sábado, 11 de febrero de 2012

Colaboración para La Información AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com UNA LEY DESFASADA
Julio M. Rodriguez Grullón

En la Republica Dominicana (RD), hemos tenido desde su fundación, el 27 de febrero de 1844, un problema de identidad nacional y de baja estima de nuestra nacionalidad. Esto se debe a que los que tomaron el poder político inicialmente con ayuda de los franceses (por eso le llamaban afrancesados), no creían en una RD libre e independiente de toda dominación extranjera.
Los patriotas encabezados por Gregorio Luperón, no se afianzaron en el poder hasta diciembre de 1879 y fue en la década de los 1880 que comenzó a promocionarse desde el poder, el concepto de la dominicanidad y a reconocerse la labor de Juan Pablo Duarte.
Este proceso se vió interrumpido por la intervención norteamericana de 1916-24 y por la llamada Era de Trujillo (1930-61), donde el dictador barría de los medios, todo lo que pudiera competir con sus “méritos”; poco se hablaba en esos años fuera de la “portentosa obra de gobierno” del perínclito varón de San Cristobal,. Padre de la Patria Nueva
Es en los últimos 50 años que hemos vivido un proceso continuo de poner las cosas en su lugar y reconocer los méritos de Duarte y los patriotas que nos legaron nuestra nacionalidad.
Entonces surge esta ley 139-97 de mover la celebración de fechas patrias para supuestamente :
a) aumentar la producción nacional y
b) proveer fines de semanas largos para aprovechar nuestras bellezas naturales,
ambas ideas como es de imaginar, imitando lo que se hace en países desarrollados, con una población bien consciente de los valores de su país y orgullosos de su nacionalidad.
No hemos visto trabajos que digan la producción nacional aumentó por motivo de esta ley, lo que si está claro es que interfiere con la apreciación del pueblo de sus fiestas patrias importantes y del respeto que se debe profesar a los que nos legaron esta nacionalidad con tantos sacrificios; además, el 80% de la población carece de recursos para movilizarse en esos fines de semanas largos, para vacacionar fuera de su casa.
Afortunadamente tenemos legisladores como Cristina Lizardo, senadora del PLD, que promocionó modificar esta ley, para que fueran inamovibles el día de Duarte y el día de reyes. En la Cámara de Diputados, donde la propuesta perimió misteriosamente, le agregaron el 16 de agosto y nosotros decimos que el 12 de julio tiene el mismo significado que el 16 de agosto,(restauramos nuestra independencia) y debía también ser no laborable, pero nadie lo menciona.
Ojala que al reanudarse la tarea de los legisladores, esta desfasada Ley 139-97 sea derogada. El próximo año es el 200 aniversario del nacimiento de Duarte y seria bochornoso, que su celebración sea transferida a un lunes.
Necesitamos concientizar nuestro pueblo sobre sus valores patrios y todo lo que interfiere con ello, debe ser abolido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario