lunes, 26 de enero de 2015

Colaboracion para La Informacion                                          AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com     EL MANIFIESTO DEL 16 DE ENERO DE 1844
                                                                  Julio M. Rodriguez Grullón

 Al cumplirse 171 años de la puesta en circulación de este manifiesto entre los dominicanos, dominados en esos días por los haitianos, en un loable gesto, el Presidente del Tribunal Constitucional Dr. Milton Ray Guevara, ha impulsado una publicación conteniendo el manifiesto señalado y el proyecto de constitución de Duarte a quien el Tribunal Constitucional   proclamó el 1er constitucionalista del país.
Este manifiesto es un documento importante, que selló la alianza entre los trinitarios, independentistas, acéfalos por el destierro de Duarte y los afrancesados, separatistas, dirigidos por Tomas Bobadilla, su líder indiscutible en esta etapa de nuestra historia y que permitió que el movimiento antihaitiano tomara un impulso arrollador.
Algunas aclaraciones son pertinentes.
Los jóvenes trinitarios guiados por Duarte, luchaban por establecer un país libre e independiente de toda dominación extranjera; los separatistas querían que nos separaramos de los haitianos y nos colocaramos bajo el dominio de una potencia extranjera, pues pensaban no podíamos, por nuestras propias fuerzas, defendernos de los haitianos. En esos días habían dado los pasos mediante el Plan Levasseur, para que la potencia que nos protegiera fuera Francia. Hay que señalar que aunque este plan fracasó, nunca cesaron los separatistas en sus esfuerzos, hasta que lograron la anexión a España en 1861 y luego Baez intentó anexar el país a Estados Unidos en 1869, pero fracasó  por la labor de Charles Sumner en el senado norteamericano.
Esta idea de separación en vez de independencia, era la que predominaba en esa época en nuestra población, pero  la labor de Duarte,  estaba cambiando rapidamente la situación.
Estoy de acuerdo con José Gabriel  García, que este documento fue escrito por Bobadilla, pues ignora por completo a Duarte y su movimiento, no utiliza una sola vez la palabra independencia, mientras menciona cuatro veces la palabra separación, en una ocasión dice que para siempre, pero sin agregar que pasaría después en la parte este de la isla, no da  nombre al nuevo país y no le señala ningún símbolo como bandera o escudo.
Pienso que Duarte no hubiera firmado este documento, sin agregarle esos detalles.
El documento selló la alianza de trinitarios y separatistas, eso es cierto, pero claramente dominada  por los separatistas, mucho mas influyentes  en aquellos días.
Ahora bien, la  noche del 27 de febrero, quienes dominaron la escena fueron los trinitarios y el grito fue de independencia, no de separación. Los separatistas querían posponer el evento esperando la prometida flota francesa  de Demoges, pero el impetuoso Mella lanzó el trabucazo comprometiéndolos a todos. La bandera que enarboló Sanchez poco después en la Puerta del Conde, fue la que describió  Duarte en el juramento trinitario y esa noche Sanchez fue designado Presidente de la Junta Central Gubernativa. El 28, Bobadilla reclamó y obtuvo esa posición.
El manifiesto señala las injusticias a que estaban sometidos los dominicanos, a  quienes los haitianos querían impedir hasta que hablaran español y lo que debería hacer el  nuevo gobierno nacional. Se refiere al manifiesto del 1ro de septiembre de 1842, cuyos principios inspiraron el movimiento de la Reforma contra Boyer que estalló  en Praslin, el 27 de enero de 1843, pero no menciona la adhesión de los trinitarios a  ese movimiento, ni la importancia que en el triunfo del movimiento en la ciudad de Santo Domingo tuvieron Duarte y sus seguidores.
En fin, es un documento que muestra la habilidad de Bobadilla, que luego logró que se le llamara Acta de la Independencia. El historiador Campillo Perez, posteriormente, mas adecuadamente, lo llamó Acta de la Separación.

  

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