunicó a la cancillería francesa, que Bobadilla y los demás revolucionarios antihaitianos, no hacían nada sin consultarlo. Para los habitantes de Santo Domingo, la llegada de ese primer diplomático de una nación  importante en el Siglo XIX, solo podemos imaginarnos  el entusiasmo que despertó, en un momento en que los planes contra la dominación haitiana estaban en su punto álgido, pues era un secreto a voces, que venía a favorecer esos planes.
Lo que no debemos olvidar es que Duarte, sería el principal obstáculo que el encontró, para el “exíto” de su misión y tramó hábilmente su caída.      

                                                                                           


sábado, 23 de diciembre de 2017

DUARTE XXXVI

ESPECIAL PARA LA INFORMACION                             AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com                               DUARTE XXXVI
                                                                               Julio M. Rodríguez Grullón

HERARD LIBERA A MELLA Y DEMAS PATRIOTAS.-
            Cuando a finales de diciembre de 1843 el veterano de la política criolla Tomas Bobadilla de 57 años de edad y 32 años flotando en las mas diversas situaciones, se decidió por colaborar con “ los muchachos”, se refería al grupo de   duartistas, quienes estaban  padeciendo del exilio forzado de su líder y que estaban siendo dirigidos por un grupo de jóvenes, a la cabeza de los cuales Duarte había dejado a Francisco del Rosario Sanchez, (26 años) y cuyo núcleo directriz lo componían  Vicente Celestino Duarte, (unos 38 años ) Manuel Jimenes,(35 años ) José Joaquín Puello (35 años ) y el recién liberado por Herard y llegado de Haití, Ramon Matías Mella (27 años), todos noveles políticos.
            La situación política en Haití en esos días, era de inconformidad con el gobierno de Herard y continuamente se producían pronunciamientos contra su régimen.
El 7 de septiembre de 1843, menos de un mes después de la llegada a Puerto Príncipe de Herard de su  recorrido militar por  la Parte Este, se produjo un alzamiento  contra el en Puerto Príncipe, en el cual los recién llegados regimientos 31 y 32, compuestos de dominicanos,  quienes no estaban familiarizados con la situación política en Haití, no tomaron parte y con simplemente abstenerse de participar en el alzamiento,  hicieron que este fracasara. Cinco días después sorpresivamente y al parecer  para congraciarse o en agradecimiento a los dominicanos por no participar en la revuelta, Herard dispuso la liberación de Mella y los demás prisioneros que había traído de su recorrido por la Parte Este.
Así que Mella y los demás patriotas que habían sido tomados prisioneros en los meses de junio y julio de 1843,   estuvieron de regreso a su país, para mediados de septiembre y el movimiento antithaitiano se fortaleció.
Los dos personajes mas  importantes del grupo de duartistas que conspiraban contra los haitianos,  eran sin duda, Sanchez y Mella.
            Sanchez tenía el inconveniente de que como se le había hecho creer a los haitianos que había muerto, estaba confinado a su escondite, de donde salió la noche del 27 de febrero.
            Mella no tenia limitaciones en sus movimientos y fue quien mas cerca estuvo de Bobadilla y mayor impulso dió a la causa de los duartistas en estos días críticos, de diciembre de 1843  y  enero y febrero de 1844.
En este momento debemos decir, que Sánchez y Mella, cuyos nombres han pasado a la posteridad, ligados a Duarte, en vida nunca se llevaron bien entre si. Eran de temperamento diferentes, Mella impulsivo,  hombre de acción, terminó siendo militar en los ejércitos de Santana. Sanchez, mas tranquilo, mas intelectual, terminó haciéndose abogado y baecista. Solo al final de su vida, intentó ser militar, forzado por las circunstancias a su alrededor.
DUARTE SE ENFERMA.-
            Para diciembre de 1843 Vicente Celestino Duarte planificó un regreso de su hermano, desembarcando por la playa  de Guayacanes, para iniciar un movimiento armado contra  los haitianos. Para estos fines, Duarte zarpó de la Guaira el 15 de diciembre y llegó Curazao el 20, pero  cayó enfermo con un ataque de lo que el médico que lo atendió diagnosticó como  “fiebre cerebral”, recetándole quinina, que era el medicamento utilizado en esos días contra el Paludismo. Este es  su primer ataque de Paludismo Falciparum, que lo continuaría aquejando por el resto de sus días y que esta primera vez lo postró en cama por unas seis semanas, hasta inicios de febrero de 1844.

            Recordemos que Vicente Celestino poseía propiedades y negocios en San José de los Llanos, ciudad  localizada en el camino  entre Santo Domingo y el Seibo, que era la ciudad mas importante en el este en esos días y  utilizaba Guayacanes para exportar las maderas que obtenía en sus cortes en la zona.

domingo, 17 de diciembre de 2017

EL PLAN LEVASSEUR

ESPECIAL PARA LA INFORMACION                             AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com                               DUARTE XXXV
                                                                               Julio M. Rodríguez Grullón

EL PLAN LEVASSEUR.-
Esta oferta fue hecha al cónsul francés en Puerto Príncipe, Haití, el  15 de diciembre,
1843:
1ro.- La parte oriental de la isla de Santo Domingo conocida como La Española, tomará el
         nombre de Republica Dominicana, libre e independiente, administrándose por si misma.
2do.- La Francia se obliga a favorecer su emancipación y suministrar todo lo necesario  para
          establecer y consolidar su gobierno; como también a dar los subsidios indispensables a
          las necesidades de la administración
3ro.- Armas y municiones serán dadas por la Francia en cantidad suficiente para armar la parte
         activa de la población que sea llamada bajo la bandera de la Independencia
4to.- El gobierno francés  nombrará un gobernador general  para desempeñar las funciones del
         Poder Ejecutivo, que durará diez años; no obstante el gobierno francés se compromete  a
         no retirarlo si el senado pide su permanencia
5to.- Las puertas  de la República se abrirán a la inmigración de todos los pueblos
6to.- En reconocimiento a la alta protección de la Francia, la península de Samaná se renuncia
        y abandona a favor de la  Francia.
            Firmado
             Buenaventura Báez, Remigio del Castillo, Manuel María Valencia, Francisco Javier Abreu, Tejera, José Santiago Diaz de Peña y M.A. Rojas
La Asamblea Constituyente fue el último acto del movimiento de la Reforma de Haití de 1842-43. Fue un esfuerzo por dotar de un sistema democrático a ese país, pero sus frutos fueron efímeros, porque al encargado de hacerlos cumplir, Charles Herard, no les interesaban  y porque además, su presidencia terminó apenas cuatro meses después (abril 1844). Desde ese momento, con el paréntesis de Fabré Geffrard (1859-1867) Haití vivió bajo el dominio de tiranos y sus métodos revolucionarios fueron cada vez mas crueles y bárbaros. En 1912, el Palacio Nacional fue volado por una explosión, con todos los que estaban dentro, para terminar con ese gobierno, muriendo 300 personas,
            La prohibición contra los blancos poder ser ciudadanos haitianos, terminó durante la intervención norteamericana de 1915-33, cuando también se aceptó el trazado de  una frontera con la Republica Dominicana, después de años de infructuosas negociaciones.
            Aunque Báez fue el promotor del Plan Levasseur, para esta época el vivía en Azua y era un novel de la política a nivel nacional  y las consecuencias del plan, culminaron con el envió de un cónsul francés a Santo Domingo para ejecutarlo, donde un político dominicano, mas experimentado que el, se hizo cargo de la situación, su nombre
TOMAS BOBADILLA Y BRIONES (1786-1871).
            Nacido en Neiba, de padres provenientes  de las Islas Canarias, emigró con su familia, como tantas otras, a Puerto Rico, a principios de los 1800, ante la inminente invasión de los haitianos. Regresó en 1810 y en 1811 y después de realizarse una “limpieza de sangre”, un proceso de demostrar que no tenía antecesores de raza negra, o judíos, o mulatos  o herejes, ingresó como escribano público al tren gubernamental, en el cual fue ascendiendo y ocupando posiciones cada vez mas elevadas durante la España Boba, la Independencia Efímera de Nuñez de Cáceres, la dominación haitiana (en la que estuvo  como fiscal  en 1822 en el Seibo), la independencia nacional, la Anexión a  España y de regreso a la restaurada Republica Dominicana.
Este maestro del arribismo, primer corcho de  nuestra política, quien para 1843  contaba con  57 años  de edad, su gran olfato político le dijo que la lucha contra los haitianos estaba en vías de triunfar y decidió que iba a colaborar con “los muchachos”.



domingo, 10 de diciembre de 2017

DUARTE XXXIV

ESPECIAL PARA LA INFORMACION                             AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com                               DUARTE XXXIV
                                                                               Julio M. Rodríguez Grullón

BUENAVENTURA BAEZ EN LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE DE 1843.-
Mientras Duarte tenía que abandonar el país y las fuerzas independentistas se reorganizaban, el proceso de la Reforma Haitiana que se inició con el Manifiesto de Praslin de agosto de 1842, culminaba con la celebración de la Asamblea Constituyente  que se celebró del 18 de septiembre al  31 de diciembre de 1843, en Puerto Príncipe, con  la presencia de 124 delegados de toda la isla, con el propósito de dotarla de una nueva constitución, mas adecuada que la  vigente en esos momentos, que había sido acomodada a la dictadura de Boyer. Es en la celebración de esta Asamblea en Puerto Príncipe, que emerge en nuestra historia, la figura de  Buenaventura Báez.
Para fines de 1843, Báez tenía 31 años de edad, hijo primogénito  del mayor terrateniente del sur radicado en Azua y su esclava africana, era un mulato instruido y ambicioso.
Su padre lo había enviado a estudiar a Europa en 1827 a los 14 años de edad. Estuvo tres años en Londres y cinco en Paris, así que después de ocho años viviendo en los países mas civilizados de la época, hablaba bien el inglés y  francés, además del  español y el creole, lo que lo colocaba en una posición privilegiada en esta isla, poblada en su gran mayoría por analfabetos o personas poco instruidas.
Estaba en Londres cuando Duarte pasó por allí camino a Barcelona  en 1829, pero no hay constancia de que tuvieron ningún tipo de contacto. Al igual que Duarte, cuando Báez regresó a su país en 1835, no trajo ningún título de profesión alguna.
Su gran diferencia con Duarte fue, que siempre pensó  que estábamos en gran desventaja frente a los haitianos y que no podíamos ser libres e independientes de toda dominación extranjera, pues ellos nos aplastarían; debíamos tratar de acomodarnos a ellos, tratando de cambiar su constitución  y que nos otorgaran igualdad de derechos a todos en la isla, si es que íbamos a  ser una sola entidad política. Cuando este plan fracasó, como veremos de inmediato, entonces Báez se ideó el plan Levasseur, para que nos libráramos de los haitianos y pasáramos a ser, un protectorado o colonia francesa.
Como no formaba parte del movimiento independentista de los trinitarios, Baez mantenía buenas relaciones con los haitianos y cuando estos cambiaron los delegados a la Asamblea Constituyente que habían sido elegidos el 15 de junio de 1843 que eran duartistas, Baez fue designado delegado por Azua a la Asamblea Constituyente junto a otros que compartían sus mismas ideas, respecto a la situación n  política en la isla.
  Ya en la Asamblea, Baez se constituyó en el líder de los delegados de la Parte Este. Pronunció vibrantes discursos y escribió artículos en los periódicos de Puerto Príncipe, todo en francés, abogando porque se derogara aquello de que solo las personas de raza negra podían ser propietarios y ejercer los derechos políticos en la isla. Decía Báez con razón, que esto estaba acarreando el atraso, porque las personas provenientes de países  desarrollados no podían invertir en el país o tenían  que valerse de testaferros haitianos para hacerlo.
Los dueños el capital judío, quienes habían hecho su aparición en estas islas del Caribe por estos días, después de siglos que en el imperio español estuvieron proscritos, eran sus aliados y el mas prominente de ellos era el señor Abraham  Coen. Pero por mas discursos y presiones que se ejercieron en la Asamblea, los haitianos no cambiaron nada en su constitución al respecto y  Báez, despechado, se reunió con un grupo de delegados de la Parte Este e ideó un  proyecto para separarnos de los haitianos y convertirnos en un protectorado o colonia francesa  y se lo presentó al embajador francés en Haití, Auguste Levasseur, quien lo aprobó.



domingo, 3 de diciembre de 2017

Duarte se le escapa a los haitianos

ESPECIAL PARA LA INFORMACION                             AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com                               DUARTE XXXIII
                                                                               Julio M. Rodríguez Grullón

DUARTE SE LE ESCAPA A LOS HAITIANOS.-
Esteban Roca demostró ser uno de los trinitarios mas leales y efectivos cumpliendo las misiones que le encomendara Duarte, pues recordemos como también después de la derrota en la escaramuza en el Parque Colón en marzo de 1843, en San Cristobal, el colaboró efectivamente para realizar el reclutamiento de la fuerza de tres mil hombres para marchar sobre Santo Domingo contra Carrié. .
Ahora consiguió la embarcación para la fuga de Duarte y además un sitio en Pajarito, en la margen oriental del Ozama, donde Duarte y Pina podían esperar con seguridad por el día de la partida. Duarte y Pina esa noche hicieron los preparativos para abandonar la ciudad, enviaron un mensaje a Juan Isidro Perez, dándole los detalles de la fuga, enviaron recados a sus familiares para tranquilizarlos y Duarte designó a Sánchez para que encabezase el movimiento independentista en su ausencia.
Bajo una lluvia fuerte cruzaron el Ozama esa noche y se instalaron en casa del español Pedro Cotes, a esperar por la salida de su balandro. A las ocho de la noche del dia 2, a bordo de un bote navegaron Pina y Duarte hacia la desembocadura del Ozama, donde debían abordar la nave que los sacaría de la ciudad, cuando tuvieron la sorpresa de recibir a Juan Isidro Perez quien llegaba en otro bote. El mensaje que le había enviado Duarte el  30 le llegó a tiempo y el  había hecho los arreglos para unírseles. Les trajo la noticia de que la persecución haitiana se había extendido hacía el este y habían apresado a los mellizos Pedro y Ramón Santana, a Norberto Linares a Rijo y al Capitán Vicente Ramirez, pero no habían podido atrapar a Vicente Celestino Duarte.
Al poco rato abordaron la nave inglesa y aunque tuvieron que esperar a la mañana siguiente para que se levantara  un viento favorable y alejarse, estaban ya fuera del alcance de los haitianos. Después de ocho días de navegación con una parada en la isla de Vieques, llegaron el 11 de agosto, a Saint Thomas, primera etapa de su viaje y allí desembarcaron.
Su meta era llegar a Caracas, donde estaban los tíos de Duarte, José y  Mariano Diez, con recursos y dispuestos a ayudarlos a regresar para iniciar la lucha armada  contra los haitianos. Así que el 18 de agosto lograron abordar una goleta venezolana llamada  “La Nueva Felicidad” que los llevó a la Guaira  el 23 de agosto y enseguida cruzaron a Caracas, donde los Diez. De inmediato iniciaron las diligencias para establecer los contactos con Santo Domingo y reorganizar la lucha contra los haitianos. En Caracas Duarte inició la búsqueda de recursos con las autoridades venezolanas.
Mientras tanto, en la parte este de esta isla, Herard continuaba su labor apresando sospechosos a quienes planificaba llevar prisioneros a Puerto Príncipe.
Una vez convencido de que Duarte se le había escapado, tomó con la mayor parte de su ejército y un grupo numeroso de prisioneros, el 7 de agosto de 1843, el camino de regreso para Puerto Príncipe, tomando la ruta del sur y  llevándose con el, los regimientos 31 y 32 del  ejército haitiano,  compuestos de dominicanos. 
En el camino se le escaparon algunos prisioneros incluyendo los Mellizos Santana.
En Santo Domingo, Sánchez logró sanarse de su pneumonía, pero para engañar a los haitianos se les hizo creer que había muerto, aunque en su escondite, formó un  núcleo que reorganizaba la resistencia, junto con Vicente Celestino Duarte, José Joaquín Puello y Manuel Jimenes. El fuego revolucionario no se había extinguido, se reorganizaba.
Mientras tanto, el proceso de la reforma haitiana continuaba y los trabajos de la  Asamblea Constituyente se iniciaron en Puerto Príncipe en septiembre; para esos fines los haitianos cambiaron los candidatos duartistas que habían sido elegidos en la parte este, el 15 de junio de 1843, reemplazandolos por individuos afines con su dominio.


sábado, 25 de noviembre de 2017

Una provocacion

                                                     UNA PROVOCACION
                                     DR. JULIO M. RODRIGUEZ GRULLON*

Entre dominicanos y haitianos no es posible una fusión
                                                           Juan Pablo Duarte

            La visión extraordinaria del fundador de esta república, que en 1829  y cuando eramos dominados por nuestro vecino de la parte oeste de la isla, decidió que iba a luchar por una Republica Dominicana libre e independiente de toda dominación extranjera y que en esa lucha perdió, no de los vecinos, sino de los mismos dominicanos, que pensaban que eso era una locura y que este país que vivimos era una quimera y que nosotros teníamos que ser, una Martinica, o un Puerto Rico, o seguir siendo colonia española.
            Pero Oh, sorpresa, la quimera resultó una realidad y la proporción de fuerzas se ha invertido en la isla, ahora la parte este es la fuerte y la oeste la débil.
            Sin embargo, poderosas fuerzas internacionales no asimilan  esa nueva desigualdad, al parecer se pretende que la isla sea de nuevo una e indivisible, pero con Santo Domingo como capital y que nos echemos a cuesta,  el problema haitiano.
Un absurdo, del cual se deriva la provocación esa, de supuestos dominicanos, tocando, no guira, tambora y acordeón, sino instrumentos extraños a esta patria de Duarte,  que corresponden a ritmos exóticos, como para que nos habituemos a ellos, nada menos que en el sitio donde se inició  esta república.
Lo que merecen estos sujetos por esa payasada, es una pela, para que no vuelvan a utilizar el recinto sagrado de nuestra independencia,  para esas vagabunderías.
Las naciones poderosas  del planeta, que poseen los recursos para solucionar o contribuir eficazmente a resolver el problema haitiano, no les interesa hacerlo y como prueba de lo que decimos  el Presidente  Trump, acaba de decir que a los haitianos no se les renovará una gracia de migración concedida  por el desastre que dejó un terremoto en Haití, hace siete años 
Hay también sectores dentro del cristianismo dominicano, que pretenden llevar la caridad en el caso haitiano, a un extremo que no es posible en la actualidad y que solo acarreará enfrentamientos,   que pueden llegar a la violencia y alejar la posibilidad de que el buen fin que se busca,  se aleje en vez de acercarse.
Para el cristiano, el fin no justifica los medios y las cosas del cesar son a veces mas complicadas que las de Dios y se debe proceder con cautela y no apadrinar actos que en vez de mejorar la situación presente, la agraven. Me parece mas lógico en este momento, que estos sectores traten de convencer a  Trump, de extender la caridad cristiana a los haitianos en Estados Unidos.
La raíz del problema haitiano reside en la forma en que se formó ese país.
Esclavos analfabetos, que no se podían comunicar bien entre si y que al final adoptaron el creole, que era el lenguaje que utilizaban sus amos para comunicarse con ellos, estallaron, bajo el impulso de la revolución francesa de 1789, con su lema de igualdad, libertad y fraternidad, en una rebelión que fue social, política y racial a la vez. Fue como si un volcán humano hiciera  erupción allí y desatara su furia, contra todo lo que no fuera negro, arrasándolo todo a su paso y aunque de inicio eran superiores en habitantes  y recursos a los de la colonia española vecina, de la que terminaron adueñándose en 1822, la incapacidad  de gobernarse a si mismos, les fue llevando cuesta abajo en la rodada, hasta su precaria situación actual.
            Su terquedad en no aceptar nuestra independencia y estar del lado perdedor en una guerra de 15 años (hasta que Geffrard destronó a Soulouque en 1859, cuando pretendía invadir de nuevo nuestro territorio) contribuyó a acelerar su desgracia.
La solución al problema es que Haití se desarrolle, eso requiere  educación, recursos y paciencia. El sendero es largo y los dominicanos queremos y podemos ayudar, pero no permitiendo que vengan a agravar  nuestra pobreza, pues aunque estemos mas adelantados que ellos, somos también un país pobre, .en vías de desarrollo.
Soy de los que cree que nuestro presupuesto nacional  debe contemplar una partida para ayuda extranjera, de la cual Haití debe recibir la mayor tajada.
Finalmente, confiamos en que actos como el que señalamos al inicio de este articulo, no se repitan. Sus resultados serán todo lo contrario a lo que se pretende y acarreará males evitables, innecesarios.
* El autor es médico de profesión, actual Secretario General del Instituto 
   Duartiano

Publicado en el Listín Diario, el 24 de nov 2017 pag 9A




Duarte XXXII

ESPECIAL PARA LA INFORMACION                             AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com                               DUARTE XXXII
                                                                               Julio M. Rodríguez Grullón

De la plazoleta del Carmen, pasaron  en medio de la noche, Duarte, Sánchez, Pina y Perez a la casa de Sanchez, situada frente a ella y pasaron revista a la situación.
Acampaban en la ciudad de Santo Domingo casi tantos soldados haitianos, como habitantes tenía normalmente. .Herard, Brouard y Desgrottes, estaban  furiosos contra, ellos, especialmente contra Duarte, por haber simulado que eran haitianos reformistas, cuando en realidad buscaban la oportunidad de terminar con la dominación haitiana de la parte este de la isla. Ellos habían decidido que prontamente iniciarían , una búsqueda casa por casa, de Duarte y sus seguidores  y por tanto  no era prudente que estuvieran juntos, debían esconderse por separado y cambiar el sitio con frecuencia. El que no podía hacer eso era  Sánchez,  quien estaba febril y con una tos persistente, indicando que el chapuzón en las aguas  del Ozama, le habían desencadenado  una pneumonía y que debía cuidarse y permanecer oculto en su casa. El tenía la ventaja, de que los haitianos  pensaban que estaba fuera de la ciudad.
Esa noche se separaron y volvieron a juntarse, de nuevo a la medianoche del día siguiente en casa de Sanchez. Se habían enterado que Herard había liberado de la cárcel los delincuentes, para hacer sitio donde meter a los duartistas.
 La búsqueda sistemática de ellos, se inició el 14 de julio de 1843.
Inicialmente los haitianos trataron de que la búsqueda no despertara indignación en la  población y solo preguntaban al llegar por los “colombianos” que buscaban, sin hacer registro de la vivienda. Lo de colombianos era para desacreditar a los duartistas, pues implicaba que restablecerían la esclavitud y los asociaban también con el movimiento de Nuñez  de Cáceres de 1821.
Así en esa primera ronda fueron apresados, quince duartistas conocidos, incluyendo Juan Nepomuceno Ravelo, Pedro Pablo Bonilla, Pedro Valverde y Lara y Narciso Sanchez (padre de Sanchez). Pero no aparecieron los lideres importantes que Herard buscaba, por lo que se decidieron a hacer los registros, no solo las preguntas.
Enterándose de lo que venía, Duarte, Pina y Perez  decidieron que tendrían que esconderse individualmente, no podrían volver a reunirse e iban a tener que cambiar de escondite con frecuencia..
Sanchez con su enfermedad estaba en la posición mas difícil y decidieron trasladarlo de  noche a casa de su tía María Trinidad.
De inicio Duarte se refugió en casa de Eusebio Puello, situada cerca de la suya y allí permaneció varios días, hasta el 24 de julio, dia en que al efectuarse el registro de la casa de sus familiares, pensó que había sido visto por uno de los soldados haitianos y decidió que tenía que cambiarse de refugio y esta vez se dirigió donde Juan Alejandro Acosta, donde se encontró con Pina. Ellos  tomaron entonces la decisión de que debían salir del país, al considerar que no podrían seguir burlando la persecución haitiana indefinidamente.
El día  30 Duarte envió un recado a Esteban Roca, requiriéndole su presencia, cuando llegó el amigo, Duarte le encomendó buscar la forma de fletar una embarcación para  poder escapar y de inmediato envió un mensaje a su padre diciéndole  necesitaba   dinero para su fuga. Don Juan José vendió entonces apresuradamente una vivienda que poseía desde 1804, que había comprado desde  Puerto Rico, por la que obtuvo doscientos pesos oro, los cuales  envió a su hijo.
En la noche regresó Roca donde Duarte, con la noticia de que todo había sido arreglado con el capitán de una goleta inglesa, que zarparía el 2 de agosto y mientras tanto dijo, debían mudarse el y Pina a una vivienda en la margen oriental del Ozama para mayor seguridad.


lunes, 20 de noviembre de 2017

ESPECIAL PARA LA INFORMACION                             AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com                               DUARTE XXXI
                                                                               Julio M. Rodríguez Grullón

REUNION CRITICA EN CASA DE JOSE DIEZ.-
Al aproximarse Herard a Santo Domingo, al frente de su ejército reducido ahora a unos ocho mil hombres, pues había dejado destacamentos militares en los pueblos a los que llegaba en su ruta hacia Santo Domingo, para asegurar su sometimiento a la autoridad haitiana y terminar con el movimiento independentista de los dominicanos que encabezaba Duarte, este sostuvo una reunión a principios de julio, en casa de su tío materno  José Diez,  para determinar que acción iban a tomar en esta coyuntura.
Es bueno aclarar que los hermanos de Manuela Diez, eran personas pudientes, con propiedades en  Santo Domingo, Caracas, el Seibo y  Curazao.
Estaban en la reunión  Duarte, su hermano  Vicente Celestino, su tío José Diez, Sanchez,  (Mella no estaba, pues había sido enviado al Cibao en misión de organizar  resistencia contra Herard, pero había sido apresado por este y en esos momentos navegaba prisionero para Puerto Principe) sus inseparables Pina y Perez, José Joaquín Puello y su hermano Gabino, Juan Esteban Aybar, Félix Maria Ruiz, Jacinto de la Concha, Benito González, Pedro Valverde y Lara y otros mas, que componían un total de 15 personas que concentraba lo mejor de su  movimiento independentista.
El momento era grave, Herard había apresado a las personalidades mas importantes del movimiento independentista en las ciudades del Cibao, Santiago, Moca , La Vega y San Fco de Macoris, enviándolas prisioneras desde  Puerto Pata a bordo del velero  Pelicane, para Puerto Príncipe. Había que tomar la decisión de enfrentar a Herard, o Duarte tendría que salir al exilio, pues era atraparlo y fusilarlo  el objetivo principal de esta invasión.
Aunque en la reunión Duarte habló con determinación, de que había que resistir la invasión, los militares profesionales en el grupo, con José Joaquín Puello a la cabeza, dijeron que era un suicidio oponerse a ese ejército, pues no había  preparación o capacidad militar instalada alguna en ese momento para esos fines, en el movimiento  independentista.
La reunión se disolvió y Duarte quiso que en la región este, se organizara la resistencia comenzando por San José de los Llanos, donde su hermano Vicente Celestino poseía un negocio de corte de madera que exportaba por la playa de Guayacanes.
Sanchez y Vicente Celestino salieron para Los Llanos, cuando el ejército de Herard acampaba ya en La Isabela, un paraje cercano a Santo Domingo, tomando las últimas medidas antes de entrar en la ciudad.
HERARD Y SU EJERCITO LLEGAN A SANTO DOMINGO
El día 12 de julio de 1843, entraba el ejército haitiano en la ciudad, que de repente duplicó su población. Había ahora militares haitianos por doquier buscando a Duarte.
Frente a su casa se estableció un puesto de vigilancia.
En la noche llegó Sanchez muy agitado. Se había enterado de la llegada de Herard y había venido desde Los Llanos a toda marcha y como era de noche cuando llegó a la orilla del Ozama  no encontró medios de cruzarlo, entonces lanzó su caballo al agua y lo cruzó. Llegó empapado y tosiendo a la casa de su amigo. Les informó que Vicenfe Celestino había quedado en Los Llanos tratando de organizar una resistencia.
Los familiares de Duarte le pusieron al tanto de lo que  ocurría en la ciudad y donde se había ocultado Duarte.  Sanchez demandó verlo. Se le envió un mensajero a Duarte comunicándole la llegada de Sanchez y la necesidad de reunirse con el y sus amigos mas cercanos. Se acordó seria en la plazoleta del Carmen frente a la casa donde vivía Sanchez y esa noche se encontraron en medio de la oscuridad, abrazándose con emoción, Duarte, Sanchez, Pedro A. Pina y José Joaquín Perez. Tenían que decidir que hacer.    



sábado, 11 de noviembre de 2017

Hugo Rafael Cantisano Arias

ESPECIAL PARA LA INFORMACION                             AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com    HUMBERTO RAFAEL CANTISANO ARIAS (1927-2017)        
                                                                   Julio M. Rodríguez Grullón

A mediados de junio de 1964, recibí inesperadamente la visita,  en mi oficina de Director de  la Policlínica del Instituto  Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) en Montecristi, de un medico que venía desde Santiago, en  trabajos organizativos de la filial de la Regional Norte, de la entonces Asociación Medica Dominicana.
Me convenció por su forma clara de hablar de que los médicos debíamos unirnos para poder luchar por la mejoría de nuestras condiciones de trabajo, el respeto a la Ley 6097 y la mejoría de los hospitales.
Le contesté afirmativamente al Dr. Cantisano, que así se llamaba mi visitante, de que me integraría a esta entidad  y aunque  el proceso de reorganización  de la AMD después de la muerte de Trujillo fue lento y con períodos de inactividad, la AMD, que luego se transformó en CMD  es una realidad y  fue gracias a la actividad desplegada  de hombres como el Dr. Cantisano, que esto fue posible.
Por estar inhabilitada esta columna por dos semanas, debido a la ausencia del país de su autor, no pudimos asistir a los funerales de nuestro  apreciado Dr. Cantisano, un icono de la decencia y honestidad, gloria de la medicina dominicana y de fama internacional, por sus trabajos tanto médicos, como culturales e   históricos.
De todas formas,  publicamos  esta columna en su  memoria, mas de dos semanas después de su sentido fallecimiento, pues pensamos que nunca es tarde para decir la verdad, sobre un hombre de una trayectoria de vida  ejemplar.
El había nacido en esta ciudad, el 24 de febrero de 1927, fruto del matrimonio de Humberto Cantisano  Flores y Ana Arias. La familia se trasladó a la ciudad de Puerto Plata donde el joven Cantisano terminó sus estudios primarios y realizó los de bachillerato que finalizaron en 1945. Por este motivo muchos pensaron que el Dr Cantisano era de origen Puerto Plateño.. En 1945 se trasladó  a  Santo Domingo, entonces llamada Ciudad Trujillo, a realizar sus estudios de medicina, en .la única universidad existente entonces en el país, graduándose en  1951.
Este fue el inicio de una de las carreras medicas mas fructíferas que conoce este país, que tuvo una duración de 66 años, pues el Dr. Cantisano continuó ejerciendo su profesión, a pesar de un serio quebranto de salud, ocasionado por un accidente automovilístico, que casi le cuesta la vida y que le ocasionó una limitación en su movilidad física, aunque no afectó el funcionamiento de su brillante intelecto, que continuó ofreciendo cátedras llenas de sabiduría.
  Enumerar las múltiples actividades desplegadas por el Dr. Cantisano durante su vida, en el  espacio de esta columna  es imposible y me limitaré a las que considero mas relevantes, además de la ya señalada como pilar en la formación de la regional norte de la AMD, de la dual aún residiendo fuera de la ciudad capital, fue su presidente a nivel nacional, en el período 1964-65, siendo la primera ocasión en que esto ocurrió. Ya había sido presidente de la Asociación Medica de  Santiago en 1963.
Fue Presidente de la Cruz Roja Dominicana 1965-66. Desde 1967 hasta poco antes de morir fue profesor de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, siendo de los que creó las carreras de Trabajo Social, de Enfermería y  la Escuela de Medicina, de la cual fue su primer director. De  1982 a 1986 fue director del Hospital  Presidente Estrella Ureñá de esta ciudad, implementando los programas de residencias médicas allí.
Es autor de varios libros sobre la medicina en el país, incluyendo  sobre la medicina en Santiago y otro sobre  la de Montecristi.

Por este medio expreso mis condolencias a los familiares de este distinguidísimo médico, a quien todos los que tuvimos la dicha de conocer, lamentamos su ausencia..rFel Cantisano Arias

sábado, 21 de octubre de 2017

Duarte XXX

ESPECIAL PARA LA INFORMACION                              AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com        JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (XXX)
                                                                   Julio M. Rodríguez Grullón

HERARD LLEGA BUSCANDO A DUARTE PARA FUSILARLO
El triunfo avasallante de los independentistas duartianos, en las elecciones del 15 de junio de 1843, alarmó a Brouard, Desgrottes y sus nuevos aliados, los separatistas dominicanos  encabezados por  Bobadilla.
La gravedad del caso estribaba en que hasta ese momento, la idea de la separación era la que se consideraba predominante en  la mente de los dominicanos y que la idea independentista  de Duarte, se impusiera en estos importantes comicios, era inaceptable para este  segmento de la población dominicana, que se consideraba el mas influyente de todos.
DUARTE LES ESTABA ARREBATANDO ESE LIDERAZGO; HABÍA QUE SACARLO DEL MEDIO COMO SEA.
Brouard envió un emisario a Herard, quien en Haití estaba convirtiéndose  en el nuevo dictador, para que al frente de un poderoso ejército, viniera a la parte este de la isla para acabar con el duartismo y que los haitianos retomaran el control efectivo de la antigua colonia española, que se les escapaba de las manos, fruto de la labor de estos duartistas, quienes habían aprovechado su división, en la lucha contra Boyer, para querer echarlos de ella.
Herard estaba en esos días en Cabo Haitiano, donde  le llegó el mensaje de Brouard quien era un hombre de su entera confianza y decidió entrar a la parte este por Dajabón, al frente de una fuerza militar de 12 mil hombres y cual no fue su sorpresa, al encontrarse con que los habitantes de la parte este no entendían su creole, pues su idioma era el español.
Esa ignorancia supina de Herard, sobre los habitantes de  la parte este de la isla, era lo que Duarte apreciaba ocurría en general con los haitianos y los hacía débiles, pues aunque superiores en número, no podían organizarse para una lucha eficaz contra un pueblo  homogéneo como el dominicano, en costumbres, religión e idioma.
Los haitianos, aislados por el idioma y las costumbres del resto del mundo que los rodeaba, solo conocían lo que ocurría en su campo agrícola y la población cercana donde acudían a vender esos productos. En el mismo Haití, al proceder de tribus de distintas partes de Africa, con dialectos diferentes,  les era difícil comunicarse unos con otros.
La lectura del libro El Pueblo Haitiano de James G. Leyburn, una publicación de la Sociedad Dominicana de Bibliófilos Inc del  2011, nos ayuda a comprender la  situación.
En la página 278 de ese libro Leyburn dice:
La población es con pocas excepciones una multitud indolente y desnuda…. No muy alejada  de las tribus del Niger, en punto a civilización y  a seguidas agrega: .
“Es un hecho  indiscutible que desde que se convirtieron en una nación, los negros de Haití han iniciado .un  movimiento de regresión en lo que respecta al  mejoramiento intelectual  y que no parece existir  obstáculo alguno que les impida descender  a la barbarie.”
            Pero a los separatistas dominicanos, les parecía una utopía que los dominicanos  pudieran librarse de ellos por si mismos y convertirse en una nación libre e independiente de toda dominación extranjera. No, para ellos, debíamos si,  librarnos de los haitianos,  pero colocarnos bajo la protección de una potencia  y era Francia, en esos días, la mas propicia a complacerlos. La división de los dominicanos en independentistas (duartistas) y separatistas (seguidores de Bobadilla en esos días) favorecía ahora los designios de  los haitianos, como la división a la víspera de los haitianos en boyeristas y reformistas, había favorecido a los dominicanos.
Herard llegó a  Santiago y rapidamente atrapó a Mella y lo envíó preso a Puerto Príncipe. Prosigue su viaje hacia Santo Domingo, asegurando en su viaje, que el control de las ciudades por las que pasaba, quedara en manos haitianas.
ESTA COLUMNA TOMARÁ DOS SEMANAS DE VACACIONES







sábado, 14 de octubre de 2017

Irrespeto a la memoria de Duarte

              IRRESPETO A  LA MEMORIA DE DUARTE
                                                                    

            La reciente andanada del conocido periodista Alvaro Arvelo hijo, denostando la figura del fundador de esta república, nos mueve a escribir esta columna.
            Duarte, nació en 1813 en Sto Domingo, a los 16 años y al partir a estudiar a España, decidió, que la antigua colonia española de esta isla, en ese momento bajo el dominio de los haitianos, que eran mucho mas numerosos y fuertes, se convertiría en un país libre e independiente, de toda dominación extranjera.
            A su regreso en 1831, inició de inmediato,  la larga y difícil tarea de concientizar a todos para lograr este fin. En 1838, después de actuar como panfletero contra los haitianos junto a Serra, organizó tres sociedades para propagar su idea; la Trinitaria, la Filantrópica y la Dramática. Si Duarte hubiera sido un homosexual o un santurrón, no lo hubiera seguido nadie en estas sociedades.  
En 1843 tuvo la visión de que al dividirse los haitianos en la revolución de la Reforma contra Boyer, era el momento de los dominicanos entrar en acción para lograr su independencia. Inicialmente los dominicanos se unieron  a los haitianos reformistas, quienes lograron derrocar a Boyer.. Esto hizo que Desgrottes el líder de los reformistas haitianos en Sto Domingo, se enterara de quien era el jefe del movimiento independentista dominicano e hizo que Herard viniera al país a eliminar a Duarte, obligándolo salir del país para salvar su vida,  en agosto de 1843. El movimiento independentista perdió así fuerza y en diciembre de ese año, se inició el movimiento de la separación, esto es separarnos de Haití, no para independizarnos, sino para pasar a ser colonia francesa, el llamado Plan Levasseur.  Los líderes dominicanos separatistas eran Tomás Bobadilla, Buenaventura Baez y  los mellizos Pedro y Ramón Santana. Para llevar a cabo este plan, llegó  a Sto Domingo el 13 de enero de 1844, el cónsul francés  Saint  Denys y tres días después los separatistas  lanzan un documento, llamándolo acta de independencia, cuando esa palabra no aparecía una sola vez en el texto.
              Los jóvenes duartistas, sorprendieron a los separatistas, lanzando un grito de independencia la noche del 27 de febrero de 1844, designando a Sanchez Pte de la Junta Central Gubernativa, pero al día siguiente los separatistas reaccionan y toman el control de la Junta, designando a Bobadilla, Presidente de ella. Duarte regresa el 15 de marzo y cuando Bobadilla  hace público el Plan Levasseur, el 26 de mayo de 1844, anarquiza la reunión  y no se aprueba nada y entonces el 9 de junio, dirige un golpe de estado sacando a los separatistas de la Junta y coloca de nuevo a Sanchez en la Presidencia. Había  que tener coraje y valor para hacer eso. Enseguida los separatistas, con la ayuda decisiva de Saint Denys, toman el poder e inician una  fenomenal campaña de persecución y descredito contra Duarte, que perdura hasta nuestros días.
Lo expulsan del país y  el 27 de febrero de 1845 fusilan a María Trinidad Sanchez estando el en Saint Thomas. Poco  después expulsan para Venezuela a su madre y todos  los Duarte Diez del país. Juan Pablo se queda sin dolientes aquí. Ante todos estos atropellos, Duarte se siente la manzana de la discordia entre los  dominicanos y su altruismo hace que decida desaparecer por 12 años en la selva venezolana,  para que se acabe el duartismo,  los dominicanos se unan y progresen. No dejó su familia abandonada, los hermanos de su madre eran gente rica en Caracas, donde poseían varias propiedades y los mantenían bien a todos.
Duarte vuelve al país durante la guerra de la restauración en 1864,  pero ya estaba enfermo y débil. Los restauradores lo envían de regreso a Caracas, donde muere en 1876.
Esta es la breve historia de un revolucionario, visionario, altruista, valiente y emprendedor. Alvaro Arvelo debe retractarse de los disparates de su ex-abrupto y reconocer que es víctima de la desinformación  sobre Duarte, como tantos otros dominicanos.



sábado, 7 de octubre de 2017

DUARTE XXIX

ESPECIAL PARA LA INFORMACION                              AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com       JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (XXIX)
                                                                   Julio M. Rodriguez Grullón

HERARD ENVIA UN DELEGADO CON PODERES ABSOLUTOS.-
            La situación en la Junta Popular y el ánimo levantisco que advertía Desgrottes en los dominicanos, le hizo solicitar a Herard, en Puerto Príncipe, el envío de un hombre con poderes absolutos para la toma de decisiones con relación al gobierno de la ciudad. De hecho esto significó  el fin de la Junta Popular como órgano de gobierno, pues a partir de la llegada de este emisario de Heard, si las decisiones de la Junta se consideraban inconvenientes para los haitianos, serían anuladas. Esto significa que realmente la junta funcionó unos tres meses (abril-juinio 1843) antes de que las diferencias entre dominicanos y haitianos hicieron imposible siguiera laborando.
            El hombre enviado por Herard para la vuelta al absolutismo, fue Auguste Brouard, quien ya era conocido en la ciudad, pues habían estado en ella como militar en tiempos de  Boyer y fue de los primeros en unirse al movimiento de la reforma haitiana.
            Pero una realidad se imponía en el ambiente de toda la isla.
Para el 15 de junio estaban señaladas las elecciones para escoger los representantes de las diferentes comunidades a la Asamblea Constituyente que debía reunirse en Puerto Principe a finales de ese año 1843, para redactar la nueva constitución de la isla, que seguiría las orientaciones de la constitución de Petion de 1816.
            Este mes de junio de 1843, fue uno de los períodos de mayor actividad proselitista en la vida de Duarte.
            LAS ELECCIONES DEL 15 DE JUNIO DE 1843.-
La oleada democrática que desató el triunfo de la revolución reformista haitiana de 1843, que produjo la caída de Boyer y que la visión política de Duarte le dijo que era el momento de actuar en pro de la independencia de los dominicanos, aprovechando la división de los haitianos, estaba decayendo rapidamente, pues el líder militar de este movimiento, Charles Herard, a quien apodaban Riviere, resultó  ser un ignorante, que no tenia idea de lo que era una democracia  y estaba rapidamente asumiendo el estilo de gobierno de los finales de régimen de Boyer.
A pesar de eso, el deseo de cambio en la vida política de la isla, predominó e hizo que se realizaran elecciones en  toda ella, para elegir los representantes que debían reunirse para redactar la nueva constitución.
Duarte se movió en  todas direcciones en la ciudad y envió emisarios a todas partes para promover la candidatura de  los duartistas y  como de costumbre, envió a Mella al Cibao.
Pero la lucha de Duarte, no era ya solo contra los haitianos.
Entre los dominicanos había surgido un grupo que consideraba una quimera eso de independencia y aspiraban a una separación de Haití y colocarse bajo la bandera de una de las potencias de la época y era Francia en esos días, la mas indicada para ese fin.
Este grupo lo componían personas  de la clase alta del país y funcionarios del régimen haitiano, que pensaban que si los duartistas triunfaban, los sacarían de sus empleos. Los personajes mas destacados de este grupo lo constituían Tomás Bobadilla, José María Caminero y Manuel Joaquín Delmonte en Santo Domingo. En Azua estaba Buenaventura Baez, en Santiago, Pedro Ramón de Mena.  Pero en las elecciones del 15 de junio en Santo Domingo y en la gran mayoría de las comunidades del país, triunfaron los duartistas.
Al conocer su avasallante victoria  en Santo Domingo, la noche del 15 de junio, los duartistas celebraron jubilosamente esta demostración de popularidad y poder. Los separatistas se quedaron asombrados. La independencia triunfaba sobre la separación.