sábado, 29 de octubre de 2016

Francisco Henriquez y Carvajal (1859-1935)

      FRANCISCO HENRIQUEZ Y CARVAJAL (1859-1935)
                                                                                

            El último personaje al que consideramos importante referirnos, del periodo de la primera intervención norteamericana del siglo pasado, es este miembro de una de las familias mas distinguidas de nuestro pais.
            En 1916 cuando renunció Jimenes a la presidencia, por no aceptar gobernar apoyado en las bayonetas yanquis, caso único ocurrido en los países del Caribe de esos días, el Congreso Nacional decidió designar a Francisco Henriquez y Carvajal, quien se encontraba a la sazón, viviendo en Santiago de Cuba, Presidente de la Republica Dominicana.
            Henriquez y Carvajal se presentó poco después en Santo Domingo, pero como no estaba de acuerdo con la intervención, no le permitieron los americanos  que gobernara y por fin, designaron en noviembre de ese año, un gobernador militar, en la persona de Harry S. Knapp.
            Había nacido en Santo Domingo, era descendiente por parte de padre de judíos sefarditas y de madre de los indígenas que estuvieron con Enriquillo en el Bahoruco.
            Era hermano menor de Federico  Henriquez y Carvajal.
            A los 26 años se graduó de abogado en el Instituto Profesional, luego hizo estudios de derecho romano con Hostos y estudió otras materias de derecho con destacados profesores internacionales. Dos años después decidió hacerse médico y se marchó a Paris se graduó en la Sorbona 5 años después y regresó a su país.
            Estuvo casado desde 1880 hasta 1897, en que ella murió, con la notable poetisa y profesora Salome Ureña, con quien procreó cuatro  hijos, Francisco, Max, Pedro y Camila.
            A su regreso de Paris ejerció su profesión de médico, fue profesor de la Escuela Normal de Hostos y del Instituto de Señoritas, que fundara su esposa.
            Entró en contradicción con la dictadura de Lilís y tuvo que abandonar el país, radicándose en Cabo Haitiano por 5 años, donde hizo amistad con Juan Isidro Jimenes.
            A la caída de LiIís regresó al país y Jimenes lo designó, Ministro de Relaciones Exteriores. Al caer Jimenes en 1902, se marchó a Cuba, presentó revalida de su título de médico y se radicó en Santiago de Cuba, a ejercer su profesión
            Al ocupar la presidencia Mon  Cáceres, aceptó ser representante dominicano  en un par de conferencias internacionales.
            Al regresar a la Presidencia su amigo Juan Isidro Jimenes en 1915, lo designó en un cargo diplomático en Washington, junto a Federico Velásquez  y Jacinto B. Peynado. En abril de 1916, fue  en una comisión a representar la RD en una conferencia financiera panamericana en Buenos Aires, Argentina,  donde se enteró del desembarco de los primeros marines al país en abril de ese año. Abandonó la conferencia y fue a Washington a protestar  por ese hecho y de inmediato regresó a Santiago de Cuba, a  ejercer su profesión de  médico, hasta que fue llamado en Julio, a ocupar la presidencia que dejó vacante su amigo.
            Al abandonar el país en diciembre de 1916, Francisco Henriquez  y Carvajal se convirtió en portavoz  itinerante de la protesta a la  intervención de las fuerzas militares norteamericanas en nuestro país. Se presentó en Versalles en 1919, a la reunión donde se fundó la Liga de las Naciones, a desenmascarar  al hipócrita de Woodrow Wilson, pero ahí no le permitieron hablar, enviándolo a Washington, donde tampoco lo escucharon.
            En 1920 el dinero recaudado en  la semana patriótica y la oficina que se abrió en Nueva York, para protestar contra la intervención,  de la cual fue un gran colaborador, hicieron mas efectiva su campaña.
            No estuvo de acuerdo con el plan de evacuación Hughes-Peynado, pero enfermó en esos días y tuvo que recluirse en Santiago de Cuba unos largos  meses, para recuperar su salud.
            A principios de la tiranía trujillista fue designado MInistro Plenipotenciario en
Francia y luego en Cuba, donde  murió.
                 



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