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DUARTE XLI
Julio M.
Rodriguez Grullón
EL
MANIIFIESTO DEL 16 DE ENERO DE 1844
Una
publicación del Tribunal Constitucional de la Republica Dominicana (2014)
Bobadilla
señala claramente que la invasión de Boyer de 1822, de la Parte Este de esta
isla fue pacífica y la razón es que este prometió que no habría esclavitud y establecería un régimen de
libertad igualdad y fraternidad. El en seguida dice que todo fue una disimulada
perfidia del tirano, que en la práctica
manejó como esclavos, a supuestos hombres libres.
Mas
adelante señala que Boyer “asoló los campos, despojó las iglesias de sus
riquezas, atropelló y ajó con vilipendio a los ministros de la religión, les
quitó sus rentas y sus derechos y por su abandono, dejó caer en total ruina los
edificios públicos, para que sus mandatarios aprovechasen sus despojos y así
saciaran la codicia que traían de occidente”
Comentario.-
Esta fue la razón por la que los sacerdotes se opusieron a su régimen, se
hicieron masones y convirtieron las logias que el impulsó, en centros de
conspiración contra los haitianos.
Bobadilla
señala que Boyer “prohibió la comunidad de los terrenos comuneros, que en
virtud de convenios y por utilidad y necesidad
de las familias, se habían conservado desde el descubrimiento de la
isla, para aprovecharlas en favor de su Estado, acabar de arruinar la crianza
de animales y empobrecer a una multitud de padres de familia.”
Comentario.-
Esto nos deja ver lo apacible de la sociedad dominicana de esos siglos, pues al
los terrenos ser propiedad de varias familias, les permitía, a cada una de
ellas, criar sus animales en esas tierras y beneficiarse de su sacrificio o su
venta.
Dice
Bobadilla: “si (algjuien) se pronunciaba en español contra la tiranía y la
opresión, se le denunciaba como sospechoso, se le arrastraba a los calabozos y
algunos subieron al cadalso para atemorizar a los otros y que expirasen de una
vez los sentimientos que nos transmitieron nuestros padres”.
Comentario.-
Es la forma de expresar la persecución que existía contra el idioma español,
que no se utilizaba en los documentos oficiales y que no querían los haitianos,
que se continuara hablando en la que
había sido colonia española por mas de
tres siglos.
En
relación a la invasión del 1843 de
Charles Herard, a quien apodaban Riviere señaló: “En el departamento de
Santiago, sin fundamento legales, recordó con pena las épocas tristes de
Toussaint y Dessalines, trayendo consigo un monstruoso estado mayor, que
desmoralizaba por todas partes: vendió empleos, despojó las iglesias; destruyó
las elecciones que los pueblos habían hecho para darse representantes que defendiesen
sus derechos y esto para dejar siempre esta parte en la miseria y en la misma
suerte y proporcionarse el, candidatos que le elevasen a la Presidencia, aunque
sin mandato especial de sus comitentes”.
Comentario.-
Dejaba claramente establecido Bobadilla que nada había cambiado con la
destitución de Boyer y que Herard era un tirano mas.
Y
ya al final del documento dice su autor: “que el sentimiento del interés público
sea el móvil que nos decida por la justa causa de la libertad y de la
separación; con ella no disminuiremos la
felicidad de la república de occidente y haremos la nuestra. Nuestra causa
es santa: no nos faltarían recursos a mas de los que tenemos en nuestro propio
suelo, aunque si fuere necesario emplearemos, los que nos podrían facilitar en
tal caso los extranjeros.”
Comentario.- Bobadilla piensa que con los recursos
disponibles se puede echar el pleito y que si es necesario se puede aprovechar
la ayuda extranjera. Esto contradice lo que con frecuencia oímos, que los recursos
de los trinitarios era muy pocos e insuficientes para la lucha contra Haití.
Hemos
comentado aquí algunos párrafos de este interesante documento, que exhortamos a
todos nuestros lectores a leer, pues ayuda a comprender en todos sus detalles,
lo que fue la ocupación haitiana de 1822-44 de nuestro territorio.
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