sábado, 28 de abril de 2012

Colaboración para La Información AYER Y HOY articulosdeopinion2004@yahoo.com LA SEGUNDA GUERRA MUNMDIAL (IV) Julio M. Rodríguez Grullón Hitler invade Rusia.- El 23 de agosto de 1939, Hitler y Stalin acordaron un pacto de no agresión y se repartieron Polonia. Stalin desconfiaba de Hitler, pero pensaba que este no invadiria Rusia, mientras bombardeaba Inglaterra. De todas formas, para evitar tener que luchar en dos frentes, el 13 de abril de 1941, firmó un pacto de no agresión con el imperio japonés, pacto que por conveniencia mutua se mantuvo durante todo la guerra. El 22 de junio de 1941, seis semanas después de lo que Hitler había previsto, por lo que se demoró en conquistar a Yugoeslavia y Grecia, Hitler suspendió los bombardeos sobre Inglaterra y comenzó la “Operación Barbaroja”, la invasión de Rusia por Alemania, abriéndose el frente mas grande conocido, que se extendía desde el mar Báltico hasta el Mar Negro, 1,600 kilómetros de largo. Hitler lanzó 4.5 millones de hombres, 4,000 aviones y 4, 400 tanques divididos en tres ejércitos, norte, centro y sur. El objetivo del ejercito del norte, capturar Leningrado, el del centro capturar Moscú y el del sur, capturar Kiev. Stalin tenia 5 millones de soldados, 12,000 aviones y 20,000 tanques esperando, pero la superioridad técnica alemana era enorme. Los tanques rusos eran viejos y muchos se dañaron cuando quisieron ponerlos en batalla. Los aviones alemanes eran mucho mas rápidos que los rusos; miles de aviones rusos fueron destruidos en tierra antes de despegar y los generales alemanes, mucho mas hábiles, pues las purgas comunistas, habían privado al ejercito ruso de sus mejores líderes. Enormes bolsas encerraban a los ejércitos rusos y los obligaban a rendirse. En un mes, los alemanes habían capturado 6,800 tanques, un millón de soldados y arrollaban a los rusos en todos los frentes. Para octubre de 1941 Hitler había capturado Kiev, donde los alemanes fueron recibidos por la población como héroes, pues pensaban los habían librado de dos dictaduras, la del Czar y la de los comunistas. No tardaron en enterarse de que habían caído bajo una tercera, tan terrible como las anteriores. En el norte los invasores llegaron a 11 kilómetros de Leningrado (antigua St. Petersburg) y podían tomarla, pero Hitler decidió sitiarla, rendirla por hambre y así no perder soldados. Dos millones de rusos murieron ese invierno allí, en condiciones miserables, pero la ciudad no se rindió. Luego de la captura de Kiev, los alemanes enviaron ayuda desde allí a las tropas en el Centro y para el 2 de diciembre estaban a 10 kilómetros de Moscú, cuando el inverno ruso los detuvo. Como las tropas de Napoleón en 1812, los alemanes no estaban preparadas para un frio de 50 grados centíqrados bajo cero y todo se paralizó. Los tanques no podían moverse, los rifles no funcionaban y 155 mil soldados alemanes murieron de frio. El crudo invierno, había salvado de nuevo a la madre patria rusa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario