Duarte regresa a Caracas
Julio M. Rodríguez
Julio M. Rodríguez | ACTUALIZADO 30.11.2018 - 7:13 pm
JUAN PABLO DUARTE. SU VIDA Y SU OBRA (LXXI)
Parece que las hermanas de Duarte no se atrevieron a decirle en una carta que Santana había completado su obra separatista, anexando el país a España, después de múltiples intentos que habían fracasado, ante la misma España y otras potencias.
Así que decidieron recortar la noticia cuando apareció publicada en un periódico venezolano y enviársela por correo en un sobre.
Tomaba unos tres meses en esa época en Venezuela, para una carta llegar de Caracas a San Fernando de Apure, donde estaba Duarte, así que este se enteró de la anexión, varios meses después de haber ocurrido.
Nos parece conveniente explicarle a nuestros lectores en este momento, las causas históricas que motivaron que este enésimo intento de los separatistas de liquidar nuestra independencia, tuviera éxito.
En octubre de 1858, la petición de Santana al gobierno español de anexión fue rechazada, diciéndole que en Haití gobernaba ahora Geffrard y que el peligro de una invasión haitiana había desaparecido, pero poco después de eso, tuvo lugar un cambio en el gobierno español, que llevó al Gral Leopoldo O’ Donnell, a ser el primer ministro de la reina Isabel II de España.
Este general había sido el héroe de la batalla de Tetuán, en febrero de 1860, en una guerra que estalló entre España y Marruecos y que tuvo lugar de diciembre de 1859 a febrero de 1860. Los españoles ganaron esa guerra y la batalla de Tetuán fue la mas importante de ella. Entusiasmado por esa victoria militar, O’Donnell aspiraba a un retorno de España al poderío que exhibía en el siglo XVI, cuando era la primera potencia mundial y esta vez la petición de Santana recibió buena acogida.
O’Donnell había designado a Francisco Serrano Capitán General en Cuba y este también estuvo de acuerdo con el plan de anexión de Santo Domingo a España. El partido opositor al de O.Donnell, dirigido por Ramón M. Narvaez, se opuso a la anexión. El fracaso de esta y el éxito de la guerra de la restauración de la Republica Dominicana, contribuyeron grandemente a la caída del gobierno de O’Donnell y cuando el oposicionista Narvaez ascendió al poder, anuló el decreto de anexión, el 3 de mayo de 1865 .
Duarte, tan pronto recibió lo noticia de lo ocurrido, se reanudaron en el los deseos de luchar para restaurar la independencia del país que había forjado.
Se despidió de Sangenis en San Fernado de Apure e inició la larga travesía de regreso de dos meses de duración a Caracas, donde llegó el 8 de agosto 1862, abrazó a sus hermanas, hermanos y demás familiares, quienes se alborozaron al tenerlo de regreso.
Para agosto de 1862, Duarte no era ya fisicamente el Duarte de 1844 o 45. Ni mentalmente tampoco.
El tremendo trauma psíquico de los acontecimientos de 1844 y 45, había dejado su huella. Era ahora un hombre con tendencia a la melancolía y su cuerpo exhibía los efectos de esos largos años de condiciones de vida precarias. Pero su energía para luchar por su patria, no había mermado. De repente se siente lleno de fuerza para luchar por la restauración del país que fundara e iba a encabezar esa lucha, con el título de “Decano de los Fundadores de la República y Primer General en Jefe de sus Ejércitos”
Al llegar a Caracas, Duarte se encontró con que un amigo, el Dr. Elías Acosta, era Director del Departamento de Interior y Policía, del gobierno del General José Antonio Páez. Pero la lucha contra la revolución federalista, consumía todos los recursos disponibles del gobierno y también, lamentablemente, su amigo entró en contradicción con el Gral Páez y fue despedido, de su posición, por lo que Duarte perdió su contacto con el gobierno y por el momento toda ´posibilidad de ayuda por esa vía.
Parece que las hermanas de Duarte no se atrevieron a decirle en una carta que Santana había completado su obra separatista, anexando el país a España, después de múltiples intentos que habían fracasado, ante la misma España y otras potencias.
Así que decidieron recortar la noticia cuando apareció publicada en un periódico venezolano y enviársela por correo en un sobre.
Tomaba unos tres meses en esa época en Venezuela, para una carta llegar de Caracas a San Fernando de Apure, donde estaba Duarte, así que este se enteró de la anexión, varios meses después de haber ocurrido.
Nos parece conveniente explicarle a nuestros lectores en este momento, las causas históricas que motivaron que este enésimo intento de los separatistas de liquidar nuestra independencia, tuviera éxito.
En octubre de 1858, la petición de Santana al gobierno español de anexión fue rechazada, diciéndole que en Haití gobernaba ahora Geffrard y que el peligro de una invasión haitiana había desaparecido, pero poco después de eso, tuvo lugar un cambio en el gobierno español, que llevó al Gral Leopoldo O’ Donnell, a ser el primer ministro de la reina Isabel II de España.
Este general había sido el héroe de la batalla de Tetuán, en febrero de 1860, en una guerra que estalló entre España y Marruecos y que tuvo lugar de diciembre de 1859 a febrero de 1860. Los españoles ganaron esa guerra y la batalla de Tetuán fue la mas importante de ella. Entusiasmado por esa victoria militar, O’Donnell aspiraba a un retorno de España al poderío que exhibía en el siglo XVI, cuando era la primera potencia mundial y esta vez la petición de Santana recibió buena acogida.
O’Donnell había designado a Francisco Serrano Capitán General en Cuba y este también estuvo de acuerdo con el plan de anexión de Santo Domingo a España. El partido opositor al de O.Donnell, dirigido por Ramón M. Narvaez, se opuso a la anexión. El fracaso de esta y el éxito de la guerra de la restauración de la Republica Dominicana, contribuyeron grandemente a la caída del gobierno de O’Donnell y cuando el oposicionista Narvaez ascendió al poder, anuló el decreto de anexión, el 3 de mayo de 1865 .
Duarte, tan pronto recibió lo noticia de lo ocurrido, se reanudaron en el los deseos de luchar para restaurar la independencia del país que había forjado.
Se despidió de Sangenis en San Fernado de Apure e inició la larga travesía de regreso de dos meses de duración a Caracas, donde llegó el 8 de agosto 1862, abrazó a sus hermanas, hermanos y demás familiares, quienes se alborozaron al tenerlo de regreso.
Para agosto de 1862, Duarte no era ya fisicamente el Duarte de 1844 o 45. Ni mentalmente tampoco.
El tremendo trauma psíquico de los acontecimientos de 1844 y 45, había dejado su huella. Era ahora un hombre con tendencia a la melancolía y su cuerpo exhibía los efectos de esos largos años de condiciones de vida precarias. Pero su energía para luchar por su patria, no había mermado. De repente se siente lleno de fuerza para luchar por la restauración del país que fundara e iba a encabezar esa lucha, con el título de “Decano de los Fundadores de la República y Primer General en Jefe de sus Ejércitos”
Al llegar a Caracas, Duarte se encontró con que un amigo, el Dr. Elías Acosta, era Director del Departamento de Interior y Policía, del gobierno del General José Antonio Páez. Pero la lucha contra la revolución federalista, consumía todos los recursos disponibles del gobierno y también, lamentablemente, su amigo entró en contradicción con el Gral Páez y fue despedido, de su posición, por lo que Duarte perdió su contacto con el gobierno y por el momento toda ´posibilidad de ayuda por esa vía.
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