sábado, 8 de enero de 2011

Winston Churchill

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LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (1939-1945). PRINCIPALES PERSONAJES (IV)
Julio M. Rodriguez Grullón

WINSTON CHURCHILL (1874-1965)
Fue quien logró compactar la alianza de democracias que enfrentó a las potencias absolutistas del eje (Alemania, Italia y Japón). Algunos gobiernos dictatoriales como el de Rusia, por circunstancias del momento, también formaron parte muy importante de esta alianza.
Churchill nació en Oxforshire, Inglaterra, hijo de un aristócrata ingles y una americana.
En 1895, a los 21 años de edad, como miembro de un regimiento de caballería, combatió en Cuba, del lado de los guerrilleros independentistas que comandaba Máximo Gómez, a la vez que actuó como corresponsal de guerra del periódico londinense “The Daily Telegraph”, enviando reportajes sobre esta guerra. Fue entonces cuando adquirió el hábito de fumar cigarros habaneros, hábito que mantuvo por el resto de su vida. Luego combatió en la guerra de los boxers en Sudáfrica, donde fue hecho prisionero, logrando escapar y obteniendo renombre por ello, así que ganó, en 1900 las elecciones para diputado del congreso británico efectuadas en su distrito y a los 26 años de edad, inició su extraordinaria carrera política.
Como congresista, Churchill era muy independiente en sus opiniones y sus discursos, llenos de colorido y frases célebres, provocaban la ira, tanto de sus correligionarios, como de sus opositores, por lo que cambió varias veces de partido y de distrito electoral.
Al estallar la 1ra guerra mundial en 1914, predijo desde sus inicios lo que ocurriría. Estas predicciones eran consideradas disparatadas por los militares ingleses y al hacerse realidad, hicieron que fuera nombrado Lord del Almirantazgo y se embarcara en una profunda reforma de las fuerzas armadas británicas, tanto terrestres como marítimas.
Al terminar la guerra en 1918, cambiaron los tiempos; en 1924, Churchill fue nombrado ministro de hacienda por un gobierno conservador . Su manejo de la economía, en una época de depresión económica y huelgas, le granjeó antipatías y su popularidad descendió, al extremo de que en 1929, abandonó la política activa y dedicó su tiempo a pintar y escribir libros.
La llegada al poder de Hitler en 1933 y el auge del nazismo en Alemania, hizo que escribiera artículos en la prensa, llamando la atención sobre el peligro que esto constituía para Inglaterra y el resto del mundo. Urgía a que Inglaterra se militarizara y modernizara su aparato de guerra. Nadie le hacía caso, hasta que en 1938 Hitler se anexó Austria y Checoslovaquia. El primer ministro ingles Chamberlain, regresó a Inglaterra, después de conferenciar con Hitler, asegurando que permitir eso aseguraba la paz. Cuando Hitler al año siguiente invadió a Polonia, Inglaterra y Francia le declararon la guerra a Alemania, Chamberlain renunció y Churchill fue llamado a ocupar su viejo cargo en el Almirantazgo. El 10 de mayo de 1940, fue designado primer ministro. Pero se había perdido un tiempo precioso. En su discurso de toma de posesión, Churchill dirigió su celebre frase al pueblo ingles:
“Solo les prometo que tendremos sudor, sangre y lágrimas”.

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