articulosdeinion2004@yahoo.com EL PROBLEMA HAITIANO (II)
Julio M. Rodriguez Grullón
Entre nosotros, los que no creían en Republica Dominicana libre e independiente, volvieron a controlar nuestra política, cinco meses después de la partida de los españoles y por los próximos 14 años. En 1869 anexaron el país de nuevo, esta vez a Estados Unidos, anexión que no se materializó, porque en el senado de aquel país, Charles Sumner logró que el tratado no fuera ratificado.
No fue hasta diciembre de 1879, que Gregorio Luperón tomó el mando político del país que se impusieron los ideales de Duarte y hasta enero de 1887 vivimos un tiempo en que tuvimos un asomo del surgimiento de un estado, pues se escribieron las notas del himno nacional, se declararon días de fiesta el 27 de febrero y el 16 de agosto, se trajeron los restos de Duarte desde Venezuela, se inició un sistema de educación, surgió la industria azucarera y transmisión pacífica de mando tres veces (Luperon-Meriño-Lilis-Billini), pero en 1887 Lilís traicionó a Luperón, tomó el poder, se convirtió en dictador y aunque realizó algunas obras de infraestructura, con sus empréstitos que gastó sin control, para 1899 cuando fue ajusticiado, el país estaba en bancarrota. Una de sus ocurrencias fue en 1895 declarar tres padres de la patria, algo que eventualmente corregiremos.
Haití, en todos estos años, siguió aislado, los cambios de poder seguían siendo violentos, la republica seguía siendo una teoría, había prejuicios de mulatos contra negros y las condiciones de vida se deterioraban.
Al comienzo del siglo XX se nos echó encima el imperialismo yanqui (1902-33) y aquí
ocurrió algo difícil de comprender. Haití tuvo la intervención mas larga (1915-33), pero aparentemente las cambios que eso trajo en nuestro país con la intervención mas corta (1916-24) allí no ocurrieron.
Habitualmente los americanos cuando intervienen militarmente un país, le mejoran las condiciones sanitarias, crean una fuerza militar que imponga el orden y toman el control económico del país. Las mejoría en las condiciones sanitarias disminuye la mortalidad infantil y el ritmo de crecimiento de la población se acelera, que es lo que ocurrió en nuestra parte de la isla, donde Trujillo pervirtió la finalidad de la fuerza militar y la convirtió en la base de su sanguinaria tiranía de 31 años. .
Al margen
Esta columna se solidariza con lo expresado por el Cardenal Lopez Rodriguez y el Consejo de Iglesias Evangélicas en relación a rechazar el descaro del señor embajador americano promoviendo el mes del orgullo gay. Es una pena, que al inaugurarse las flamantes nuevas instalaciones de la delegación diplomática norteamericana, el señor embajador sea una persona no grata, a la mayoría cristiana de este país.
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