ESPECIAL
PARA LA INFORMACION AYER Y HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com DUARTE XXXIV
Julio M. Rodríguez Grullón
BUENAVENTURA
BAEZ EN LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE DE 1843.-
Mientras
Duarte tenía que abandonar el país y las fuerzas independentistas se
reorganizaban, el proceso de la Reforma Haitiana que se inició con el Manifiesto
de Praslin de agosto de 1842, culminaba con la celebración de la Asamblea
Constituyente que se celebró del 18 de
septiembre al 31 de diciembre de 1843,
en Puerto Príncipe, con la presencia de
124 delegados de toda la isla, con el propósito de dotarla de una nueva
constitución, mas adecuada que la
vigente en esos momentos, que había sido acomodada a la dictadura de
Boyer. Es en la celebración de esta Asamblea en Puerto Príncipe, que emerge en
nuestra historia, la figura de
Buenaventura Báez.
Para
fines de 1843, Báez tenía 31 años de edad, hijo primogénito del mayor terrateniente del sur radicado en
Azua y su esclava africana, era un mulato instruido y ambicioso.
Su
padre lo había enviado a estudiar a Europa en 1827 a los 14 años de edad. Estuvo
tres años en Londres y cinco en Paris, así que después de ocho años viviendo en
los países mas civilizados de la época, hablaba bien el inglés y francés, además del español y el creole, lo que lo colocaba en una
posición privilegiada en esta isla, poblada en su gran mayoría por analfabetos
o personas poco instruidas.
Estaba
en Londres cuando Duarte pasó por allí camino a Barcelona en 1829, pero no hay constancia de que
tuvieron ningún tipo de contacto. Al igual que Duarte, cuando Báez regresó a su
país en 1835, no trajo ningún título de profesión alguna.
Su
gran diferencia con Duarte fue, que siempre pensó que estábamos en gran desventaja frente a los
haitianos y que no podíamos ser libres e independientes de toda dominación
extranjera, pues ellos nos aplastarían; debíamos tratar de acomodarnos a ellos,
tratando de cambiar su constitución y que
nos otorgaran igualdad de derechos a todos en la isla, si es que íbamos a ser una sola entidad política. Cuando este
plan fracasó, como veremos de inmediato, entonces Báez se ideó el plan
Levasseur, para que nos libráramos de los haitianos y pasáramos a ser, un
protectorado o colonia francesa.
Como
no formaba parte del movimiento independentista de los trinitarios, Baez mantenía
buenas relaciones con los haitianos y cuando estos cambiaron los delegados a la
Asamblea Constituyente que habían sido elegidos el 15 de junio de 1843 que eran
duartistas, Baez fue designado delegado por Azua a la Asamblea Constituyente
junto a otros que compartían sus mismas ideas, respecto a la situación n política en la isla.
Ya en
la Asamblea, Baez se constituyó en el líder de los delegados de la Parte Este.
Pronunció vibrantes discursos y escribió artículos en los periódicos de Puerto
Príncipe, todo en francés, abogando porque se derogara aquello de que solo las
personas de raza negra podían ser propietarios y ejercer los derechos políticos
en la isla. Decía Báez con razón, que esto estaba acarreando el atraso, porque
las personas provenientes de países
desarrollados no podían invertir en el país o tenían que valerse de testaferros haitianos para hacerlo.
Los
dueños el capital judío, quienes habían hecho su aparición en estas islas del
Caribe por estos días, después de siglos que en el imperio español estuvieron
proscritos, eran sus aliados y el mas prominente de ellos era el señor
Abraham Coen. Pero por mas discursos y
presiones que se ejercieron en la Asamblea, los haitianos no cambiaron nada en
su constitución al respecto y Báez,
despechado, se reunió con un grupo de delegados de la Parte Este e ideó un proyecto para separarnos de los haitianos y
convertirnos en un protectorado o colonia francesa y se lo presentó al embajador francés en
Haití, Auguste Levasseur, quien lo aprobó.
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