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SOBRE LA SEPARACION DE LA IGLESIA
Y EL ESTADO
Julio M. Rodriguez Grullón
La
actitud del Padre Regino Martinez SJ, (RM) en relación a los indocumentados
haitianos, diciendo que debían ser aceptados en el país en esas condiciones y
las declaraciones de Su Eminencia Reverendísima, Monseñor Nicolás de Jesús Cardenal
Lopez Rodriguez (SER), de que eso era incumbencia del gobierno, traen a
colación nuevamente, el tema de las relaciones de la lglesia y el Estado.
La
misión básica de la Iglesia y de los sacerdotes en general, es predicar el
evangelio y procurar que los hombres salven su alma.
Que un sacerdote se
involucre en la .lucha de los pobres para mejorar su suerte está bien, siempre
y cuando el sacerdote al hacerlo esté
cumpliendo con su misión básica señalada.
Hasta que punto, defender
que se pase por encima a leyes es beneficioso para esos fines, es desde mi punto de vista cuestionable.
Estoy con las declaraciones
de SER, de que el problema de los haitianos queriendo entrar por la. frontera sin ningún tipo de visa, es algo
que compete exclusivamente al Estado resolver.
Que
gana RM estimulando a que se violen las leyes
de inmigración de este país, haciéndose eco de un supuesto acuerdo (a todas
luces ilegal, aunque fuera cierto), a no
ser que se aprovechen de el, los que no desean que este país se estabilice y se respeten sus leyes, porque creen eso conviene a sus fines “revolucionarios”.
El problema haitiano
no se resuelve pretendiendo que entren a este país sin visa de algún tipo los
nacionales de ese país, sino procurando que Haití se desarrolle; así los
haitianos no querrán abandonar su país y la isla tendrá dos países, cuya convivencia sería mucho mas fácil, pues el deseo haitiano de
cruzar la frontera para mejorar su situación es entendible, como lo es el de nuestras
autoridades, de que eso no puede permitirse, sin respetar nuestras reglas de
inmigración.
Por otra parte,
es muy confortante escuchar a SER decir, que hay cosas que competen solo a
la autoridad política, pues es obvio que el es una autoridad religiosa y uno no
entiende que ganan los periodistas oyéndolo hablar de estos temas; SER debiera
aprovechar esas ocasiones y tratar algún tema religioso, relacionado con la
salvación del alma, lo cual es mas
importante que el bienestar del cuerpo en este mundo, porque, de que le sirve a
un hombre conquistar este mundo, si
pierde su alma.
Aunque
Santo Tomas de Aquino había dicho en el siglo XIII que la Iglesia y el Estado
debían estar separados , la Iglesia a través de los siglos ha sido renuente a aceptar esa realidad, a pesar del
fracaso de la teocracia cristiana, que desde el año 800 hasta el 1648 existió
en Europa y de los males que le trajo de
su división y pérdida de credibilidad.
El
doctor angélico sabía que ocuparse de las dos cosas a la vez es muy difícil y
supone aptitudes diferentes. Si usted se decidió a ser sacerdote, es porque
considera que salvar el alma es lo que importa en esta vida y todas sus
acciones deben sopesarse, si contribuyen a ese fin, en los que se beneficien de
ellas.
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