ESPECIAL
PARA LA INFORMACION AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com EN RELACION A LA TRAGEDIA DE RIO
VERDE
Julio
M. Rodriguez Grullón
Para el 11 de enero de 1948,
yo tenía 10 años de edad, vivía en mi
natal Montecristi y recuerdo
perfectamente los acontecimientos que rodearon la tragedia deportiva mas grande
que ha ocurrido en nuestro país, porque
en el accidente falleció mi tío, Miguel Angel Rodriguez Jimenes (a)
Boquita, pitcher del equipo de Santiago.
Aunque la Asociación de Cronistas
Deportivos de Santiago (ACDS), se ha encargado de mantener vivo el recuerdo de
esta tragedia y de honrar la memoria de los beisbolistas fallecidos, con el
paso del tiempo, varios detalles que rodearon el hecho se han perdido.
Para esa época, el beisbol amateur, era
el único deporte que se practicaba de manera organizada regularmente a nivel
nacional y se jugaba un torneo anual,
con el país dividido en regiones y luego
de finalizado ese torneo regional, se jugaba un campeonato nacional, con los ganadores de las distintas regiones.
Por eso vemos que para este torneo nacional 1947-48 había dos equipos de la
región norte, dos de la región este, uno de Santo Domingo y uno de la región
sur. Los ganadores de cada región se reforzaban con los mejores jugadores de
los equipos que habían sido derrotados en esos torneos regionales, por eso, el
equipo de Santiago, se reforzó con tres jugadores del equipo de
Montecristi, los lanzadores Bombo Ramos,
mi tio Miguel y el shortstop José Jimenez
(a)Totí.
Totí no era regular en el equipo,
pero si lo eran los lanzadores y en el doble juego celebrado en la Romana, el 4
de enero de 1948, ambos juegos ganados por
el equipo de Santiago, mi tio Miguel y Bombo, fueron los pitchers
ganadores.
Actualmente se está exhibiendo una película,
que toma como base esta tragedia deportiva, rodeada de una trama totalmente
fantasiosa y que los que la ven, deben entender, que eso es un invento de los
productores, para hacerla (supuestamente) mas interesante.
Para
empezar, se presenta a Trujillo, como el villano de todo lo que ocurrió.
Hay
que decir sobre esto, que ningún hombre puede
gobernar un país por 31 años haciendo solamente cosas malas, como
se presenta a Trujillo, en todas las películas que he
visto, que a el se refieren. Debo decir a este respecto, que Jesus de Galíndez,
un escritor español, que vivió en el país y escribió La Era de Trujillo, un
libro denostando al tirano, que le costó
la vida, dedicó una sección del libro, a describir el lado positivo del
régimen.
El
Dr. Euclides Gutierrez Félix, quien mas recientemente ha escrito otra obra
sobre la tiranía, titulada Trujillo, monarca sin corona, presenta en ella, las
cosas negativas y positivas que realizó
el tirano.
En
relación a la división social de los dominicanos, en una clase privilegiada,
llamada de primera, en oposición al resto de la población, debo decir, que
Trujillo nada tuvo que ver con esto, pues esa división surgió durante el
régimen de nuestro anterior tirano, Ulises Hereaux (a) Lilís, que tuvo lugar de
1887 a 1899.
Resulta,
que anteriormente a Lilís, los ricos eran
pocos y no llegaban a constituir
una clase social, pero Lilís tomó millones y millones de dólares en empréstitos
y gastó ese dinero a su antojo, esos años de la
década de los 1890 coincidieron con el apogeo de la industria azucarera
en el siglo pasado, fruto de la migración que produjo en Cuba la guerra de
independencia llevada a cabo por Máximo Gomez
y por estas razones, durante sus gobiernos, es que surgen los
llamados clubes sociales de gente de primera
y una ojeada al año de fundación de ellos nos lo dice todo. El Centro de
Recreo de Santiago se fundó en 1894, el Club 2 de julio de San Pedro de
Macorís, se fundó en 1892, el Club de
Damas de Puerto Plata en 1894 y el Club
Unión de la capital en esos mismos años de la década de 1890, apogeo de la
tiranía lilisista.
Trujillo
no provenía de esa clase social, que inicialmente lo rechazó, llamándole ladrón y le hizo varios desaires, por lo que
aunque no la pudo liquidar, si la humilló, haciendo desaparecer el Club Unión
de la capital y que le hicieran socio y
Presidente de honor de los demás clubes. Asimismo, tuvieron que aceptar como
socios, a todos los oficiales de sus fuerzas armadas, que provenían, en su
inmensa mayoría, de los estratos mas bajos de la población.
La
conmemoración de este 70 aniversario de esta tragedia deportiva, donde perdí a
mi querido tío Miguel, nos ha servido para revisar algunos aspectos de la vida social y política de nuestro país.
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