domingo, 19 de enero de 2014

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                                    ESTALLA LA REVOLUCION DE ABRIL DE 1965 (II)
                                                            Julio M. Rodriguez Grullón 

               En realidad, a pesar de lo que se está diciendo en Washington,   los líderes del movimiento militar constitucionalista, Rafael Fernández Domínguez, Miguel Hernando Ramírez, Francis Caamaño Deñó y Juan Lora Fernández, eran tan comunistas como Lyndon Johnson, el presidente norteamericano.
             El 26 de abril de 1965, además del fuego aéreo  sobre la base 16 de agosto, (donde estaba Francis Caamaño y que fue casi destruida) y las demás en rebeldía, también se realizaba   el fuego aéreo, sobre  la entrada  occidental del puente Duarte, donde los revolucionarios  habían colocado camiones catarey y otros materiales, para bloquear el paso de las tropas del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas (CEFA) de San Isidro hacia la ciudad.
            Ese 26 de abril fue de desmoralización para los constitucionalistas y  muchos de sus líderes se refugiaron en embajadas. Francis Caamaño, se deprimió y esa noche se refugió en la embajada de El Salvador.
           No es raro que grandes hombres sufran períodos de depresión.
           El padre de la patria, Juan Pablo Duarte estando en Saint Thomas, se deprimió por el fusilamiento de María Trinidad Sánchez, los atropellos contra sus familiares y su exilio en 1845, por lo que  terminó internándose en la selva venezolana por 12 años, en que nadie supo de el y donde se arruinó su contextura física.
          Caamaño, afortunadamente al día siguiente, 27 de abril, encontró el estímulo de su primo Claudio (ver Caamaño, Claudio. Caamaño Guerra civil 1965, Tomo I, Medyabite, S A, 2007, pag  201-11) y volvió rápidamente, a ser el hombre valiente de acción de siempre.
          En este día, la presión de la embajada norteamericana para que abandonaran el campo constitucionalista militares y civiles y se pasaran al bando de Wessin era fuerte y surgió el inconveniente de que el Tte coronel Miguel Hernando Ramirez , comandante de los militares constitucionalistas por delegación del Coronel  Rafael Fernández Domínguez, a quien el triunvirato había enviado a Chile, estaba enfermo, con una hepatitis severa.
        Por esa razón Francis Caamaño, se  dirigió a Radiotelevisión Dominicana (RTVD) y salió al aire exhortando  a la población a permanecer fiel a los constitucionalistas.
        La policía nacional se encontraba indecisa y Caamaño, después de su alocución, se dirigió hacia su  jefatura, acompañado de un grupo de oficiales que incluían a su primo Claudio y al Coronel Gerardo Marte Hernández, para convencer a su comandante Despradel Brache,  a unirse a la revolución y soltar unos prisioneros constitucionalistas que tenían; mientras hablaba con Despradel, Caamaño fue llamado desde el palacio de gobierno por el Presidente Molina Ureña.
          Allí se efectuaba una tormentosa reunión, con un miembro de la embajada norteamericana, que presionaba con  arrogancia,  para  una reunión en un barco de la marina de guerra, entre Molina Ureña y Wessin, para terminar el conflicto formando una junta militar y  celebrando   elecciones en septiembre de ese año. Molina Ureña se resistía y entonces Marte Hernandez  se indignó con el norteamericano y lo encaró con palabras duras, que terminaron la reunión.
         A seguidas, Molina Ureña, en presencia del enfermo Hernando Ramírez, designó al Coronel Francisco Caamaño, jefe transitorio de las fuerzas constitucionalistas.

 

 

 

 

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