lunes, 30 de abril de 2018

La Asamblea del 26 de mayo, 1844


DUARTE LII                                                                               
LA ASAMBLEA DEL 26 DE MAYO 1844
                                                                     
Desde la retirada de Herard de Azua, las contradicciones en el seno de la Junta Central Gubernativa (JCG) entre independentistas (duartistas) y separatistas ( seguidores de Bobadilla) se acentuaron y Bobadilla quiso ponerle termino, convocando una reunión pública de la misma, con la asistencia de importantes  personalidades de la ciudad, entre ellas el hasta entonces vicario Portes recién designado  Arzobispo , por la  JCG.  Portes quien estaba de acuerdo con el  Plan Levasseur.
La idea era que esa asamblea apoyara el Plan Levasseur.
Así que el domingo 26 de Mayo de 1844, Duarte y sus correligionarios trinitarios, recibieron una invitación para asistir a esa asamblea en el Palacio de Borgellá, sede en esos días del gobierno dominicano.
Fueron invitados además de Portes , las msa altas autoridades civiles y militares, los profesionales de prestigio, los principales comerciantes y otras personas de gran relevancia en la sociedad capitaleña de esos días.
Allí estaban tambien junto a Duarte, su líder, Sanchez, los hermanos José Joaquín y Gabino Puello, Manuel Jimenes, Jacinto de la Concha, Pedro Valverde y Lara y otros.
Bobadilla estaba acompañado por los miembros de la JCG que lo apoyaban, José María Caminero, Félix Merceanrio, Carlos Moreno y otros.
En la mesa directiva de la Asamblea fue sentado al lado de Bobadilla, el flamante nuevo Arzobispo de Santo Domingo, Tomás Portes.
Iniciada la reunión habló de inicio Bobadilla exponiendo la situación, diciendo que la sobrevivencia de la República Dominicana y los triunfos en las batallas del 19 y 30 de marzo habían sido un milagro, obra de Dios, pero que no podíamos confiar para siempre en la gracia divina y que debíamos concertar un protectorado, lo cual estaba sobreentendido y que solamente había que decidir con cual de las potencias se llevaría a cabo (la única potencia que tenía un cónsul reconocido por todos en ese momento era Francia).
Terminado Bobadilla, de inmediato tomó un turno Portes apoyándolo, pero tan pronto terminó Portes, se levantó Duarte y contradijo lo dicho por ambos, a seguidas habló  Manuel  Jimenes, quien no había firmado la correspondencia del 8 de marzo a Saint Denys apoyando el Plan Levasseur y  lo secundó calurosamente,  por lo que la reunión se anarquizó y no tomó ninguna decisión.
A partir de entonces la inquina de Bobadilla contra  Duarte se incrementó y este luego escribió,  que todas las desgracias que ocurrieron en su vida posteriormente, se debieron a su actitud en esa reunión, que cuestionó seriamente la dirección de Bobadilla de los asuntos de la JCG
Duarte apreció que era el momento de tomar la ofensiva contra el plan Levasseur y neutralizar el apoyo de Pedro Santana y su hermano a este plan.
A seguidas, el 1ro de julio de 1844, 55 miembros de la guarnición de Santo Domingo, dirigieron una comunicación a la JCG solicitando que se hiciera a Duarte General de División, Comandante en Jefe del Ejército y asimismo se ascendieran a Generales de División a Sanchez, Mella y Andrés López Villanueva y al Coronel José Joaquín Puello a General de Brigada.
Estaba clara la idea de colocar a Duarte con mayor rango que Santanas y por tanto someterlo a la obediencia de este, que la disciplina militar le obligaba.
De momento la JCG no contestó esa comunicación.
Duarte, aprovechando el momento, logró que la JCG dirigiera el 1ro de junio de 1844, una comunicación a Saint Denys, en la que modificaba sustancialmente la del 8 de marzo, sobre el Plan Levasseur


DUARTE LI                                                         
                               LA BATALLA DEL 30 DE MARZO Y SUS CONSECUENCIAS

El ejercito del norte que organizó Herard para rápidamente atacar a los dominicanos antes de que pudieran recibir ayuda extranjera, estaba comandado por el Gral Jean Louis Pierrot y estaba compuesto de unos 10 mil hombres, algo mayor que el del propio  Herard, en el sur.
Este ejército se presentó ante Santiago la tarde del 30 de marzo de 1844, antes de lo esperado, por lo que Mella, quien estaba a cargo de organizar la defensa en el norte del país, estaba en San José de las Matas, reclutando fuerzas para la defensa de Santiago, acompañado del Gral Pedro Ramón de Mena. Ya el había traído desde Moca, a José María Imbert, con experiencia militar en los ejércitos franceses y es este, quien tiene que organizar  la defensa de la ciudad.
Se improvisan tres fuertes con cañones que causaron enormes bajas al enemigo, los andulleros de  Fernando Valerio arremetieron contra los haitianos y Juana Saltitopa demostró un valor espartano, enfriando los cañones con agua del Yaque y también actuando como enfermera de combatientes dominicanos heridos.
Las aguas del Yaque   se tiñeron  de rojo de sangre haitiana esa tarde.
Los haitianos se retiraron al llegar la noche, calculándose sus perdidos en 700 muertos y cientos de  heridos y a .diferencia de lo ocurrido en Azua, los dominicanos los persiguieron, hostilizándolos todo el camino hasta la frontera  en Dajabón, causándoles numerosas bajas en ese trayecto.
Esta resonante victoria tuvo tres consecuencias importantes:
a)     Levantó el entusiasmo independentista, alicaído por la retirada de Santana en Azua
b)    Pierrot fue informado de que  Herard había muerto en el combate de Azua y tan pronto llegó a Cabo Haitiano proclamó una república en el norte de Haití, con esa ciudad de capital, bajo la Presidencia del Gral Phillipe Guerrier, a pesar de la ancianidad de este soldado.
c)     Del lado dominicano se formó una fuerza  militar controlada por Mella, que no apoyaba las .ideas separatistas de los afrancesados  en Santo Domingo, que estaban apoyados  en los mellizos Santana y sus huestes para imponerla y contaban además con la colaboración decidida del cónsul francés Saint Denys.
Todo el mes de abril se hicieron preparativos para que el ejército del norte cruzara hacia el sur y atacara a Herard en Azua por la retaguardia, pero esos planes no se hicieron realidad, por las dificultades logísticas. Duarte era de los principales promotores  de ese plan.
            Motivado por las revoluciones en Haití, pues a principios de mayo estalló otra en Puerto Principe en su contra, Herard, tuvo que retirarse  el 7 de mayo a intentar sofocarla, incendiando a Azua antes de partir, pero sus esfuerzos fueron en vano, pues fue depuesto del mando y tuvo que partir para el exilio ese mismo mes.
            Tan pronto se retiró Herard, los mellizos Santana vinieron  a Santo Domingo a entrevistarse con Saint Denys y a pedirle de nuevo el envío de tropas francesas, para evitar una guerra civil que se aproximaba entre los dominicanos, pues estaba claro la disparidad de criterio sobre el porvenir de la nueva nación, entre la fuerza del norte triunfadora el 30 de marzo y la del sur, triunfadora el 19 de marzo.
En su correspondencia a Guizot del 24 de mayo de 1844 , Saint Denys pronosticó que se aproximaba una guerra civil en la nueva República Dominicana que la llevaría a la anarquía.



                                                HOSPITAL DR. JUAN E. KUNHARDT
                                                         
En realidad, el nombre del hospital que encabeza esta entrega todavía no existe, pero es el deseo de los montecristeños, .encabezados por uno que lo es de sentimiento, me refiero al Dr. Eucllides Gutierrez Felix, de que el actual Hospital Padre Fantino, reinaugurado y reequipado recientemente  por el Señor Presidente de la Republica, Lic Danilo Medina, reciba ese nombre.
El Padre Fantino fue un meritorio sacerdote que estuvo en Montecristi por .unos años, a partir de 1903, antes de irse a La Vega y luego al Santo Cerro, donde desplegó una extraordinaria labor pastoral, convirtiendo ese lugar  en un santuario nacional de la  Virgen de Las Mercedes. El Padre Francisco Fantino Falco falleció en 1939.
Montecristi puede recordar el tiempo que este ilustre  sacerdote estuvo allí, colocando su nombre a alguna calle o a una plazoleta, pero debe recordarlo. 
El Dr. Juan Enrique Kunhardt Oleaga (1918-2006) nació en San Fco de Macoris, llegó a Montecristi en 1945, poco después de graduarse de médico en la Universidad de Santo Domingo (actual UASD). Estuvo brevemente después de su graduación en el Hospital Rosa Duarte en Elías Piña. y desde allí vino a Montecristi, a ocupar transitoriamente la dirección del hospital y terminó quedándose en la Ciudad del Morro hasta su muerte,  61 años después.
Kunhardt era un hombre trabajador, servicial, amable con todos, director que vivía en la esquina frente al hospital y estaba de servicio practicamente las 24 horas del día. Nunca lo oí quejarse de que tenía exceso de trabajo.
Como estudiante de medicina que asistía al hospital, doy testimonio de que Kunhardt trataba a todos sus pacientes con la misma amabilidad, ya fuera la Comisionada Especial Fronteriza, Isabel Mayer, ya fuera el mas humilde de los habitantes del pueblo.
Era un medico clínico sagaz, hacía diagnósticos certeros con poca ayuda del laboratorio y ni hablar de su  habilidad quirúrgica.
Con un equipo de anestesia Ombredanne, usando éter de anestésico y con dos sets quirúrgicos de esa época, Kunhardt realizaba apendicectomías, colecistectomías, histerectomías, prostatectomías, cesáreas, reducía fracturas óseas y luego les ponía yeso.
En 1954, Trujillo construyó un nuevo hospital en los terrenos del antiguo  estadio de beisbol, Pedro Alejandro San, el cual tenía un grand stand de madera, que alojaba quizás 500 fanáticos y al nuevo hospital llegó un equipo de Rayos X. El fluroscopio de ese equipo se hizo famoso y de toda la región noroeste del país, venían pacientes a ponerse “los rayos” con Kunhardt.
Pero no solo venían pacientes por su cuenta, también médicos de la región le referían pacientes con diagnósticos difíciles, o que necesitaran alguna atención especial, o que se les realizara una intervención quirúrgica de urgencia, pues Kunhardt las realizaba a cualquier hora o día de la semana..
El prestigio de Kunhardt era tal,, que una vez jubilado en 1997, en su consultorio privado, el cual tenía instalado en su residencia,  todas las mañanas se veía la sala de espera atestada de pacientes.
Desparecida la tiranía trujillista, Kunhardt fue un personaje asediado por los nuevos políticos. Los políticos lo buscaron a el, el no los buscó a ellos. Fue hecho gobernador con rango de Secretario de Estado por el Dr. Joaquín Balaguer y así fue jubilado.
Kunhardt casó con la montecristeña Irma Grullón, con quién procreó 4 hijos, Eric, Janet, Rudy y Tania, quienes le proporcionaron varios nietos.
Eric llegó a ser un prominente físico de la NASA, la agencia norteamericana del espacio. Rudy se hizo médico como su padre y reside en los EEUUA. Janet y Tania son profesionales respetadas y formaron familia en nuestro país.
Que el recién remodelado hospital de Montecristi lleve el nombre de este prestigioso médico, es solo hacerle honor a la memoria de quien honor merece..