articulosdeopinon2004@yahoo.com SIETE MESES DE DEMOCRACIA
Julio M. Rodriguez Grullón
Bosch inició su gobierno el 27 de febrero de 1963 en medio de un gran optimismo.
A su toma de posesión vinieron grandes personalidades, el Vice Presidente de Estados Unidos Lyndon B. Johnson, el mismo que un par de años después enviaría la segunda intervención militar de Estados Unidos a este país asistió, así como toda una pléyade de Presidentes democráticos , incluido Rómulo Betancourt, quien había sobrevivido un intento de asesinato de Trujillo en 1960.
Por razones que no están claras y quizás como parte del borrón y cuenta nueva, Bosch dejó intacto los mandos militares que encontró, herencia del Trujillismo.
Bosch había viajado como Presidente electo y había sido recibido por el Presidente Kennedy en Washington , había viajado por Europa y firmado un contrato con la compañia Overseas para construir la presa de Taveras y otros planes de desarrollo.
Su plan de gobierno incluía una nueva constitución para poner el país a tono con los tiempos. Era una constitución que se compara con la cubana de 1940, pero que fue mal recibida por sectores conservadores nacionales, que controlaban grandes intereses económicos ligados a la administración de los bienes que había dejado Trujillo.
Desde antes de su elección, como lo demostró la confrontación con Lautico García, la iglesia no simpatizaba con Bosch. En contra de su laicismo comenzaron a realizarse manifestaciones de reafirmación cristiana que ella no desautorizó.
Por otra parte, haber recibido el apoyo de grupos tan disímiles como los jóvenes del 14 de junio y las fuerzas armadas, hacia difícil el apoyo a Bosch, pues esos grupos tenían ideas muy diferentes sobre lo que debía ser el gobierno.
Los catorcistas se inclinaban hacia un gobierno como el de Fidel Castro en Cuba, lo que significaba el fusilamiento de muchos de los militares, comprometidos con los crímenes de Trujillo.
Bosch se empeñó en permitir la libre expresión a todos y permitió que las ideas marxistas comenzaran a airearse en el país, fue una novedad que los norteamericanos recibieron mal. Ellos ya habían roto relaciones con Cuba y no deseaban que la influencia de Castro se extendiera a la Republica Dominicana.
La administración pública perdió eficiencia durante el gobierno de Bosch.
La sustitución de funcionarios se realizaba diariamente y se colocaba personal nuevo, sin entrenamiento en el manejo de la burocracia estatal; se puso de moda el termino la aplanadora por parte de los cancelados, al referirse a la causa de su despido. Asimismo, muchas de las altas posiciones del gobierno, fueron ocupados por personas llegadas después de largos años de exilio, ignorantes de como se hacían las cosas en nuestro medio.
Bosch también mantenía algo desconocido por mucho tiempo en el país; una honestidad absoluta en el manejo del erario.
El país carecía de tradición democrática, el caudillismo habia sido la regla, a la hora de seleccionar sus gobernantes.
La combinación de todos esos factores, hicieron que unos meses después de instalado el gobierno, comenzara a conspirarse contra el. Se conspiraba tanto en sectores de izquierda, como de la derecha.
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