Colaboración para La Información LAS ELECCIONES DEL 1 DE JUNIO
DE 1966
Julio M. Rodriguez GrullónJohnson tenía su carta de triunfo debajo de la manga, en la persona de Joaquín Balaguer, a quien el había contactado en Estados Unidos, ofreciéndole la presidencia; Balaguer respondió que el solo aceptaba el cargo si era producto de unas lecciones.
Balaguer sin embargo no dijo que las elecciones tenían que ser limpias.
De hecho, eso de elecciones limpias, para Balaguer era cosa de los suizos, no para dominicanos y si estaba a su alcance, las amañaba a su favor.
En 1966 sin embargo, el no tenía ese poder.
Había regresado de su
exilio el 28 de junio de 1966, supuestamente por tres días , por un permiso del
gobierno de Antonio Imbert, para ver a su madre enferma. Tan pronto llegó dijo
que venía a quedarse y a candidatearse para las próximas elecciones presidenciales.
Hasta ese momento nadie había hablado de elecciones; sin embargo, ya el sabía
que se celebrarían y Antonio Imbert, cuyo gobierno dependía enteramente del
apoyo norteamericano y quien pretendía permanecer en la presidencia, carecía del
poder para devolverlo de nuevo a Nueva
York.
Quien
tenía el poder para amañar esas elecciones era Lyndon Johnson a través de la
Agencia Central de Inteligencia norteamericana la conocida CIA, la cual entró
en acción.Que la CIA amañó esas elecciones no lo digo yo, lo dijo Pierre Salinger, el antiguo secretario de prensa del Presidente Kennedy, cuando visitó este país y pronunció una conferencia en el Hotel Jaragua, la noche del martes 12 de marzo de 1996 y se publicó también en el Listín Diario de ese día, en una entrevista que le realizaron Ana Mitila Lora y Rafael Molina Morillo,(.ver la pag 17, reportajes, de la edición de ese día del señalado periódico).
Relata Salinger, que en 1967 estando en Viet Nam, conoció a un nuevo agente de la CIA allí y le preguntó que donde había estado antes de ir a Viet Nam y este le respondió que en la Republica Dominicana y le explicó los detalles de como la CIA lo había enviado aquí, para asegurarse de que la persona que resultara electa en las elecciones de 1966, fuera la conveniente para Estados Unidos.
Bosch no podía hacer campaña saliendo a hacer contacto con el pueblo, pues el riesgo de que lo asesinaran era muy grande, con el grado de pasión y el odio que impregnaba el ambiente, por lo que tuvo que limitarse a emisiones radiales.
Balaguer estaba bien
protegido, revivió sus cuadros del Partido Dominicano de Trujillo y obtuvo el
apoyo del Lic Augusto Lora, un notable antitrujillista, quien ingenuamente
pensaba al país le convenía un periodo de Balaguer en la presidencia,
para luego el candidatearse para el cargo. El resultado “oficial” de las
elecciones fue de 759,887 votos para Balaguer y 494,570 para Bosch.
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