sábado, 25 de abril de 2015

La revolucion de abril de 1965, 50 años despues

Colaboración para La Información                                    AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com
                                              LA REVOLUCION DE ABRIL DE 1965, 50 AÑOS DESPUES
                                                                       Julio M. Rodríguez Grullón

La tiranía trujillista (1930-61) ha sido la mas larga en nuestro país y una de las mas largas del continente. Produjo una carencia de liderazgo y una ignorancia  de los manejos políticos,  entre los que permanecieron en el país, pues Trujillo no permitía que nadie descollara sin rendirse a sus pies. Fue de entre  los líderes que regresaron del exilio, después de la muerte del tirano, que trajeron experiencia política, que  la población vió podían surgir  los artífices de una nueva sociedad.
El mas hábil de esos líderes era Juan Bosch y logró  una gran victoria en las elecciones de diciembre de 1962. El había hablado durante su campaña electoral, de borrón y cuenta nueva, obviamente refiriéndose a los militares, quienes indujeron a sus familiares a votar masivamente a su favor. Fuera por esa razón, o alguna otra que desconocemos, Bosch no hizo caso a quienes le aconsejaron, entre ellos Rómulo Betancourt, cambiara la cúpula militar que encontró.  
Las ideas de Bosch y su constitución no cayeron bien en la Iglesia y el sector conservador del país, que estaba militando en el principal partido de oposición, la Unión Cívica Nacional, que había perdido las elecciones de Bosch.  Además, se acusaba a Bosch de ser muy permisivo con los comunistas, quienes trataban de implantar en el país, un régimen similar al de Fidel Castro en Cuba. El resultado fue un golpe de estado a los siete meses de su gobierno.
El gobierno de facto que siguió fue corrupto e ineficiente y entonces ocurrió un fenómeno social que  aun no hemos estudiado debidamente.
Militares trujillistas y sobre todo, el hijo de uno de los mas temidos generales de Trujillo, demostró tener conceptos claros de respeto a la constitucionalidad y se convirtió en el líder de un movimiento para restaurar el gobierno de Bosch.
Su nombre: Rafael Tomas Fernández Domínguez.
El movimiento estalló la tarde del 24 de abril de 1965. No tenía la menor influencia comunista en su origen, pero estábamos en la guerra fría, en Washington gobernaba un vaquero tejano de mentalidad troglodita,  llamado Lyndon Johnson, quien estaba metido en un berenjenal en Viet Nam y razonó que no podía ni remotamente permitir  otra Cuba en el Caribe, así que cuando las tropas que permanecieron leales a los dictados de Washington, fueron derrotadas en el combate del puente Duarte, la tarde del 27 de abril, de donde surgió  el héroe de esta revolución, Francisco Alberto Caamaño Deñó, hijo de otro temido Gral de Trujillo, Johnson ordenó la segunda invasión yanqui del siglo pasado a este país.
De constitucionalista, la revolución pasó a ser una guerra patria, pero a pesar de la gallarda  y valerosa resistencia presentada esta vez por los dominicanos, muy diferente a lo que ocurrió en 1916, la desigualdad de fuerzas era abrumadora y el movimiento constitucionalista fue  limitado a la zona colonial, de la ciudad capital.
El resultado final de todo fue la vuelta al poder del Dr. Joaquín Balaguer y el inicio de su sangriento despotismo ilustrado de 12 años.
Después de la revolución, Francisco Caamaño era una carta de triunfo en cualquier proceso electoral honesto en el país, pero los consejeros que encontró lo llevaron, de militar trujillista a  guerrillero comunista y morir en 1973 y con el  se fue la fuerza electoral del movimiento. ¿Cuál es el  beneficio que  nos queda de esta revolución?.
Yo pienso que es en las fuerzas armadas, que deben aprender de este episodio a no dejarse arrastrar por políticos, que no han podido llegar al poder vía elecciones.
Su misión es hacer respetar la constitución y mantener el orden en el país. Inmiscuirse en política partidista conlleva a su división y a la repetición de penosos conflictos sangrientos entre dominicanos, de los que ya hemos tenido masa que suficientes.
El golpe de estado de 1963, debe ser el último de nuestra historia. .

 

sábado, 18 de abril de 2015

Colaboración para La Información                                    AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com         ANTONIO GUZMAN PRESIDENTE
                                                                               Julio M. Rodríguez Grullón

El 16 de agosto de 1978, se juramentó como Presidente de la Republica Dominicana Antonio  Guzmán Fernández.
Fue la primera vez en nuestra historia, que un presidente entregaba pacificamente su cargo  a un candidato de un partido de oposición, triunfante en elecciones nacionales.
Aprovechando la presencia de los invitados internacionales, Guzmán ese mismo día destituyó a todos los jefes militares de Balaguer, designando como Secretario de las
Fuerzas Armadas al General Rafael Valdez Hilario, quien estaba fuera de la politiquería balaguerista. Eso cambió totalmente la situación en las fuerzas armadas, dando inicio a su profesionalización, seleccionandose como el punto de arranque de ella, un grupo de oficiales no involucrados en la politiquería, proceso que aún está en marcha, aunque a veces sufre sus tropezones, afortunadamente cada vez mas raros y menos importantes.
Muchos nos preguntamos si no era eso lo que tenía que haber hecho Bosch, el 27 de febrero de 1963, como le aconsejaron varios de sus amigos, entre ellos Rómulo Betancourt, a la sazón Presidente de Venezuela.
Queda a la imaginación de cada quien, pensar que hubiera ocurrido si Bosch le hubiera hecho caso a Betancourt y hubiera hecho en 1963,  lo que hizo Guzmán en 1978.
.Guzmán emitió una amnistía general,  limpiando las cárceles de presos políticos, y regresando los militares constitucionalistas que permanecían el extranjero. Guzmán manejo muy bien la situación, ubicándolos en el tren burocrático de las Fuerzas Armadas, pero sin darle comando directo de tropas.
Guzmán subió los sueldos, que estaban congelados durante los 12 años, mejorando así el poder adquisitivo de la población.
El presidente era enfático al señalar que este era su gobierno, pues había la tendencia a pensar que era una marioneta de Peña Gómez. Solo que Guzmán al pronunciarlo decía “mi gobielno”. Pero sin dudas ese fue un gobierno que  puso al país en el sendero de la democracia, iniciándose  un estado derecho, con libertades ciudadanas ejercidas sin temor a represalias.
En enero de 1979, el país por primera vez recibió la visita de un Papa al llegar Juan Pablo II al país, hacia el mediodía del 25 enero de  1979.
Es frecuente leer que la primera visita de un Papa al continente americano fue a México con escala en Santo Domingo.
La estadía del Papa en nuestro país no puede considerarse como una escala, por demás innecesaria, pues el papa podía haber volado directamente de Roma a México y no puede considerarse una escala, cuando el Papa permaneció  aquí, desde el 25 de enero que llegó, hasta el 28 en que partió para Mexico, Esto es, pernoctó tres  noches en la nunciatura. Eso no puede llamarse una escala. .
En septiembre de 1979, David, el huracán mas fuerte que ha golpeado este país en mucho tiempo, seguido de la tormenta Federico, azotaron Santo Domingo y otras ciudades de la costa sur
(el ojo del huracán entró entre Santo Domingo y San Cristobal) causando grandes destrozos e inundaciones.
Guzman logró que el país se recuperara, invirtiendo  en la agricultura y la producción se normalizó al año siguiente.
            Lamentablemente Guzmán no pudo evitar el surgimiento de facciones dentro del PRD, una de ellas la encabezaba Salvador Jorge Blanco y la otra José Fco Peña Gómez. El vicepresidente de Guzman, Jacobo Magluta también trabajó para formar la suya.  
            Ciertamente que se respiraba un aire diferente en nuestro país, desde el inicio de  esta presidencia, surgiendo numerosos sindicatos y agrupaciones de todo tipo, aprovechando el clima de libertades existentes, al librarnos del imperio del sable, por primera vez desde 1844.

 

sábado, 11 de abril de 2015

Las elecciones de 1978

Colaboración para La Información                                 AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com            LAS ELECCIONES DE 1978           
                                                                             Julio M. Rodríguez Grullón

Estas elecciones, junto a las de 1996, han sido los dos eventos claves, para producir la democracia que hoy tenemos.
Para 1978, la mayoría del pueblo dominicano estaba cansado del régimen de Balaguer, con su estela de crímenes, con su falta de institucionalidad, la politiquería dominando abiertamente en las fuerzas armadas y la acusación de comunista, a todo el que no fuera reformista, particularmente al PRD y su líder, el Dr. José Fco Peña Gómez, quien había ocupado en ese partido, el lugar dejado por el Profesor Juan Bosch al fundar el PLD.
Bosch y su partido continuaban refiriéndose a las elecciones como el matadero electoral.
El PRD por su parte había logrado aglutinar nuevamente una gran alianza de partidos y grupos políticos, alrededor de su candidato el Señor Antonio Guzmán, llamada nuevamente Acuerdo de Santiago y esta vez no estaban  dispuestos a retirarse, a pesar de los atropellos y las amenazas que recibían y la abierta politización de las Fuerzas Armadas, una vez mas en campaña balaguerista. La gran abstinencia del electorado de  45% en las elecciones de 1974, le indicaban claramente donde estaban las simpatías de los votantes.
Guzmán era un hombre práctico, comerciante, con intereses agrícolas; sin ser un intelectual había forjado su liderazgo dentro del PRD, con cierta independencia del líder Peña Gómez.
Las elecciones transcurrieron con tranquilidad aquel 16 de mayo, pero cuando el escrutinio  de los votos llegó al 25% del total emitido,  el PRD tomó una ventaja que era imposible de superar. Entonces, a prima noche, los militares decidieron suspender el conteo de votos y ocuparon las oficinas de la Junta Central Electoral..
El país entró en un estado de suspenso  lleno de aprehensión.
Sin embargo, en Washington  no estaban dispuestos a tolerar, que el resultado de las elecciones fuera desconocido.
Para saber lo que ocurrió en esos tres días de mayo de 1978, (16 al 19), recomiendo visitar la biblioteca del Presidente Jimmy Carter en Atlanta, Georgia, donde se verá claramente como este presidente, desde Washington, con la colaboración destacada del entonces Presidente de Venezuela, Carlos Andrés Perez , obligó a Balaguer y los militares a reanudar el conteo de votos y aceptar sus resultados.
Los resultados finales de estas históricas elecciones fueron los siguientes:
De un total de 1,655,707 votos válidos, el PRD y sus aliados, obtuvieron  855,765 (51.7%) el Reformista y los suyos 698,163 (42.2%), el PLD 18, 375 (1.1%). El 5% restante se lo repartieron El MIDA de Augusto Lora, el PQD de Wessin y otros partidos de izquierda minoritarios.
Pero Balaguer  no estaba dispuesto  a entregar totalmente el poder al PRD.
Como todavía  controlaba la Junta Central Electoral, logró que se le adjudicaran cuatro senadurías en provincias donde el no había ganado, alegando supuestos fraudes y con eso le arrebató al PRD el control del Senado y el Poder Judicial.
En junio, los militares balagueristas no estaban dispuestos a entregar sus posiciones al nuevo gobierno e intentaron fraguar un golpe de estado antes de que Guzmán tomara posesión de la presidencia el 16 de agosto, pero los consejeros militares norteamericanos, esta vez se opusieron a ese desatino y los hicieron abandonar esos planes.
Entonces quisieron forzar al  Presidente electo a realizar algo parecido a lo de Juan Bosch en el 1963, dejándolos en sus posiciones, convocándolo a una reunión en la Secretaria de las Fuerzas Armadas, pero cual no fue su sorpresa, cuando al salir de la reunión, Guzmán le dijo a los periodistas que esperaban fuera, que ellos todos les habían jurado su lealtad y estaban dispuestos a acatar sus decisiones.