ESPECIAL
PARA LA INFORMACION AYER Y
HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com DUARTE XLVIII
Julio M. Rodriguez Grullón
EL
DIA GLORIOSO DE DUARTE.-
Lo
primero que hicieron los trinitarios, una vez proclamada la independencia de la
Republica Dominicana, fue enviar a buscar a su fundador y su líder, a Curazao.
Uno
solo puede imaginarse el júbilo que sintió Duarte, cuando divisó la bandera que
el había diseñado en el tope del mástil de la Leonor, al llegar a Willemstad,
la capital de Curazao, donde se encontraba.
La
Leonor regresó a Santo Domingo el 14 de marzo en la noche, pero Sanchez y Mella
no quisieron que Duarte desembarcara hasta el día siguiente, para hacerle el
gran recibimiento que se merecía. Con el regresaron sus inseparables Pedro
Alejandrino Pina y José Joaquín Perez, quienes lo habían acompañado en su exilio de ocho meses.
También
estaba en Curazao el Padre Gaspar Hernández, pero el no regresó con ellos, pues
la independencia no era su meta. El soñaba con un regreso al dominio de una
monarquía española. En la mañana del 15, al poner Duarte sus pies en tierra y
entrar a la ciudad por la Puerta de San Diego, lo recibe el vicario Portes
exclamando:
Salve,
Oh Padre de la Patria
Los
cañones de la Fortaleza Ozama, lanzas salvas de alegría y las campanas de las
iglesias de la primada de america repican con entusiasmo, el pueblo está tirado
a la calle ovacionándolo a su paso y Duarte
no puede menos que regocijarse de ver realidad la patria anhelada, la república
de hombres libres, todos con los mismos derechos, sin limitarlos a una sola raza, que hizo
realidad su verso :
Los blancos, morenos,
cobrizos, cruzados,
marchando serenos,
unidos y osados,
la patria salvemos
de viles tiranos,
y al mundo mostremos
que somos hermanos
Por
primera vez en el Caribe, hay un país
donde todos son iguales ante la ley, el anhelo de la revolución francesa de
1789 de libertad, igualdad y fraternidad y esto lo llena de satisfacción. Solo Haití,
México, Chile, Uruguay y Centroamerica, habían abolido la esclavitud para esta
fecha.
En el Palacio de Borgellá, lo recibe
la Junta Central Gubernativa (JCG), que presidía Bobadilla, a quien el hubiera
facilmente ese día sacado de allí y reclamar ese como el puesto que le
correspondía, pero el no vino a servirse de su país, sino a servirle. Lo hacen
simplemente miembro de la JCG y el acepta. Después va a su casa, donde le
espera su madre y sus hermanos llenos de júbilo; su padre había muerto durante
su ausencia, pero esa falta no contiene la alegría, que ´produce tener a
su hijo predilecto de
regreso.
Sanchez
ve que la casa del patricio no está adornada y rapidamente improvisa banderas y
las coloca por todas las ventanas. Todos están felices de tener a Juan Pablo de
vuelta. Vendrán días de angustias y tormentos, pero ellos no lo saben, solo
saben que los días amargos de la dominación haitiana han terminado, que ahora
hay que luchar por preservar la soñada República Dominicana.
Yo me pregunto si no sería mas apropiado
celebrar el 15 de marzo en vez del 26 de enero, como el día de Duarte. El 15 de
marzo se presta mas para realizar ceremonias que motiven al pueblo a apreciar mejor
quien fue Duarte.
Su entrada
por la Puerta de San Diego, que el Instituto Duartiano celebra con un
acto allí cada año, puede convertirse en un espectáculo televisado a todo el
país, donde la memoria de Duarte se presente como lo que
realmente es, el fundador de esta República Dominicana .
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