sábado, 16 de abril de 2011

Colaboración para La Información AYER Y HOY
artículosdeopinion2004@yahoo.com BIEN POR LEONEL
Julio M. Rodriguez Grullon
.
Hace 83 años, en 1928 , Horacio Vásquez debía celebrar elecciones y entregar el poder, las mismas artimañas que se emplearon entonces para justificar la prolongación y luego un intento de reelección, se escucharon ahora, intentando justificar una reelección de Leonel Fernández:
a) Que la constitución no se aplicaba en su caso porque fue elegido antes de
que se aprobara
b) Que tenía todas las probabilidades de ganar las elecciones y
c) Que por ser un hombre de cualidades excepcionales debía permanecer en el
poder.
La prolongación de Horacio y su intento reeleccionista, facilitó el golpe de estado de Trujillo en 1930 y que se quedara en el poder 31 años, realizando periódicamente pantomimas electorales.
Ajusticiado el tirano, hemos intentado institucionalizar políticamente el país con poco éxito.
El primer .intento en 1963, solo duró siete meses y tuvimos un nefasto golpe de estado, una guerra civil en 1965 y en 1966 Balaguer es impuesto en el poder por los americanos; este realiza elecciones fraudulentas, que lo mantienen en el poder por 12 años.
En 1978, gracias a la influencia de Jimmy Carter, se inició un frágil intervalo institucional, que de nuevo rompe Balaguer en 1986, retornando las farsas electorales, que obligaron en 1994, a recortarle dos años a su periodo electoral; se intenta entonces instaurar elecciones y cambio de personajes en el poder cada 4 años. Hipólito Mejía se encarga de arruinarlo todo en el 2004, cambiando la constitución e intentando reelegirse, pero es derrotado por Leonel Fernández, quien encuentra una constitución que le permite reelegirse.
De nuevo se rehace la constitución y se prohíbe la reelección en periodos consecutivos y he aquí que un grupo del entorno del Presidente, propone una segunda reelección de Fernández, alegando los mismos argumentos de 1928, sumando a ellos, una impresionante recolección de firmas.
Afortunadamente, Leonel demostró tener mejor sentido de lo que conviene al país que Horacio, el grupo reeleccionista que le rodeaba y el que le rodea a el ahora; declinó el intento de una segunda reelección consecutiva. Pero los continuistas de estos días, no se dan por vencidos.
A los que rodeaban a Horacio, no se les ocurrió, al término de la prolongación, proponer a su esposa, doña Trina de Moya, una mujer culta, apreciada y respetada por todos para la Presidencia (eran otros tiempos en relación a las mujeres en la política), pero los del presente, han inscrito la candidatura de la esposa del Presidente, como precandidata del PLD para la presidencia, al parecer sin darse cuenta en la posición embarazosa que colocan al Presidente, pues nadie va a creer ya, en su imparcialidad en el proceso de escoger el candidato presidencial de su partido, al tiempo que arruinan sus propósitos de institucionalizar políticamente este país.
La doctora Margarita Cedeño de Fernández debe solidarizarse con su esposo y rechazar la nominación que se le ofrece.

1 comentario:

  1. Me gustó mucho la comparación de 1928. Increíble 83 años después y estamos en lo mismo.

    ResponderEliminar