sábado, 25 de septiembre de 2010

Matanza de haitanos y IV (Epilogo)

Colaboracion para La Información AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com MATANZA DE HAITIANOS Y IV (EPILOGO)
Julio M. Rodriguez Grullón

Aunque Trujillo se había estado preparando para las eventualidades negativas, que pudiera acarrearle el genocidio de haitianos, tuvo que aceptar varios inconvenientes, consecuencia del hecho. El había terminado en 1936 con las celebraciones espontáneas del 12 de julio, había designado el recién construido malecón de Ciudad Trujillo con el nombre de George Washington y erigido un obelisco similar al de la capital americana, en esa avenida, para conmemorar el cambio de nombre de la ciudad. Aun así, el Presidente Franklin D. Roosevelt se indignó por lo ocurrido y se opuso a su continuación en la presidencia el año siguiente.
Como los americanos aun controlaban nuestra aduanas, a el no le quedó mas remedio que abandonar la presidencia en 1938, aunque no el poder y su control del país.
El embajador haitiano en esos días en nuestro pais, Elie Lescot, que luego sería embajador haitiano en Washington y llegaría a Presidente de Haití en 1941, pasaría de amigo de Trujllo, a un opositor de su régimen y persona.
La frontera dominicohaitiana quedaría sellada, convertida en un muro infranqueable, por los próximos veinte y cinco años, hasta después de su muerte, cuando volvió a abrirse. No existió comercio alguno por vía terrestre con Haití, durante el resto de su dictadura.
El único trafico existente era la traída en camiones de braceros, para trabajar durante la zafra en sus ingenios azucareros, braceros que eran regresados a Haití, inmediatamente terminaba la zafra.
La ausencia de intercambio por la frontera era tal, que cuando a un militar lo estacionaban en ella, se consideraba que estaba de castigo; todo lo contrario a lo que ocurre en la actualidad, que están locos por que los asignen a un puesto fronterizo.
Ciertamente que durante su dictadura, Trujillo se preocupó de dominicanizar la frontera.
Fomentó la traída de inmigrantes de piel blanca y les facilitaba condiciones para establecer villas agrícolas en esa zona; creó provincias fronterizas a las que le construía edificios gubernamentales y le cambiaba el nombre que recordara influencia haitiana, a las comunidades en ellas, por el de héroes dominicanos de la guerra de independencia contra Haití.
A pesar de todo esto, nuestra zona fronteriza es la región mas atrasada y despoblada del país, en contraste con lo que ocurre del lado haitiano, que tiene la mayor concentración de su población en la zona cercana a la frontera.
No debemos olvidar, que Haití es el mercado natural de nuestros productos de exportación como huevos, carne de aves, de res y productos de nuestra industria. El comercio entre los dos países que comparten esta isla, debe de estar libre de trabas arancelarias.
Finalmente diremos que tenemos que evitar la penetración de indocumentados por la frontera, pero que es el eventual desarrollo de su país, lo que terminará con la tendencia de los haitianos a emigrar a la Republica Dominicana y a otros países.

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