sábado, 24 de febrero de 2018

EL GRAN TEMOR A LA ESCLAVITUD


ESPECIAL PARA LA INFORMACION         AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com          DUARTE XLVI
EL GRAN TEMOR A LA ESCLAVITUD.-
Durante casi todo el Siglo XIX, la esclavitud estuvo en el centro o fue parte importante, de los debates y las controversias políticas que ocurrieron.
            En nuestra isla, los haitianos declararon una república negra en 1804 que fue el primer país en abolir oficialmente la esclavitud en el mundo, pero cayeron en el otro extremo, de que solo los negros, podían ser ciudadanos con derechos civiles o tener propiedades.
            Los haitianos para desacreditar a los  trinitarios los llamaban los colombianos, implicando dos cosas: 1ro.-  Su ligazón al fracasado movimiento de Nuñez de Cáceres, que no abolió la esclavitud y 2do.-  Que al fundar una nueva unidad política en la isla, restablecerían la esclavitud en ella.
            Boyer no encontró resistencia al invadir la parte este de la isla en 1822, porque hizo la propaganda de que aboliría la esclavitud, cosa que Nuñez de  Cáceres no había hecho.
            Por esa abolición de la esclavitud fue que se crearon en 1822, los regimientos   31 y 32 del ejército regular haitiano, compuesto de dominicanos que hasta ese momento eran esclavos y que en su mayoría, eran hombres de piel oscura. Posiblemente José Joaquín Puello, se integró también al ejército haitiano en esos días.
Por eso Duarte enfatizó, que el nombre del nuevo país fuera República Dominicana, no simplemente Dominicana, pues el no quería existiera la menor duda,  sobre la abolición de la esclavitud en el nuevo país.
No obstante el temor persistía  y la propaganda haitiana lo alimentaba, por lo que el primer acto de Tomás Bobadilla, ya Presidente de la Junta Central Gubernativa, fue dirigirse a Monte Grande, donde residían negros llegados al país como esclavos durante la España Boba y a quienes Desgrotte les había dicho, que los conjurados de la Puerta del Conde, iban a restablecer la esclavitud. Bobadilla les aseguró lo contrario y que la Junta emitiría de inmediato un decreto al respecto. El los trajo a la ciudad convertidos ya en resueltos soldados de la Republica Dominicana y de todos esto se deriva el siguiente decreto emitido por la Junta Central Gubernativa (JCE) el 1ro de Marzo de 1844.
“La JCE, instruida de que corre en el público, la voz de que por el cambio político que acaba de operarse, deben salir de la ciudad los individuos de la parte occidental  que habitaban en ella y los de origen francés, nacidos en la antigua parte española, hace saber:
Que según los principios establecidos, el gobierno actual no está en la intención de expulsar a ninguno de los que se hallan comprendidos en la anterior categoría; que al contrario, sus personas y propiedades serán respetadas y que los de la parte occidental que hicieron conocer a la Junta la determinación de unirse a nuestra causa, serán habilitados para que presten juramento de fidelidad ante el Corregidor Municipal , obteniendo primero, orden de ello de esta Junta.
También declara :
Que la esclavitud ha desaparecido para siempre del territorio de la Republica Dominicana  y que el que propagare lo contrario, será considerado  como delincuente,  perseguido y castigado  si hubiere lugar.
Firmado:
Tomas Bobadilla Presidente, Manuel Jimenes Vicepresidente,  
Manuel María Valverde, Francisco Javier Abreu, Felix Mercenario, Carlos Moreno,              
Mariano  Echavarría, Jose Ma Caminero, Francisco Sanchez,  Ramon Mella.
                                             El Secretario de la Junta Silvano Pujol.
Como vemos, la esclavitud era una preocupación de los habitantes de esta isla, que fue la primera en todo el mundo, en abolir la esclavitud, pues ni en Haití, ni en la Republica Dominicana, tuvo lugar esta degradante condición humana. La Republica Dominicana tuvo la ventaja, de que su ciudadanía no estuvo ligada a ninguna raza  específica. y no cayó en el extremismo de la haitiana  





sábado, 17 de febrero de 2018

Nace la Republica Dominicana


ESPECIAL PARA LA INFORMACION                             AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com                               DUARTE XLV
                                                                                Julio M. Rodriguez Grullón

NACE LA REPUBLICA DOMINICANA.-
La cita de los conjurados para dar el golpe contra los haitianos era para las 10 de la noche en distintos puntos de la ciudad. Los grupos convergerían en la Puerta del Conde donde todo estaba arreglado para ser entregada a ellos. Recordemos que en esos días la ciudad, con quizás unos 10 mil habitantes, no llegaba hasta las antiguas murallas construidas por los españoles en el Siglo XVI.
El grupo de Mella debía encontrarse en la Puerta de la Misericordia.
            Como eran ya las 11 de la  noche y faltaban  varios de su grupo, que al parecer titubeaban el entrar en acción , el disparó su trabuco, sacó a los vacilantes  de sus hogares, se inició  la acción en la ciudad y los grupos convergieron sobre el punto acordado, la Puerta  del Conde de la muralla.   Sanchez salió de su escondite, se presentó allí y muchos se sorprendieron de verlo, pues creían que estaba muerto. Como  el fue a quien Duarte dejó al frente de su movimiento, fue proclamado Presidente de la Junta Central Gubernativa, por lo que allí estaban, quienes eran duartistas en su mayoría.
La puerta se abrió para que entraran  los sancarleños. En la Fortaleza Ozama, Desgrotte, quien se presentó allí al llamarle la atención el gran movimiento había en la ciudad, se encontró con que los integrantes de los regimientos 31 y  32 que  allí estaban, abandonaron el fuerte y lo dejaron practicamente solo, colocándolo en una posición precaria.
Al enviar Desgrotte una patrulla haitiana al mando de Deo Herard, hijo del Presidente haitiano, a la Puerta del Conde a investigar que ocurría, fue rechazada a tiros y no regresó. Con excepción  de la Fortaleza Ozama, los patriotas esa noche aseguraron todos lo puntos militares de importancia.
Al amanecer, al toque de diana, Sanchez izó la nueva bandera con sus cuartos azules y rojos, atravesados por una cruz blanca y el estruendo y gritos de salutación fueron ensordecedores.
Poco después,  el cónsul Saint Denys, la persona mas influyente en la ciudad en este momento, logró que la rendición de Desgrotte se hiciera pacificamente y sin derramamiento de sangre. Como vemos, los eventos que siguieron al trabucazo, tuvieron lugar mayormente el 28 de febrero.
Cuando esta fecha y la del 16 de agosto comenzaron a celebrarse en 1880, 36 años  después, ya que durante todos esos años, el dominio político del país estuvo en manos de los separatistas, quienes no le daban importancia a lo ocurrido en esos dos días, se tomó correctamente el 27 de febrero como el día de la independencia, pero la rendición de Desgrotte y la consolidación del pronunciamiento  ocurrieron el 28, por lo que yo creo que procede que sigamos llamando día de la independencia el  27 de febrero, pero el día que debe ser no laborable es el 28, llamándolo celebración  del día de la independencia, para hacer coincidir cronológicamente los hechos   que siguieron al  trabucazo.
Podemos hacer una celebración la noche del 27, llamándola fiesta del trabucazo y celebrar  el izamiento de la bandera al amanecer del 28 y la rendición de los haitianos en el transcurso de ese día.
Estas  son ideas que surgen de contemplar como ocurrieron los hechos y que la larga demora en celebrarlos, hizo  que cronológicamente, estemos desfasados en la conmemoración de los de febrero..
Como la constitución de Meriño de 1880,  se oficializó después  de febrero, el  16 de agosto se celebró primero que el  27 de febrero. Estas  dos  fechas,  junto con el   12 de julio, son las fiestas patrias por excelencia y el 12 de julio tiene el mismo significado que el 16 de agosto, recuperación de la independencia perdida.
Aunque Horacio Vásquez no se atrevió a hacerlo festivo, los dominicanos  celebrabamos oficiosamente el 12 de julio hasta 1938, cuandoTrujillo, luego de la matanza de haitianos de comienzos de octubre del año anterior, la prohibió y además,  le colocó el nombre de George Washington a la avenida que construyó,  a lo largo del malecón de la capital, todo para aplacar la indignación que  la matanza provocó en los Estados Unidos, lo que también  forzó a que no se  postulara para la presidencia  de la república ese año.


sábado, 10 de febrero de 2018

abnegacion de Duarte


ESPECIAL PARA LA INFORMACION                             AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com                               DUARTE XLIV
                                                                                Julio M. Rodriguez Grullón

ABNEGACION DE DUARTE.-
Duarte se recuperó de su fiebre a principios de febrero de 1844 y aunque estaba débil y pálido, escribió una de sus mas famosas cartas a su familiares.
            El no sabía del plan Levasseur acordado por el despechado  Baez en Puerto Pricipe, en diciembre de 1843, ni de la llegada del cónsul francés Saint Denys a Santo Domingo el 13 de enero de 1844 para llevar a cabo ese plan; tampoco sabía del  regreso de los regimientos 31 y 32 a Santo Domingo a principios de febrero, ni tampoco de la unión de separatistas y sus seguidores después del manifiesto de 16 de enero de 1844 para  poner fin a la ocupación haitiana.
            El solo sabía antes de caer en su estado febril, a finales de diciembre de 1843, que su padre había muerto y que le pedían que así fuere a costa de una estrella del cielo, consiguiera recursos para la lucha independentista.
            El 4 de febrero de 1844, recuperado lo suficiente, pidió tintero y pluma para escribir a sus familiares y he aquí  el fragmento mas importante de esta carta:
            “El único medio que encuentro  para reunirme con uds, es independizar la patria; para conseguirlo se necesitan recursos, recursos supremos y cuyos recursos son, que uds de mancomún conmigo y nuestro hermano Vicente,  ofrendemos en aras de la patria, lo que a costa del amor y trabajo de nuestro padre  hemos heredado. Independizada la patria, puedo hacerme cargo del almacén , y a mas, heredero del ilimitado crédito de nuestro padre y de sus conocimientos en el ramo de la marina, nuestros negocios mejorarán  y no tendremos  porque arrepentirnos  de habernos mostrado dignos hijos de la Patria”.
            Jamás, ninguno de los libertadores de América o de otra parte del mundo, ha demostrado este desprendimiento, este altruismo, esta abnegación, para lograr la independencia añorada.
            La carta fue entregada al capitán de una goleta que salía ese día para Santo Domingo y seis días mas tarde estaba en manos de sus familiares. Rosa Duarte la leyó rodeada del resto de la familia y amigos duartistas, enterados de la llegada de la misiva.
            Terminada la lectura, Doña Manuela dijo: No le podemos negar esta petición a Juan Pablo y aunque una de las hermanas pequeñas, sintió temor y expresó “y si nos quedamos sin nada ¿de que vivimos?”, Vicente Celestino tomó la palabra y dijo: “Quienes de este grupo sobrevivan a la lucha , trabajarán para que no les falte un pan”.
            Acordado esto, la familia entró en acción y de inmediato, como primer paso, se tomó todo    el plomo que existía en los almacenes de la atarazana, que se utilizaba  para  el forro  de los buques y se confeccionaron balas, las cuales, una vez listo el primer cargamento de ellas, lo tomó Vicente Celestino y lo llevó a San José de los Llanos, para distribuirlas entre los posibles soldados de la invasión, que todavía se pensaba podía hacerse, llegando Duarte por la playa de Guayacanes.
                Pero los acontecimientos se precipitaban, el perspicaz y resuelto de Mella, captó que la ocasión estaba lista para el pronunciamiento, que con los regimientos 31 y 32 ya implicados en el movimiento, no había que esperar mas tiempo y permitirle a los separatistas adquirir mas fuerza,  con el apoyo del cónsul Saint Denys  y el manifiesto del 16 de enero circulando por todo el país.
Se convocó una reunión de  los líderes independentistas en el escondite  de Sanchez, el 24  de febrero  en la noche y allí se decidió que el golpe se daría el 27 de febrero, a las diez de  la noche y que un disparo al aire, sería la señal del inicio de la acción. Se enviaron emisarios a los pueblos, particularmente al este, donde los mellizos Santana en el Seibo y a la gente de Vicente Celestino en San José de Los Llanos. Se convino  que el santo y seña de los conjurados sería, Juan Pablo: Dios Patria y Libertad.