sábado, 29 de septiembre de 2012


Colaboracion para La Informacion                         AYER Y HOY


CONSECUENCIAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

EN LA DICTADURA DE TRUJILLO

Julio M. Rodriguez  Grullón

 

A pesar de que  Trujillo era un dictador y había coqueteado con la Alemania de Hitler, tan pronto los Estados Unidos declaró la guerra a las potencias del eje, después del ataque a Pearl Harbor , rápidamente les declaró la guerra también y se alineó con los aliados en el conflicto.

Trujillo demostró que el estaba consciente que había llegado al poder como consecuencia de la intervención americana de 1916-24, con el consentimiento de los interventores  y que  también dependía de ellos  para su permanencia en el.

            Ahora bien, su participación en la guerra fue enteramente de papel, pues no envió ningún soldado a los campos de  batalla o aportó nada a la causa de los aliados.

             Sin embargo, fue la segunda guerra mundial, el evento que consolidó su posición y le permitió enriquecerse como ningún dominicano había soñado y como pocos hombres en el  mundo  han logrado hacerlo.

              Para comenzar, en 1940, luego de estar al borde de la muerte por su pústula maligna  en el cuello y viajar a los Estados Unidos a chequear su salud, fue sorprendido por la oferta del Secretario de Estado Cordel Hull de entregarle  las aduanas al país. Los Estados Unidos querían terminar una ingerencia, que para ellos era ya mas bien una molestia y asegurar  un aliado para la guerra, en la que sabían se verían envueltos eventualmente. De ahí en adelante,  ningún comerciante podía competir con las empresas de Trujillo o sus familiares, pues el podía acomodar los aranceles del país a su conveniencia, podía quebrar cualquier empresa  subiéndole  los aranceles a los materiales que  importara  o a los productos que exportara.

            El estado de guerra le permitió reprimir cualquier manifestación de oposición sin que

nadie de fuera lo interpelara o molestara.

            Para 1946, se había convertido en el primer empresario dominicano, con sus monopolios y su control absoluto de la economía. Nadie podía rivalizar con el, en el campo de los negocios.

            Juan Bosch lo dice muy bien:

            “Un año después de terminada la guerra mundial (Bosch enumera los negocios de Trujillo)   de republica que era,  Santo Domingo quedó transformado en una empresa económica” (Trujillo, causas de una tiranía sin ejemplo, pag 147 y 148) y mas adelante señala “Si la Republica Dominicana  cambiara su nombre por el de Empresas Trujillo C por A, estaría mejor definida y su situación política quedaría fuera de discusión, ( pag 179 de la citada obra).

            Trujillo era un capitalista con todos los resortes del poder a su disposición y lo que hizo fue ahondar la distancia entre las clases sociales dominicanas. El, sus familiares y servidores incondicionales, estos últimos a pesar de sus períodos de desgracia, se ubicaban en una posición privilegiada, mientras la gran masa del pueblo arrastraba su espantosa miseria, vigente desde el siglo XVI. Existía una reducida clase media, que luchaba por sobrevivir, en medio de una asfixiante atmosfera de adulación y terror difuso.    

             

 

 

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