El Papa Francisco visista Cuba y Estados Unidos

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                                                                               Julio M. Rodríguez Grullón

             La magia de la televisión nos  trajo la semana pasada, las imágenes y el sonido de esta visita del sumo pontífice de los católicos, a dos países cristianos cercanos, pero con matices diferentes.

           A un Papa le produce menos “stress” visitar Cuba, que Estados Unidos, aparte de que a este Papa, nacido y criado en Argentina, le resulta mas fácil de hablar español que inglés. El Papa Francisco habló en español siempre que los circunstancias se lo permitieron.
Veamos las razones de lo que decimos:
            Cuba fue colonizada y sus costumbres creadas, por  españoles fieles  al Papa y sus enseñanzas, por lo que, aunque la revolución desde 1959, ha tratado de sacar la religión  del medio, el substrato religioso  y cultural del cubano, está fuertemente influenciado por el  catolicismo.
            Por eso los Papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y el actual Francisco, han tratado de ayudar al pueblo cubano, a salir de esta coyuntura  llena  de estrecheces materiales y espirituales a que están sometidos.
            La revolución por su parte, que inicialmente se proclamó comunista y barrió con las propiedades privadas y a las personas religiosas los marginó de la sociedad, se vió obligada, después de la debacle comunista mundial de 1989-91, a echarse para atrás, declararse laica, a aceptar los católicos en sus actividades cotidianas y a permitir ciertas actividades económicas privadas. La postura de Obama, de terminar con la ausencia de relaciones diplomáticas y el bloqueo comercial de Cuba por los Estados Unidos, fue en gran parte gracias  a las gestiones del Papa Francisco.  Nadie ha hecho mas que el Vaticano, para ayudar a Cuba, a salir del abismo en que cayó en la década de los 1990.
            Estados Unidos en cambio, fue colonizado por cristianos calvinistas, alejados del papismo con  enseñanzas y  criterios  diferentes sobre la salvación del alma  y la conducta humana para lograrla.  
            Para los calvinistas, la salvación del alma es algo predestinado por Dios desde la eternidad y las acciones humanas en este mundo, no influyen para cambiar esa decisión. Ahora bien, como saber si uno está entre los elegidos para salvarse (certitudo salutis). Pues una señal es si a usted le va bien en los negocios, por eso el calvinismo quitó la enseñanza papal de que prestar dinero  con interés era cometer el pecado de usura y facilitó la actividad comercial. Por eso la diminuta Holanda, al convertirse al calvinismo, se convirtió  en una potencia  comercial desproporcionada  a su tamaño y población.
            En los Estados Unidos pues, el impulso inicial hacia el mundo de los negocios tuvo una base religiosa, pues los que vinieron en el Mayflower eran calvinistas, así como los que se asentaron inicialmente en Virginia. Estos grupos, constituidos por familias muy religiosas, que abandonaron su país por ese motivo, venían a quedarse y  trajeron este deseo de trabajar y demostrar  con sus avances materiales, que estaban entre los elegidos.
          Este impulso religioso inicial con relación a la riqueza se ha perdido en los Estados Unidos,  pero esta claro que como se ven los ricos y los pobres en una sociedad predominantemente  calvinista y en una predominantemente  católica es algo muy diferente.
          Para los católicos, como le va a usted en los negocios no ha tenido nunca implicaciones  sobre la salvación de su alma.
          Por su parte el Papa Francisco, en su último día en los Estados Unidos, en la ciudad de Philadelphia, lo dedicó a resaltar la importancia de la familia.
          En su alocución en la Parroquia de San Carlos Borromeo , lo dedicó a hablar de la    necesidad de fortalecer el núcleo del cual depende la estabilidad de la sociedad y la formación de ciudadanos capaces de impulsar el progreso de ella y el acto final de su visita fue una misa para clausurar el 8vo encuentro  mundial de las familias