Julio M. Rodríguez
Banana Republic
En septiembre de 1960, cuando llegué a la ciudad de San Luis, en el estado de Misuri, en los Estados Unidos de America, el 98% de las personas no sabían donde quedaba the Dominican Republic y una buena parte de ellas cuando por fin la ubicaban, la mayoría cuando les decía que quedaba en una isla del Caribe al lado de Haití, una buena parte de ellas entonces decían con una sonrisa, ah es una de esas banana republics, implicando atraso y desorden político, con cambios violentos de presidentes.
Cuando la noticia de la muerte de Trujillo llegó en junio de 1961, lo de banana republic volvió a relucir. La muerte violenta de Kennedy y del que mató a Kennedy en 1963, hizo a varios decir, no ya en San Luis sino en Columbia, Carolina del Sur,.. esto se está pareciendo a una banana republic. Y en el año 2020, se está pareciendo todavía mas.
Nosotros dimos un ejemplo al mundo efectuando unas elecciones presidenciales ordenadas, por primera vez en medio de la pandemia del coronavirus y los resultados fueron aceptados por el candidato perdedor, que reconoció su derrota la misma noche de las elecciones, además de que nuestra curva en relación al coronavirus, está plana por mas de dos meses ya y usted mira las personas caminando por las calles y el 99.9% va usando su mascarilla (por lo menos en la capital por donde yo me desenvuelvo).
Y yo creo que es a Estados Unidos, al que podemos llamarle ahora una banana republic, pues el corona virus anda suelto y matando gente por todas partes, usted ve mítines políticos de gente sin mascarilla y sin guardar distancia y para completar, en sus elecciones presidenciales, el perdedor se niega a aceptar su derrota alegando fraude y entre las cosas que dice es…… que muertos votaron.
¿Como dice Mr Trump?. No oigo bien
La verdad es que es un espectáculo deprimente lo que ocurre actualmente en Estados Unidos. A pesar de que el candidato ganador le saca ya cinco millones de votos de ventaja al segundo lugar, por el sistema de votos electorales diseñado en 1804, para favorecer a los estados con menos votantes y recursos, el ganador apenas supera los 270 votos necesarios para ganar y el sistema luce que ya no es una ventaja, sino una desventaja en las elecciones presidenciales.
En las elecciones de 2016, el candidato ganador sacó tres millones de votos menos a nivel nacional que el derrotado Quizás se decidan ahora a cambiarlo y aceptar la simple mayoría de votos para declarar el ganador, aunque esto le daría gran ventaja a los habitantes de las grandes ciudades para decidir las elecciones.
Estas han sido las elecciones mas votadas en la historia del país y tanto el candidato ganador como el perdedor han recibido una cantidad record de votos, pues acudieron a votar en masa, tanto los que quieren mantener el status quo en relación a los problemas actuales y los que quieren un cambio.
Lo peor de esta situación es, que como los Estados Unidos es el país donde la democracia primero se estableció, es al que miran como ejemplo los países que se han ido sumando a este sistema y el desagradable espectáculo que ha producido la negativa de Mister Trump, a aceptar de que tiene que irse, desluce este proceso y hace que los países donde el sistema no existe, crean que no se pierden de gran cosa.
Ciertamente que el sistema es lo que ha hecho grande a los Estados Unidos, pues elecciones sin fallar cada cuatro años, hacen un total de 58 elecciones consecutivas aceptandose el resultado, sin dar nunca un golpe de estado, cambiándose los que gobiernan sin objecciones al método.
Pero mister Trump piensa diferente.
A el no le importa el sistema o lo del prestigio del país, a el lo que le importa es ganar y nada mas. Pero peor son los miembros el partido republicano que le hacen el juego, sabiendo que le están haciendo un gran daño a la democracia en su país y en el mundo
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