ESPECIAL PARA LA INFORMACION AYER Y
HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com JUAN PABLO DUARTE SU VIDA Y SU OBRA
(LX)
Julio M. Rodriguez Grullón
DUARTE
EN SANTIAGO.-
La
llegada de Duarte a esta ciudad el 30 de junio de 1844 fue apoteósica.
Mella
salió a recibirlo a Marilopez y los dos entraron cabalgando juntos por Nibaje.
Santiago
estaba engalanada con banderas y palmas
Los
héroes de la batalla del 30 de marzo le
rindieron honores.
Una
salva de artillería fue disparada desde la Fortaleza San Luis.
La
multitud se agolpaba en las calles y el la saludaba sonriente.
La
ciudad se había ya recuperado del terremoto de mayo de 1842 y por la calle El
Sol llegaron a la Iglesia Mayor, donde el párroco, Padre Solano y Rojas
pronunció un Te Deum con Duarte y Mella ocupando sendos sillones en lugar
prominente del presbíterio
El
patricio se hospedó en casa de Mella y dió comienzo a su labor, destituyendo de
sus funciones a los generales de Mena, de la Rocha y del Orbe, siguiendo las instrucciones de la Junta Central Gubernativa
(JCG), como el primer paso para contener el ímpetu de los trinitarios, que no
querían que aquellos que habían sido funcionarios durante la dominación haitiana, siguieran ocupando sus cargos.
La
JCG había dispuesto que esos dominicanos continuaran en sus cargos por el momento y
esto debía respetarse.
Duarte
estimuló a que se iniciara el proceso de escoger los delegados a una Asamblea
Constituyente, que era lo primordial para institucionalizar la vida política del
nuevo país. Después de eso se pasaría a
la elección del presidente.
Pero
eso lo entendía Sanchez y algunos mas
de sus compañeros de lucha, la
gran mayoría carecía de la suficiente madurez o cultura política, para ver así
las cosas.
Mella
el primero, lo que a el le preocupaba
era que no se habían recibido noticias
de que el ejército del sur encabezado por Pedro Sanana, había acatado
los cambios en la JCG efectuados el 9 de junio, que sacaba de la dirección a
sus amigos afrancesados.
Emocionado por el gran
recibimiento que había recibido Duarte
en esta ciudad, le escribió una carta a
Sanchez que se iniciaba diciéndole:.
“Llegó mi deseado, te lo devolveré Presidente.”
Con su habitual impetuosidad, Mella
inició la organización de una demostración de apoyo , para proclamarlo
Presidente de la República, .que pensó Duarte no podría rehusar.
Para el 3 de julio, ya estaban de
acuerdo con su plan, el héroe de la batalla del 30 de marzo José María Imbert,
Antonio Lopez Villanueva y demás
generales de la zona norte del país. Mella también convocó ese día a una
reunión secreta, a las principales personalidades cívicas de la región y
acordaron firmar un acta redactada por Mella, en la cual las fuerzas vivas del Cibao le pedían
a Duarte aceptar en su día la Presidencia de la Republica. En ese documento se
le pediría a Duarte salvar el país de la dominación extranjera, convocar a una
asamblea constituyente y remediar la Hacienda Pública.
También se decidió designar a los
coroneles Domingo Malllol y Juan Luis Franco Bidó, para que se trasladaran a
Santo Domingo y a nombre de los pueblos y el ejercito del norte, comunicaran lo
resuelto a la JCG. Estos estuvieron de acuerdo y esperarían hasta .que Mella les
entregara el documento que debían llevar.
Al dia siguiente 4 de julio de
1844, Mella convocó una nueva asamblea de notables de la región para comunicarles sobre el acta
firmada el dia anterior y solicitar la adhesión de todos los ciudadanos a lo
resuelto; les dijo que a la hora de pensar en un presidente se imponía la
figura de Juan Pablo Duarte. Esto el lo consideraba un eficaz llamamiento a la
concordia……. para que así depusiesen sus
rencores los ambiciosos vulgares y la paz definitiva fuera un hecho, para que
bajo su salvadora égida, pudiera encaminarse el país por vías del necesario adelanto.
Varios de los presentes apoyaron a Mella
y entonces este los exhortó a dirigirse a la Fortaleza San Luis.
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