sábado, 26 de mayo de 2012

Colaboración para La Información                                              AYER Y HOY

articulosdeopinion2004@yahoo.com                  LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (VIII)

                                                                                            Julio M. Rodriguez  Grullón



El holocausto.-

Desde que el cristianismo se hizo fuerte en occidente, los judíos han sido discriminados y  perseguidos  en distintos países por su rol en la crucifixión de Cristo,  pero en  la Alemania de Hitler, que es la peor persecución  que registra la historia contra ellos, el motivo no fue religioso, sino racial.

Hitler creía en el concepto de que en el mundo existía una raza superior, la aria, que debía gobernarlo  y que había un conjunto de razas y seres inferiores, que debían ser eliminados, entre ellos estaban los judíos, los homosexuales, los comunistas, los gitanos,  los que nacían con anomalías en su cuerpo, los rusos, los serbios, los  polacos, etc, etc. y los nazis eliminaron de este  mundo, 20 millones de  esos “seres inferiores,” aunque ciertamente, la masacre de los judíos es la que mas publicidad ha recibido después de la guerra.

Algo parecido ocurría con  los  españoles en el siglo XVI, que muchos consideraban a los indios en el continente americano  como subhumanos,  aunque las encíclicas papales, negaban eso y los declaraban  tan humanos como los europeos.

Contra los judíos, Hitler tenía además la idea, de que tenían una conspiración para dominar el  mundo y  desde que tomó el poder  comenzó a hostilizarlos abiertamente.  

En Alemania existían en 1933 unos 500,000 judíos, apenas el 0.76% de la población y de inmediato la propaganda  nazi comenzó a presentarlos como los responsables de la derrota de la 1ra guerra mundial, de la hiperinflación de  1922-23 y la siguiente depresión. Para 1935 se habían pasado leyes que les quitaban la ciudadanía alemana, prohibían relaciones sexuales entre judíos y no judíos y eran despojados de  sus pasaportes, hostigándolos para que se marcharan del país, en las peores condiciones

En la noche de los cristales rotos, el 9 de noviembre de 1938, las vitrinas  de los negocios pertenecientes  a judíos fueron destruidas y esos establecimientos saqueados.

Después de estallar la guerra y comenzar a capturarse prisioneros judíos en Austria, Polonia,  Rusia, Grecia y otros países, los alemanes no sabían que hacer con ellos, los concentraban en ghetos en las ciudades donde muchos morían de hambre y enfermedades producidas  por la insalubridad, otros eran fusilados con cualquier excusa, otros fallecían en trabajos forzados, hasta que finalmente en la reunión de Wannsee,  en Berlín, en enero de 1942, se llegó a la “solución final”, exterminarlos en cámaras de gases. La mas famosas de estas cámaras estaba en Auschwitz, en Polonia.

En total se estima que unos seis millones de judíos, (un tercio de los entonces existentes) entre ellos un millón de  niños, fueron eliminados por los nazis, dentro de los 20 millones exterminados, de los grupos señalados como inferiores.

 

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