articulosdeopinion2004@yahoo.com TRUJILLOLANDIA
(XV)
Julio M. Rodríguez Grullón
El fin de una era.-
Cuando
murió Lilís, su Vicepresidente, Wenceslao Figuereo, pasó a ocupar la
presidencia, el régimen cayó en un mes y de Figuereo no se volvió a hablar mas.
Pero a la muerte de Trujillo, ocupaba la
Presidencia Joaquín Balaguer, quien se convertiría en la figura dominante de la
política dominicana, por el resto del siglo XX.
Inmediatamente
después del magnicidio, sin embargo, el poder residía en Ramfis, el hijo que
Trujillo soñaba con que le sucediera, pero que no supo preparar, para la tarea
de gobernar.
La
mejor prueba de esto es, que Ramfis, no se enteró de que había nacido fuera de
matrimonio, hasta que Galíndez lo publicó en su libro en 1956 y al enterarse, provocó toda una escena con su
padre. Ramfis, solo quiso vengar la muerte de su progenitor y marcharse del
país, a continuar en Europa, con la gran cantidad de dinero que heredó, la
buena vida a la que estaba acostumbrado; pero murió, a consecuencia de un accidente automovilístico, ocho años después.
Ramfis,
cinco meses después de su regreso, el 18 de noviembre de 1961, en lo que aparenta fue una
fiesta macabra, asesinó en la Hacienda María, los implicados directamente en la
muerte de su padre, se llevó el cadáver de este y abandonó el país.
El
cadáver de Trujillo tuvo sus vaivenes, hasta ser ubicado en un cementerio privado de Paris y luego en
el cementerio de El Pardo en España, cerca de Madrid, donde aún permanecen junto a los de Ramfis..
Al
frente de la maquinaria trujillista quedó Balaguer, no ya solamente presidente
nominal, sino ahora con capacidad de maniobrar y preservar a toda costa, el
poder que por fin le llegó. Los hermanos de Trujillo, J. Arismendy (Petan) y Hector
Bienvenido (Negro) se lo disputaban. En esa lucha, Balaguer fue ayudado por los
norteamericanos.
A
seguidas de marcharse Ramfis para Europa,
bajo la presión de porta-aviones estacionados
a corta distancia de la capital, Petan y Negro, quienes tenían una lista
de personas que serían eliminadas, se vieron forzados a abandonar por segunda
vez el país, ahora de forma definitiva. En diciembre de 1961, los dominicanos celebraron alborozados, la navidad con libertad.
Tres
organizaciones políticas surgieron en 1961; la Unión Cívica Nacional, integrada
por miembros de las clases media y alta del país, que dirigía Viriato Fiallo,
un médico que nunca se inscribió en el Partido Dominicano de Trujillo y permaneció
en el país; el Partido Revolucionario Dominicano, fundado en 1939 en La Habana,
que llegó al país el 4 de junio de 1961 y estaba dirigido por el brillante
intelectual Juan Bosch y el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, dirigido por
Manolo Tavárez, integrado por jóvenes que habían luchado contra la dictadura los
últimos dos años de ella y quienes habían sufrido prisiones y torturas, aplicadas
por la maquinaria represiva del tirano.
Las tres
organizaciones se oponían a la presidencia de Balaguer, así que a mediados de enero de 1962, tras un agitado periodo en que
hubo dos cambios de gobierno en tres días, el 19 de enero de 1962, se instaló
un Consejo de Estado, presidido por el Lic Rafael F. Bonnelly, cuya misión
principal era organizar elecciones libres para diciembre de ese año
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