TRUMP VERSUS HILLARY; QUE VERGUENZA
Los Estados Unidos es la
democracia mas vieja, pues comenzó institucionalmente en abril de 1789, tres
meses antes de que estallara la revolución francesa. Ha sido la mas estable,
pues nunca ha sufrido el trauma de un golpe de estado y la mas próspera, pues
en 1898 se convirtió en potencia mundial y en el Siglo XX, después de dos
guerras mundiales y la caída del muro de Berlin en 1989, pasó a ser la primera
potencia militar y económica del mundo.
Deben
por tanto sus elecciones presidenciales , que en la historia del país, se han
efectuado sin falta cada cuatro años, servir de ejemplo a las demás democracias
y países no democráticos del mundo.
Lamentablemente
este no ha sido el caso esta vez y la campaña y debates entre los dos
candidatos presidenciales con posibilidades de ganar, han ofrecido un
espectáculo deplorable, que empaña densamente el prestigio de esa nación y lo
que debe ser este tipo de enfrentamientos entre rivales políticos, con
posibilidades de llegar al poder.
Si
no fuera porque hablan en inglés, estos debates parecerían mas una
contienda entre dos rivales políticos
del patio, que pretenden desacreditar a
su rival, mediante insultos y calumnias, para impresionar al electorado joven y al menos ilustrado.
Los
dos candidatos no se han referido seriamente a los temas mas importantes que
tiene por delante ese país en la actualidad, como son la inmigración, la guerra
en el medio oriente (Siria, Irak y otros países de esa zona del mundo), como
combatir el terrorismo y mantener la prosperidad económica.
No
estamos solos en nuestra apreciación.
Una encuesta publicada
en el diario Boston Globe, el 21 de
octubre 2016, hecha por ese diario y la empresa Colby College, reporta que el
80% de los encuestados se siente avergonzado, por como se ha desarrollado esta
campaña presidencial.
Ambos
candidatos presentan puntos fuertes y débiles fáciles de apreciar.
Trump
apela al residuo de la doctrina del destino manifiesto y la superioridad racial
blanca que aún persiste en un segmento de la población de aquel país, pero esto
lo pone en posición muy débil frente al
electorado negro e hispano, que sobrepasa ya el 20% de los votantes.
Es
asimismo un demagogo, que entusiasma con sus pronunciamientos a los
prejuiciados contra extranjeros y musulmanes, pero que por esta razón se ha ganado la
repulsa de medios de prensa tan influyentes como el New York
Times, USA Today y otros importantes medios de comunicación de masas.
Hillary
por su parte tiene una actitud ambigua frente al gran capital, pues aparentemente
dijo una cosa en privado en Wall Street y otra en público en relación al tratado
Asia-Pacifico de libre comercio de Obama,
razón por la cual los jóvenes americanos no confían en ella y Bernie Sanders, practicamente
un desconocido, recién llegado al partido demócrata, procedente del campo
socialista americano, pudo darle la batalla por la candidatura presidencial del
partido hasta el final, a pesar de ella estar involucrada en las campañas e interioridades
de ese partido por varias décadas.
Su
gestión como canciller, está salpicada de escándalos como el uso de su correo privado
para comunicaciones secretas y la muerte del embajador americano en Libia, en 2012.
Las
encuestas favorecen a Hillary y a nosotros yo creo nos conviene que ella gane.
En su boda con Bill
en 1975, ellos pasaron su luna de miel en Haití y familiares de ella poseen intereses
económicos allí. Ella esperó el año nuevo del 2016 en Punta Cana con su familia, en compañía de Frank Rainieri y otros
magnates de nuestro turismo. Así que si ella gana, Frank podría influenciarla
en que favorezca nuestros Intereses en ese renglón, el mas importante de nuestra economía en la actualidad y en caso
de que quiera ayudar a Haití, que lo haga sin perjudicarnos a nosotros.
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