sábado, 23 de septiembre de 2017

Duarte XXVII

ESPECIAL PARA LA INFORMACION                              AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com       JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (XXVII)
                                                                   Julio M. Rodriguez Grullón

LA ENTREVISTA CON RAMON SANTANA.-
Para 1843 los Mellizos Pedro y Ramón Santana se habían convertido en las ´personas mas influyentes en la región este del país. Es interesante conocer someramente su historia, antes de la llegada de Duarte al Seibo, en mayo de 1843.
Ellos eran hijos de Pedro Santana, quien había luchado en la batalla de Palo Hincado y quien al  cadáver de Ferrand, el general francés derrotado, le había cortado la cabeza y la paseó triunfante, enganchada en la bayoneta de su fusil, por el Seibo, según relatan algunos  historiadores.
Habían nacido en 1801 en Hincha, cerca de la colonia francesa, ubicada en territorio español según el tratado de Aranjuez de 1777, pero los haitianos a quienes detestaban,  ocupaban gradualmente ese territorio y  atropellaban a la familia.
Al iniciarse los disturbios en la colonia francesa en 1798, la situación se tornó insoportable para el señor Santana, quien decidió marcharse y establecerse  lo mas lejos posible de los haitianos , así que con su familia terminó   instalándose en el Seibo.
De inicio era empleados en las tierras  de Miguel Febles, quien era el mayor terrateniente de la zona y la  persona mas influyente, quien murió.  Ramón se había casado con la hija de Febles, Froilana, en 1829 y Pedro, terminó casándose con la viuda, quien era bastante mayor que el. Fue así como ascendieron a dueños de las tierras. Eran personas trabajadoras y honestas. Tenían diferentes personalidades. Ramón era el intelectual y mas instruido de los dos. Gustaba de la lectura y  era tenido como un intelectual de peso. Pedro mas tosco, era capataz de los peones de las tierras  y estaba acostumbrado a dar ordenes. Se decía que Pedro, habitualmente seguía las sugerencias de su hermano.
Duarte organizó en el Seibo el sabido proceso de instalar  una Junta  Popular de gobierno, de la cual, al igual que en San José de Los Llanos, no  quedó rastro documental.
Se sabe, que los mellizos Santana se negaron a ocupar cargos en esa Junta, argumentando que no querían compartir  cargos con haitianos.
Tomas Bobadilla, quien era funcionario del gobierno haitiano, había estado de fiscal en el Seibo y había entablado amistad con los mellizos. Bobadilla no estaba de acuerdo con las ideas independentistas de Duarte y creía en la Separación, esto es, librarnos de los haitianos y colocarnos bajo el amparo de  una nación fuerte,  pues creía como la mayoría de la reducida clase alta de esos días, que los dominicanos por si solos, no podrían defenderse de los haitianos,  quienes los aplastarían. Las ideas de Bobadilla, habían influenciado la manera de pensar de los mellizos sobre este tema.
Luego de instalada la Junta Popular, Joaquin Lluberes concertó la entrevista de Duarte con Ramón Santana.
Esta entrevista fue difícil para el, al constatar, que las ideas de Ramón no eran las suyas en relación a la independencia dominicana. Los argumentos de Duarte sin embargo en pro de la independencia eran sólidos y finalmente al parecer, Ramón estuvo de acuerdo con el.
Pedro no apareció, ni siquiera  para conocerlo, una clara indicación de que no le interesaba esta relación.  Al final de su encuentro, Ramón le aseguró a Duarte, que Pedro también lo apoyaría y como esa era lo que se decía en el lugar, que Pedro seguía las sugerencias de su hermano, Duarte se marchó tranquilo de regreso a Santo Domingo.
Cuando regresó a la ciudad capital, se encontró con que la situación que había dejado de armonía entre los dominicanos y haitianos en la Junta de Gobierno de la ciudad,  se había roto y  convertido en un enfrentamiento.



miércoles, 20 de septiembre de 2017

Duarte XXVI

DUARTE VIAJA A BAYAGUANA, SAN JOSE DE LOS LLANOS Y EL SEIBO.-
Antes de partir para el este del país, Duarte realizó una visita a Bayaguana, amparado en una orden de ruta fechada el 5 de abril de 1843, firmada por Ponthieux, como Presidente de la Junta de Santo Domingo y Mella como su Secretario, en la que le daban poderes para instalar Juntas Populares de Gobierno, donde  la necesidad lo exigiera
El día 7  del mismo mes, se le expidió una carta credencial, que lo autorizaba  en nombre del pueblo soberano a instalar y regularizar las Juntas Populares que debían regir los negocios públicos en las diferentes comunes de su tránsito.
Notemos que estos dos documentos fueron redactados en español y fueron posiblemente los primeros documentos redactados en nuestro  idioma, por un gobierno  haitiano. El 25 de abril de 1843, redactó Duarte el acta de la reunión celebrada en Bayaguana siguiendo el método empleado en Santo Domingo, para elegir la Junta Popular de Gobierno. Se llamó a las personas notables de la comunidad para que se convirtieran en electores y se le presentó una lista de las personas que podían ser elegidas, para conformarla y presidirla.
El ciudadano que recibió la mayor cantidad de votos fue Manuel   Hurquerque  con 69, seguido de Lucas Contreras con 61 y Juan Santana con 46. Como para los dos  los cargos restantes de la junta, las votaciones estuvieron empatadas, se necesitó una segunda ronda de votación,  sin los tres candidatos que habían recibido el mayor número de votos en la ronda inicial.  En esta  segunda ronda fueron elegidos Eugenio Miranda con 70 votos y José Martir con 42, completándose así  la votación para los demás  cargos.
Los miembros de la Junta procedieron entonces a elegir  su Presidente  y Secretario de la misma, eligiendo a Manuel Hurquerque, Presidente y a Eugenio Miranda, Secretario.
Duarte procedió entonces a juramentarlos en sus respectivos cargos y estos procedieron a firmar el acta levantada por el, de todo lo ocurrido.
Después de  esto, emprendió Duarte su viaje al  este del país y es muy probable se detuviera en San José  de Los Llanos e hiciera algo similar a lo que hizo en Bayaguana.
Recordemos que San José de los Llanos está situada en el camino del Seibo desde Santo Domingo. El Seibo era la mas importante de las comunidades en la región este del país en esos días. No existían todavía ni  La Romana, ni San Pedro de Macorís. En la desembocadura del Higuamo existía una aldea llamada Mosquitisol y de La Romana no había nada todavía.
En San José de Los Llanos poseía una residencia  el hermano mayor de Duarte, Vicente Celestino, quien operaba un local comercial allí. La familia Duarte Diez también tenia intereses en un aserradero, que luego  exportaba madera  por la playa de Guayacanes y  también poseía una crianza de ganado, por lo que Vicente Celestino era una persona importante, muy conocida en esta zona y Duarte visitaba con frecuencia esta ciudad. Así que aunque no existen pruebas documentales de ello como en Bayaguana, es muy probable que Duarte se detuviera  allí en su camino al Seibo y repitiera lo que había hecho  en esa otra ciudad.
Duarte llegó al Seibo el 3 de mayo de 1843, acompañado de Joaquin Lluberes. Ese es el día de las fiestas patronales de la Santa  Cruz  y que la población celebra con grandes festividades. Todavía vivían en el Seibo parientes de su madre y también estaban las personas importantes a quienes quería ver, los señores Legiuisamon, Linares y los mellizos Santana. Sería la mas importante de sus visitas, previo al pronunciamiento independentista que pensaba realizar en un futuro cercano.


sábado, 9 de septiembre de 2017

Las parturientas haitianas

ESPECIAL PARA LA INFORMACION                        AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com                 LAS PARTURIENTAS HAITIANAS
                                                                   Julio M. Rodriguez Grullón

Es increíble como han evolucionado las cosas en esta isla.
La Republica Dominicana, concebida por Duarte y que la clase alta de su época consideró una utopía, porque los haitianos la aplastarían y prefirieron que fueramos en vez de eso, un protectorado o una colonia de cualquiera de  las potencias de la época, ya fuera Estados Unidos, España, Francia o Inglaterra y que por esa razón expulsaron a Duarte  del país, borrándolo del mapa nacional, es en la actualidad una realidad, a la que los haitianos se aferran, como medio de mejorar sus paupérrimas condiciones de vida.
            A pesar de la anexión a España por Santana, que los dominicanos rechazamos exitosamente  a sangre y fuego y del intento de anexión a Estados Unidos en 1869, que fracasó porque no fue aprobada  por el senado norteamericano, el año siguiente, convirtiéndose entonces la ayuda de estos a Baez,  en la guerra  de los seis años, Baez fue sacado del poder y somos actualmente la mas adelantada de las dos naciones en la isla, comprobándose así, la extraordinaria visión política de Duarte.
            Siempre que hay un país mas avanzado  junto a uno muy atrasado, se produce una fuerte corriente migratoria del mas atrasado, hacia el mas adelantado.
            En la actualidad, una de las  modalidades de penetración por los haitianos, es trayendo madres haitianas a que den aluz sus hijos, en territorio dominicano.
            Esto nos pone en la disyuntiva de aparecer crueles e indiferentes ante la tragedia de nuestro vecino si las rechazamos, o de tener que resistir la presión internacional que nos querrá imponer esos niños nacidos aquí, como nuevos ciudadanos dominicanos, que tendremos que mantener, lo que solo contribuirá a frenar nuestro precario desarrollo.
            Debemos buscar una salida salomónica ante esta disyuntiva.
            Se me ocurre que lo mas practico sería habilitar una maternidad en la zona fronteriza del lado haitiano, que costearíamos de nuestro presupuesto.
            Se estima que cada parto de las haitianas en nuestros hospitales públicos, nos cuesta unos treinta mil pesos (R.D.$ 30,000), cien de ellos serían 3 millones, mil serían 300 millones,.. dos mil, 600 millones y así sucesivamente.
            Mantener una maternidad en territorio haitiano yo aprecio nos costaría anualmente unos quinientos millones de pesos, (R.D. $ 500,000,000.). Podríamos emplear en ella, además de medicos dominicanos, médicos haitianos educados y entrenados en la Republica Dominicana,  los cuales ya suman centenares. De esta manera nos quitamos de encima el estigma de la indiferencia ante la tragedia ajena y evitamos se nos quiera aumentar la carga de niños dependientes de nuestro presupuesto para su mantenimiento.
Tenemos que enfrentar la realidad de que somos el único país que tiene frontera con Haití. Que sus problemas repercuten indefectiblemente en nuestro país y que debemos buscar la manera de solidarizarnos y tratar de ayudar a resolverlos, preservando nuestra nacionalidad, que mucho trabajo nos dió lograrla y que debemos mantener
La maternidad podría situarse en el lado haitiano de la frontera por Elias Piña, que estaría en el centro de Haití y de acceso equidistante a la mayor parte de su territorio.
Debemos ir pensando que la Republica Dominicana va a tener que establecer un programa de ayuda externa y que Haití sería por su situación geográfica, el principal beneficiario de esa ayuda.
Que esta ayuda se inicie instalando una maternidad a nuestro costo en territorio haitiano, me parece una buena manera de iniciarla.
Terminamos diciendo que esto es solo una idea de como se podría resolver uno de esos problemas.



sábado, 2 de septiembre de 2017

Duarte XXV

ESPECIAL PARA LA INFORMACION                                   AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com     JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (XXV)
                                                                     Julio M. Rodriguez Grullón

LA JUNTA DE GOBIERNO DE  SANTO DOMINGO  DE 1843
El nuevo gobernador militar haitiano es Etienne Desgrottes, aliado a la víspera de los duartistas, como ya empiezan a ser llamados los lideres dominicanos independentistas, en la parte final de la lucha contra la dictadura de Boyer y es aún, junto a otros prominentes haitianos, un aliado de ellos. Siguiendo el espíritu democrático de la revolución victoriosa, Desgrottes llama a que se realize un registro de notables, que se convertirán en votantes, para elegir el nuevo gobierno de la ciudad. Cuando la lista se consideró  completa, se realizó ahora otra lista, con los candidatos a los siete cargos de que constaría el nuevo gobierno de ella.
A seguidas a cada elector se le llamó por su nombre y se le entregó la lista de candidatos en una boleta, que era mostrada al público. El elector  seleccionaba su candidato y le entregaba su boleta a un  escrutador que la depositaba en la urna. Cuando  todos los electores habían depositado su voto en la urna, un escrutador  los sacó uno a uno y leía en alta voz, el nombre del candidato favorecido por ese voto.
Los siete candidatos elegidos fueron:
1.- Juan Pablo Duarte
2.- Manuel Jimenes
3.- Pedro Alejandrino Pina
4.-Remigio del Castillo
5.- Felix Mercenario
6.- Alcius Ponthieux
7.- Jean Baptiste Morin
Vemos que en la junta de gobierno habían sido elegidos cinco dominicanos y dos haitianos; obviamente que los duartistas dominaban, cinco votos contra dos.
Los miembros  de la junta eligieron como su Presidente a Alcius Ponthieux y como Secretario designó  a Ramón Mella. Juan Isidro Perez fue  designado secretario del Jefe del Departamento. Está claro que si Duarte hubiera querido ser elegido Presidente de la Junta lo hubiera conseguido facilmente, pero el no lo creyó prudente. Era preferible que por el  momento, que un haitiano ocupara  esa posición.
Recordemos que todavía, todo es armonía entre los dominicanos y haitianos que habían participado en la revolución reformista contra Boyer. Para los haitianos, estos hombres eran buenos amigos y meritorios ciudadanos, que habían contribuido  eficazmente a implantar un nuevo régimen de libertad, legalidad y progreso en la República.
Ellos no tenían aun la menor sospecha, de las verdaderas intenciones de esos hombres, quienes además las disimulaban muy bien.
Duarte  se reunía aparte con su  grupo mas cercano en estos días, compuesto de Sanchez, Mella, Pina, Perez y su hermano Vicente Celestino, para planificar los próximos pasos que condujeran a la declaración de la independencia.  Pasaban revista a la situación, para ver que les faltaba hacer para declararla con posibilidades de éxito.
En sus reuniones consideraron que estaban fuertes en el Cibao, la capital y el Sur del país, pero que estaban débiles en  la región este. Duarte decidió enviar a Mella al Cibao a ultimar los planes para hacer el pronunciamiento y realizar el, un recorrido por la región este, para fortalecer su posición.
Era imprescindible que se entrevistara con los mellizos Santana, personas muy influyentes en esa  zona del país, pues controlaban gran cantidad de terrenos y hombres, que serían muy necesarios para la lucha que se produciría.