sábado, 31 de diciembre de 2011

Colaboración para La Información AYER Y HOY
Articulosdeopinion2004@yahoo.com BETANCES EN LA HISTORIA DOMINICANA
Julio M. Rodriguez Grullón

El título de esta entrega corresponde a la última publicación del Dr. Santiago Castro Ventura, con diagramación de Yisel Casado y prólogo por Carmen Durán Jourdain. In Memoriam de los estudiosos del antillanismo Manuel Maldonado Denis y Ciprián Soler, con dedicatoria especial al presidiario de Viequec, Danny Rivera. Edición de 500 ejemplares, impreso en la Editora Manatí, en Santo Domingo, octubre 2011, consta de 502 páginas.
Al relatarse la historia de la lucha por la independencia de Cuba y Puerto Rico, pocas veces se narra la influencia que tuvo nuestra guerra de la restauración (1863-65) en ellas. Sin embargo, la influencia fue tan grande, que la bandera ondeada en Puerto Rico, en el grito de Lares (septiembre de 1868) era muy parecida a la dominicana.
Raras veces se menciona ya la doctrina del antillanismo (1866-98) y de la importancia que tuvo en ella, además de Luperón, Martí, Máximo Gómez y Hostos, Ramón Emeterio Betances (1827-98), un personaje realmente antillano, que luchó denodadamente por la unión de estas islas y su independencia de las potencias imperialistas.
Nacido en Cabo Rojo, Puerto Rico, de padre dominicano, Betances se graduó de médico en la Universidad de Paris, en 1853, donde conoció al Dr. Alejandro Llenas, oriundo de esta ciudad, quien fuera el primer dominicano en graduarse de médico en esta famosa universidad. Después de graduarse, Betances regresó de inmediato a Puerto Rico y dos años después, al producirse una epidemia de cólera en la isla, pone de manifiesto sus grandes condiciones de clínico. Sus habilidades quirúrgicas, lo harían famoso posteriormente en Puerto Rico, Republica Dominicana y Francia.
Nos visitó por primera vez en 1861 y luego varias veces, desterrado de su país, por sus luchas por la independencia y contra la esclavitud, todavía existente allí y en Cuba, los remanentes del imperio español del Siglo XVI en este continente.
Que un famoso medico-cirujano, graduado de la Universidad de París, ejerciera en nuestro país, fue todo un acontecimiento. Fue Betances quien trazó la pauta entre nosotros, de que los médicos atendieran gratis a los pobres y cobraran honorarios solo a los que pudieran pagarles, el clásico ejercicio liberal de la profesión, vigente en los países desarrollados de esos días , en los que todavía el estado estaba desligado de la atención medica a la población.
Betances ejerció en Santo Domingo, Puerto Plata y en esta ciudad en mayo de 1875, donde por las mañanas, consultaba privadamente en la casa de su amigo, el Dr. Alejandro Llenas, en la calle San Sebastián y en las tardes consultaba gratis a los pobres, en la botica de Don Ulises Fco Espaillat.

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