sábado, 21 de agosto de 2010

Trujillo lanza una moneda metalica

Colaboracion para La Informacion AYER Y HOY
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TRUJILLO LANZA UNA MONEDA METALICA
Julio M. Rodriguez Grullón

En nuestro país tuvimos, desde la primera década posterior a la independencia, dificultades para poseer una moneda propia.
Desde que Buenaventura Baez engañó a los comerciantes del Cibao, pagándoles la cosecha de tabaco, con unas papeletas sin respaldo, que provocó la revolución de julio de 1857, el estado dominicano perdió la capacidad de poseer un signo monetario que gozara de la confianza de la población.
Las cosas no mejoraron posteriormente durante el siglo XIX, al contario, empeoraron, cuando Lilís, al final de su dictadura, emitió sus famosas papeletas, también sin respaldo, que el pueblo rechazaba y rehusaba utilizar en sus transacciones comerciales habituales.
Así que desde las dos últimas décadas del Siglo XIX, cuando el país comenzó a desarrollarse, los comerciantes utilizaban monedas como la mejicana, la americana, la haitiana o cualquier otra que les inspirara confianza.
A partir de 1904, el dólar norteamericano comenzó a tomar preponderancia. La convención de 1907, lo oficializó y luego de la intervención americana de 1916-24, se convirtió en la moneda que se utilizaba a nivel nacional, para las transacciones comerciales. Recordemos que las aduanas eran controladas por un interventor americano, que después de cobrarse el pago de la deuda que dejó Lilís, mensualmente entregaba, en esa moneda, lo que le correspondía al gobierno dominicano.
Trujillo, consciente de esa debilidad de su gobierno, después que en 1936 estableció claramente la frontera con Haití, dándole al estado dominicano, por primera vez, sus límites territoriales precisos, inició el proceso de otorgarle a ese estado, un signo monetario confiable.
El 21 de febrero de 1937 se promulgó la ley 1259, que creaba la moneda metálica nacional. Las monedas fueron acuñadas siguiendo el patrón norteamericano , una moneda (de cobre) de un centavo, una de cinco, una de diez, una de veinte y cinco y una de cincuenta centavos.
No era necesario un banco central para lanzar estas monedas, pues su valor se relacionaba con la cantidad de metal que contenían, la de cinco centavos níquel y las demás su valor se relacionaba con la cantidad de plata que contenían. Pasarían diez años antes de que el dictador pudiera fundar un Banco Central y lanzar papel moneda, pero con los precios de los artículos de primera necesidad que existían entonces, se podía, con esas monedas, realizar la compra y venta de artículos de consumo diario familiar.
Las operaciones comerciales de mayor envergadura, o las que se hicieran con empresas extranjeras, se continuaron realizando, hasta 1947, en dólares.
Este fue un paso importante en desplazar del mercado monedas extranjeras, pues en la frontera haitiana sobre todo, era común que las pequeñas operaciones económicas familiares, se realizaran utilizando la moneda del aquel país, que fue entonces, ilegalizada.

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