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EL NUEVO NUNCIO THADDEUS OKOLO
Julio M. Rodriguez Grullón
Solamente ver la
fotografía en los periódicos del nuevo nuncio, me deja ver claramente, que mi iglesia, bajo el liderazgo
del Papa Francisco I, ha entrado en una nueva etapa y ojalá que Monseñor Okolo,
pueda implementar, algunas de las políticas que se le han encomendado.
Para que se entienda
porque digo esto, vamos a revisar sucintamente la historia del catolicismo.
Después
de sobrevivir la persecución de los césares durante el imperio romano, se
inició la teocracia cristiana (800-1648) con la coronación por el Papa León
III, de Carlomagno, el emperador galo. A partir de ese momento, la política
predominó sobre la religión y una lucha entre italianos y franceses por
controlar el papado, produjo el cisma de occidente (1378-1417), período en el cual hubo dos papas (y a veces hasta tres), uno en Roma y otro en Avignon, ciudad al sur
de Francia. El triunfo de los italianos, preservó la sede en Roma, pero mas que católica, que significa universal, a
partir de ahí, podríamos decir que la
iglesia paso a ser prácticamente italiana, pues
por mas de cinco siglos, los papas, así como sus cargos diplomáticos mas
importantes,. pertenecían a los
italianos.
Otra
consecuencia de la teocracia fue que el papado se corrompió y la iglesia se
dividió por la protesta de Martín Lutero (1517) y otros reformadores, lo cual
produjo las guerras religiosas, que terminaron con la paz de Westphalia,(1648),
pero para esa fecha, el mundo occidental ya era otro.
El
reformador francés Juan Calvino
(1509-1564), terminó la enseñanza de los
papas de que prestar dinero con interés era pecado y esto, junto al certitudo
salutis de su doctrina, dió un gran impulso
al capitalismo. Calvino también sacó la vida austera de los monasterios
al mundo laico, permitiendo los matrimonios, cosa que no ocurría en los
monasterios. Las diferentes sectas
calvinistas se extendieron por Europa y Norteamérica, desde donde llegaron a
nuestro país.
Los
abusos del capitalismo dieron origen al comunismo, doctrina de un ateísmo
militante, que prendió en Rusia en 1917 y desde donde de forma violenta,
quemando iglesias y asesinando sacerdotes, se extendía por todo el mundo.
Ante
esta amenaza, los papas Pio XI y Pio XII, respondieron con concordatos con dictaduras anticomunistas, Pio XI con Mussolini (1929) y Hitler (1933), Pio XII con
Franco (1953) y Trujillo (1954). Los primeros tres concordatos señalados, fueron
anulados tan pronto cayeron las dictaduras correspondientes, sin embargo, el
nuestro permanece vigente, 52 años después de la muerte de Trujillo, cuando ya la
amenaza comunista desapareció (1989). Un concordato que nunca se ha respetado,
puesto que Trujillo permitió que los divorcios siguieran legales y en la
actualidad, el gobierno acaba de dar el placet a un embajador publicamente
homosexual y “casado”.
Monseñor Okolo,
este concordato es un anacronismo que debe ser anulado, pues
solo sirve para que los dominicanos recordemos una época, que la mayoría queremos
olvidar.
Por
otra parte, Francisco I recomienda que los laicos tengan mas participación en
las decisiones de las conferencias episcopales. Señor nuncio, en este país, la
conferencia episcopal hace sus pronunciamientos, sin consultar, que se sepa, a
ningún laico. Hace falta un organismo de consulta laico, para la conferencia
episcopal, con el que sus miembros intercambien opiniones, antes de lanzar sus
pastorales.
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