Bien por Raul y Fidel

Especial para LA INFORMACION                                            AYER Y HOY

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                                                                                  Julio M. Rodríguez Grullón

            El régimen cubano sigue siendo llamado en la prensa internacional ateo y comunista, a pesar de que ha estado dando demostraciones de lo contrario, porque Cuba hace tiempo que dejó de ser un país comunista como en la década de los 1960 y con tres papas visitándola  y ahora la reunión promovida por el,  entre dos líderes religiosos cristianos separados, que tenían  962 años que se habían excomulgado uno al otro, indican su preocupación por el aspecto religioso en la vida de los pueblos.

            La separación entre católicos y la iglesia ortodoxa rusa, se remonta a la época de las teocracias, cuando el Papa y el primado en Constantinopla estaban por encima de los reyes, podían poner impuestos y tomar medidas que afectaban todos los aspectos en la vida de los pueblos.

            Como esos tiempos se acabaron, ahora resulta mas fácil que los líderes de esas religiones se reúnan de nuevo y traten de limar sus asperezas.

            Ahora bien, será difícil que esas religiones vuelvan a unificarse bajo la dirección del papa o del patriarca, por los intereses creados después de la separación y la ruta diferente que han tomado.

            Ciertamente que el catolicismo exhibe mas vitalidad que los ortodoxos rusos, por la sencilla razón de que no está identificado con un gobierno específico y eso le facilita su expansión a nivel mundial.

            La iglesia ortodoxa rusa como su nombre lo indica, está ligada el gobierno ruso y desde que sale de las fronteras de ese país, pierde su esencia y razón de ser.

            Recordemos que el imperio romano se dividió en el  oriental que tuvo a Bizancio o Constantinopla como capital y el Occidental que mantuvo a Roma como su sede principal.        

            Los bárbaros (pueblos no cristianos) no conquistaron al oriental hasta la caída de Constantinopla o Bizancio  en 1453, en manos de los turcos otomanos que la saquearon.

            El imperio occidental ya se había desmembrado iniciándose lo que conocemos como la edad media con la caída de Roma en el año 476, (casi mil años antes), cuando el Papa evitó que la ciudad fuera saqueada por Atila y los romanos comenzaron a verlo no solo como un líder religioso sino también político. Ya en 410 Alarico había saqueado a Roma pero respetando los lugares santos.

            Para 1054 Bizancio poseía un esplendor y un cesaro-papismo mucho mas organizado y eficiente que el romano, así que no tardaron en disputarse el Papa León IX y el Patriarca Miguel Cerulario, quienes se excomulgaron uno al otro.

            Al final del Concilio Vaticano II, el Papa Paulo VI, suspendió la excomunión  de Miguel Cerulario, en el gesto católico para dar inicio al ecumenismo, pero los líderes de las dos divisiones del cristianismo no se habían reunido hasta que se encontraron en el salón del aeropuerto José Martí, en La Habana, el viernes 12 de febrero 2016, preparado con una bandera del vaticano y una rusa, a ambos lados de un crucifijo. Esta será una fecha relevante para la historia del cristianismo en el camino hacia la reconciliación de hermanos unidos en la fe de Cristo, pero separados por cuestiones terrenales, encuentro promovido por un gobierno ex-comunista, ahora oficialmente laico y que obviamente ya no está persiguiendo a nadie por motivos religiosos.     

            Existen pocas diferencias ideológicas entre estas dos iglesias cristianas  y conciernen a algunos aspectos del  catolicismo hacia María, que los ortodoxos sin oponerse abiertamente a ellos, lo consideran redundantes e innecesarios.

            Los hermanos Castro ciertamente lograron concretizar un importante hito, en la historia religiosa de los pueblos cristianos, al lograr esta reunión entre estos dos líderes cristianos.