lunes, 17 de diciembre de 2012


Colaboración para La Información                                AYER Y HOY


                                    EL HOSPITAL AYBAR DEBE SER DEMOLIDO Y RECONSTRUIDO

                                                                          Julio M. Rodriguez Grullón

 

La visita sorpresa que  realizara en la capital al Hospital Dr. Luis E. Aybar (antiguo Morgan), el pasado 6 de diciembre 2012, el Excelentísimo Señor Presidente de la Republica, expuso de nuevo a la opinión pública dos cosas:

            1ro.- El hospital está en condiciones deplorables

             2do.- Existe  la disyuntiva entre una remodelación o su demolición y reconstrucción

            Es nuestra opinión, que el hospital debe ser demolido y reconstruido y así se lo dejamos saber, al señor  Presidente. ¿Porque pensamos así?:

El Hospital fue inaugurado en 1946, construido por Trujillo, en medio de la oleada democrática que existió, en esta parte del mundo, terminada  la 2da guerra mundial (1939-45) con agitación de sindicatos obreros y huelgas. Fue un hospital construido para obreros, junto con el Barrio María Auxiliadora. Sus salas están diseñadas para albergar 14 y mas enfermos, que no tienen ninguna privacidad hacia su persona, en momentos tan difíciles como  una enfermedad. Esas salas atentan contra la dignidad humana, lo que en esos tiempos no preocupaba a las autoridades. 

El Hospital  Aybar, no califica, ni va a calificar, por mas remodelaciones que se le hagan, para los pacientes del sistema contributivo de SENASA o las ARS privadas y es actualmente la cenicienta de la Ciudad Sanitaria, que ironicamente lleva su nombre, pues los hospitales satélites que se construyeron, supuestamente para su mejoría, lo que ha ocurrido es lo contrario, le han  restado pacientes y drenado su recurso  humano, por las mejores condiciones, tanto para los pacientes como  para los que allí laboran, que en ellos prevalecen.

Cuando le manifesté al señor Presidente la necesidad de la demolición y reconstrucción del hospital, el me respondió, que el principal escollo para eso, era que se haría con los pacientes que acuden al hospital mientras se ejecutan  esos trabajos.

He intercambiado opiniones sobre esto con otros médicos del hospital y señor Presidente, aquí le ofrecemos la solución a ese escollo:

Se pueden iniciar los trabajos demoliendo la llamada “casita de las monjas” y su anexo, donde no se internan pacientes y que cubre un área considerable de terreno. Se construye allí  una torre para los internamientos y otras dependencias y mientras esa obra se ejecuta, el hospital continúa funcionando en su actual ubicación. Una vez puesta en condiciones de operar la torre,  entonces se traslada hacia allí la atención a los pacientes y se habilita una emergencia  provisional en su planta baja, mientras se demuele el hospital actual y se construye en esa área una emergencia moderna y un gran parqueo, en lo que seria la parte frontal del hospital.

Señor Presidente, por el regocijo que produjo, su visita puso de manifiesto el cariño hacia su persona y la esperanza de mejoría que su figura y planes han despertado  en la población. El mejor regalo que usted puede hacerles como estadista, es dejarles   un hospital con una  estructura moderna, que les sirva para el presente y el futuro de sus necesidades de atención médica.

 

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