domingo, 1 de noviembre de 2009

Colaboración para La Información AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com LEY DE MONEDA Y CENSO DE 1935
Julio M. Rodriguez Grullón

Mientras se realizaban las negociaciones para establecer definitivamente la línea fronteriza con Haití, Trujillo procedió a dotar al estado dominicano de la capacidad de acuñar una moneda metálica, basada en el patrón plata, que sacaría del territorio nacional las monedas norteamericana y haitiana.
Pasaría mas de una década, hasta que el régimen estuviera en condiciones de imprimir papel moneda y de establecer un banco central, pero la existencia de una moneda metálica, permitió, en un país pobre y con los precios de la época, que la gran mayoría de las transacciones cotidianas, privadas y comerciales, se realizaran ahora con dinero dominicano.
Es interesante notar que esta moneda sería equivalente al dólar de los Estados Unidos y estaría fraccionada en monedas de plata de un peso, medio peso, veinte y cinco centavos y de diez centavos. A las denominaciones mas pequeñas, correspondían una moneda de níquel de cinco centavos y una moneda de cobre de un centavo.
La composición, el peso, la forma y las dimensiones de las monedas, serían las mismas que las de las monedas de iguales denominaciones de los Estados Unidos.
Al tiempo que organizaba el estado, Trujillo quiso saber con que contaba en el territorio nacional y para ello organizó un censo confeccionado en bases rigurosamente científicas, dividido en tres partes, viviendas, población y agropecuario.
De realizar este censo se encargó al Partido Dominicano, presidido en esos momentos por Mario Fermín Cabral, uno de sus cortesanos mas prominentes, de tal forma que al terminarse dicho proceso, Trujillo sabía exactamente todo lo referente a la población dominicana, incluyendo nombres, apodos, escolaridad , tipo de vivienda y propiedades , ocupaciones y hasta defectos físicos. Como los presidentes de las juntas provinciales y municipales del Partido Dominicano tenían que enviarle regularmente informes de lo que ocurría en sus demarcaciones, Trujillo sabría al dedillo lo que ocurría en todo el territorio nacional.
Súmese a esto que en las carreteras que se iban construyendo, se instalaron aproximadamente cada 30 kilómetros, puestos de chequeos, en los que el conductor del vehiculo tenia forzosamente que detenerse, (pues se construyeron los llamados policías acostados, que cruzaban la vía) y decir su nombre, procedencia y destino; los militares anotaban el número de la placa y la hora en que el vehiculo cruzó por allí.
Trujillo estaba omnipresente en la vida de todos.
Las datos mas importantes que arrojó este censo, son interesantes de conocer.
Para 1935 vivían en este país 1,479,417 personas, de los cuales 998,733 (67.6%) eran mestizos, 192,733 (13.0%) blancos, 287,677 (19.4%) negros y 339 (0.02%) amarillos. Un total de 73,070 (4.9%) eran extranjeros de los cuales 60,517 (82.8%) eran haitianos . Un 50.7% de la población pertenecía al sexo masculino y 49.3% al femenino.
La población urbana constituía un 17.8% y la rural 82.2%. Eramos obviamente un país rural. Santo Domingo, la capital tendría unos 80 mil habitantes y comenzaba a desbordar los límites de la muralla de los tiempos coloniales.
Para esta época solo un 20% de la población estaba alfabetizada y Trujillo ya había lanzado un agresivo programa de alfabetización, con una cartilla cívica, que al tiempo que alfabetizaba y educaba, reforzaba su autoridad.
La economía del país dependía de la agricultura y el principal cultivo y producto de exportación era la caña de azucar, promovido en las últimas décadas del siglo XIX y extendida por la región este durante la ocupación americana, por medios fraudulentos. Al azucar seguía la producción de plátanos, que se consumían localmente, así como café, cacao, arroz, habichuelas y otros productos. No teníamos industrias para procesar ninguno de nuestros productos naturales y en la pecuaria predominaban el ganado vacuno y porcino, criados bucólicamente, como los tiempos coloniales.
juliomanuelrodriguez.blogspot.com

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