sábado, 19 de enero de 2013


Colaboración para La Información                                         AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com               UN  INSULTO  A  SAMMY SOSA
                                                                                 Julio M. Rodriguez Grullón

                Las Grandes Ligas del Beisbol (GL),  han tenido periodos de auge y otros de depresión.
                Su primera depresión ocurrió, después que los Medias Blancas de Chicago vendieron a los apostadores la Serie Mundial de 1919. Los fanáticos se alejaron de  los estadios, hasta que Babe  Ruth, en la década de los 1920, comenzó a conectar  jonrones.
                Ruth, quien públicamente  hacía cosas que estaban prohibidas en los Estados Unid
os en esos dias, como asistir a establecimientos que vendían bebidas alcohólicas (la ley seca estaba vigente) y tenía otros defectos, fue elegido  sin problemas por los periodistas  al Salón de la Fama (HOF) por sus siglas en inglés, del beisbol en Coperstown.
                En 1988 se prohibió en Estados Unidos el consumo de esteroides por los atletas. Las GL no le hicieron caso, pues se pensaba que aumentar la fuerza no influía gran cosa  en el rendimiento  de un jugador; después de todo, el bateador tiene que darle a la bola y el control y localización es lo más importante para un pitcher. Algunos jugadores como Mark McGuire usaban esteroides sin esconderlo y  como nadie decía  o hacía nada, la mayoría de los lanzadores y bateadores comenzaron a usarlos. Como lo que es igual no es ventaja, pocos salieron beneficiados.
                En 1994, una huelga de peloteros obligó a suspender la Serie Mundial de ese año y de  nuevo el juego sufrió una depresión y así llegó la temporada de 1998; de junio a septiembre, Sammy Sosa y Mark McGuire, escenificaron el mas espectacular duelo de jonrones jamás visto en las GL. Nadie hasta entonces había bateado mas de 61 jonrones en una temporada, pero en esa, faltando apenas dos juegos para terminarse,  Sosa y McGuire estaban empatados con 66. Sosa, quien después de cada jonrón, desde el “dougout” lanzaba besitos a todo el mundo por la televisión, era el “darling” del juego.
                Los últimos juegos de McGuire y su equipo, los Cardenales de San Luis,   fueron frente a los Expos de Montreal, cuyo manager, Felipe Rojas Alou, ordenó que le picharan a McGuire y este disparó 4 jonrones en sus últimos dos juegos. Sosa no conectó jonrones en esos dos juegos. Este duelo hizo que la asistencia  a los estadios y los “rating” de la televisión, subieran de nuevo.
                Sosa tuvo dos temporadas mas sobre los 60 jonrones, para un total de tres, el único que lo ha hecho en GL, cuando curiosamente no fue líder en la liga; sin embargo, fue líder en las temporadas cuando disparó 49 y 50.
                El aumento de los jonrones  en las GL, se le achacó a los esteroides que los peloteros estaban consumiendo. El beisbol, bajo presión del Comité Olímpico Internacional, decidió entonces perseguir a los consumidores y sancionarlos. Ciertamente, después de eso, los jonrones han disminuido. Entonces, los periodistas decidieron  que los jugadores de esa época eran unos tramposos y no quieren inducir al HOF a los mas destacados de esos años.  Que injusticia.
                De ahí proviene el insulto y el malagradecimiento del beisbol ,  de otorgarle  un ridículo  12.5% de votos para entrar al HOF a Sosa, uno de los grandes  jonroneros de la historia de las GL.

 

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