sábado, 29 de enero de 2011

Ni teocracia, ni democracia

Colaboración para la Información AYER Y HOY
Artículosdeopinion2004@yahoo.com NI TEOCRACIA, NI DEMOCRACIA
Julio M. Rodríguez Grullón

Los movimientos en los días no laborables que estamos viviendo, son desconcertantes para la planificación personal, desnaturalizan la esencia de las celebraciones, están mermando la capacidad productiva de nuestras empresas y nos deja perplejos sobre el sistema político en que vivimos.
La Iglesia Católica, a pesar de que Santo Tomas de Aquino señalo, cinco siglos antes que los enciclopedistas, que Iglesia y Estado debían estar separados, pues eran instituciones con fines diferentes y el Concilio Vaticano II en 1965 aceptó esta separación, mantiene vigente un concordato en nuestro país, firmado en 1954 entre Trujillo y Pio XII.
En España, Pio XII firmo un concordato con Franco en 1953. Franco murió en 1975 y al año siguiente ese concordato fue eliminado. Este año, Trujillo cumple 50 años de ser ajusticiado y el concordato nuestro se mantiene igual.
Esto coloca a la Iglesia en los tiempos pre-concilio de Pio XI y Pio XII, quienes firmaron concordatos con personajes como Hitler, Mussolini, Franco y Trujillo.
El motivo de estos concordatos es que según estos dos Papas, se frenaba el comunismo, pues como esos dictadores eran oficialmente “anticomunistas”, producirían sociedades “ordenadas” en los que supuestamente se desarrollaría mejor la fe religiosa del pueblo. La realidad demostró que esta creencia era totalmente falsa.
Podría ser que la Iglesia progresara materialmente en alguna de estas dictaduras, pero no es verdad que la fe religiosa del pueblo se desarrolló mejor en ellas, que en una democracia.
Un concordato convierte practicamente un estado en una teocracia y uno piensa que en las fiestas religiosas no se movería su celebración, pero una fiesta religiosa tradicional como la de los reyes magos, hemos movido su celebración oficial.
Tradicionalmente la navidad nuestra se celebraba del 25 de diciembre al 6 de enero. Este año el 6 de enero cayó jueves, pero fue movida su celebración oficial para el lunes 10. Los tradicionalistas seguimos celebrando el 6 de enero, “puenteamos” el 7 y regresamos al trabajo el martes 11.
En una democracia, las fiestas patrias se respeta el día de su celebración, pues son fechas de gran trascendencia para el establecimiento de ese estado.
Aquí una fecha como el natalicio del Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, el 26 de enero, uno supone que debe ser inamovible. Pues este año, el 26 de enero cayo miércoles y su celebración oficial fue movida para el lunes 24. En el Instituto Duartiano esto nos ha causado gran irritación y seguimos efectuando los actos de conmemoración del 198 aniversario del nacimiento del patricio el 26. Conozco varias personas que ”puentearon” el 25, celebraron como quiera el 26 y se presentaron a su trabajo el jueves 27.
Para el estado dominicano tienen que ser inamovibles el 26 de enero, el 27 de febrero (el 12 de julio cuando lo celebremos) y el 16 de agosto. Son fechas fundamentales para la vigencia de la dominicanidad.

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