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Dr. Jordi Brossa Mejìa (1921-2013)
Julio M. Rodriguez Grullón
Extraido
de Acta Medica Dominicana 1996;18;134:23-28
Brossa fue pionero de
la gastroenterología en nuestro país y ejemplo de civismo.
Procedìa de una
familia distinguida, su abuelo materno era Felix Evaristo Mejía, discípulo de
Hostos, destacado profesor dominicano, cuyo nombre ostenta la escuela nacional
de maestros. Su padre, nacido en Barcelona, era hijo de un eminente psiquiatra
de aquella ciudad catalana.
Jordi Brossa nació en
Santo Domingo, el 28 de abril de 1921. A los 17 años de edad se decidió a
estudiar medicina. Era un humanista por naturaleza.
Graduado en 1944, fue
parte de una promoción de 22 alumnos, compuesta enteramente por varones. Se
interesó en la gastroenterología y decidió marcharse a Philadelphia, en Estados
Unidos, donde estaba la mejor escuela de esa especialidad en esos años. Con temor de no ser atendida su
petición, pues ya había tenido roces con la dictadura trujillista, solicitó su
pasaporte y cuando sorpresivamente le fue entregado, abandonó el país rápidamente,
antes de que la medida fuera revocada.
En el Graduate
Hospital de Philadelphia estaba la flor y nata de la gastroenterología del
mundo, encabezada por los famosos Bockus,
quien era su director y Tumen. El radiólogo del hospital lo era el
dominicano Juan Taveras, camino de convertirse en uno de los mejores radiólogos
del mundo.
Regresó a su país en
1947 y se instaló en la Clinica Abreu, la mas antigua de las actuales clinicas
privadas de Santo Domingo y ese año se casó con la bella señorita Lilia Franco.
Brossa trajo consigo el primer gastroscopìo que se usó en el país. En 1953 pasó
a ser director de la Clinica Abreu, posición que sostuvo por espacio de mas de
50 años.
El crecimiento de su
familia y la situación política nacional, lo arrastraron hacia dos campos, uno
médico, el de la rehabilitación y otro político, la lucha contra la tiranía
trujillista.
De
sus cuatro hijos, dos resultaron afectados de retardo mental. En 1963 una epidemia
de poliomielitis en el país produce un gran número de discapacitados, Brossa,
que por su situación familiar estaba muy activo en actividades de rehabilitación, se encuentra entre
los directivos del nuevo Centro de Rehabilitación y al año siguiente es el Vicepresidente de la Asociación Dominicana de
Rehabilitación.
Su actividad política antitrujillista fue
extraordinaria.
Ligado
a la misión diplomática norteamericana en el país, desde los tiempos del embajador
Joseph Farland, Brossa es un conspirador contra el tirano y a través de Juan Tomas
Díaz tenía conocimiento de la conjura que culminó con el magnicidio del
30 de mayo de 1961.
Desaparecido
el tirano, pasa al primer plano nacional, en la lucha contra los remanentes de
la tiranía y la reorganización de la Asociación Médica Dominicana (AMD).
En septiembre de 1961,
es elegido Presidente de la AMD y motoriza profundos cambios en el ejercicio de
la profesión en el país. En una asamblea de la AMD, en marzo de 1962, surge el
germen de lo que sería la ley 6097, promulgada en diciembre de ese año por el
Consejo de Estado presidido por Rafael F. Bonnelly, base de toda la reglamentación
actual en lo referente a la carrera medica en el país y bandera de lucha por
muchos años de la AMD, para lograr reivindicaciones
para los médicos y mejoría en la salud del pueblo. Paz a los restos de este
gran hombre.
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