articulosdeopinion2004@yahoo.com EL PROBLEMA HAITIANO (I)
Julio M. Rodriguez Grullón
En esta isla
caribeña, Haití ha sido un problema para los dominicanos, desde antes de fundarse esta Republica, pues Haití nos antecedió por 40 años (1804 vs 1844).
Las circunstancias de
la historia universal hicieron que Haití surgiera como el primer país del mundo donde se declaró abolida la esclavitud y el
miedo a que se les impusiera de nuevo, hacía que los haitianos quisieran tener
el control de la parte este de la isla como le llamaban, temiendo que fuera controlada por las potencias imperialistas de la época,
todas esclavistas, incluyendo a Francia y España.. Por eso en 1822 tomaron el
control de ella.
Pero
en esa parte este de la isla, surgió un líder de gran visión política, que se
percató, luego de realizar un viaje de cerca de dos años por Estados Unidos y
Europa, particularmente España, donde pasó la mayor parte del tiempo, que a
pesar de la gran diferencia de recursos y habitantes, (500,000 vs 100,000) que había
entre la antigua colonia española y los haitianos, estos reunían las condiciones
para convertirse en un país libre e independiente de roda dominación extranjera.
Este líder, llamado Juan Pablo Duarte,
se percató de lo siguiente:
a)
Los
haitianos no tenían idioma, hablaban creole o patois, conjunto de dialectos africanos que los aislaban
de su entorno , los dominicanos como ya se llamaban los habitantes de la parte
este, hablaban español
b)
Los
dominicanos tenían una religión, la católica, los haitianos tenían creencias
supersticiosas africanas que llamaban vudú, un gran obstáculo para avanzar
hacia una cultura civilizada
c)
Las
costumbres dominicanas derivadas de su afinidad con España eran muy diferentes
a las haitianas que se derivaban de las africanas
d)
Los
dominicanos eran mayormente mestizos y no tenían prejuicios raciales como los haitianos.
Desde que regresó a
su país en 1831, a los 18 años de edad, este joven inició la tarea de
independizar su país; en 1838 organizó un movimiento que llamó La Trinitaria y
logró que la mayoría de los dominicanos creyeran en el.
Pero la reducida
clase alta del momento no compartía esos ideales, para ellos los dominicanos no
podían defenderse solos de los haitianos; debíamos librarnos de ellos, eso si,
pero colocarnos bajo la protección de una de las potencias de la época, para
evitar que nos dominaran de nuevo. Declarada la independencia, tomaron el
poder, desterraron a Duarte y mientras luchaban
militarmente exitosamente contra los haitianos,
simultaneamente buscaban la
protección de una de las potencias, lo
cual lograron en 1861 con España.
La
anexión a España y la guerra
restauradora hicieron desaparecer por el momento el enfrentamiento entre los dominicanos patriotas y los haitianos.
Terminada esta guerra, Fabré
Geffrard, el presidente haitiano de esos días, quien había sido el gran aliado
de los dominicanos durante el conflicto, propuso un pacto de paz, amistad y
comercio entre los dos países. Se formaron comisiones para negociar y se llegó
a una Convención que fue ratificada por
el congreso dominicano el 3 de septiembre de 1867. Pero para esa fecha Geffrard había sido derrocado y el congreso haitiano no ratificó
la Convención. En ella se decía que la frontera sería objeto posteriormente de
un tratado especial y que mientras tanto, los dos países conservarían sus
posesiones actuales.
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