Colaboración
para La Información AYER Y HOY
EL HOSPITAL AYBAR DEBE
SER DEMOLIDO Y RECONSTRUIDO
Julio
M. Rodriguez Grullón
La visita sorpresa que realizara en la capital al Hospital Dr. Luis
E. Aybar (antiguo Morgan), el pasado 6 de diciembre 2012, el Excelentísimo
Señor Presidente de la Republica, expuso de nuevo a la opinión pública dos
cosas:
1ro.-
El hospital está en condiciones deplorables
2do.- Existe
la disyuntiva entre una remodelación o su demolición y reconstrucción
Es
nuestra opinión, que el hospital debe ser demolido y reconstruido y así se lo
dejamos saber, al señor Presidente. ¿Porque
pensamos así?:
El Hospital fue
inaugurado en 1946, construido por Trujillo, en medio de la oleada democrática
que existió, en esta parte del mundo, terminada
la 2da guerra mundial (1939-45) con agitación de sindicatos obreros y
huelgas. Fue un hospital construido para obreros, junto con el Barrio María
Auxiliadora. Sus salas están diseñadas para albergar 14 y mas enfermos, que no
tienen ninguna privacidad hacia su persona, en momentos tan difíciles como una enfermedad. Esas salas atentan contra la
dignidad humana, lo que en esos tiempos no preocupaba a las autoridades.
El Hospital Aybar, no califica, ni va a calificar, por mas
remodelaciones que se le hagan, para los pacientes del sistema contributivo de
SENASA o las ARS privadas y es actualmente la cenicienta de la Ciudad
Sanitaria, que ironicamente lleva su nombre, pues los hospitales satélites que
se construyeron, supuestamente para su mejoría, lo que ha ocurrido es lo
contrario, le han restado pacientes y
drenado su recurso humano, por las
mejores condiciones, tanto para los pacientes como para los que allí laboran, que en ellos
prevalecen.
Cuando le manifesté al
señor Presidente la necesidad de la demolición y reconstrucción del hospital, el
me respondió, que el principal escollo para eso, era que se haría con los pacientes
que acuden al hospital mientras se ejecutan esos trabajos.
He intercambiado opiniones
sobre esto con otros médicos del hospital y señor Presidente, aquí le ofrecemos
la solución a ese escollo:
Se pueden iniciar los
trabajos demoliendo la llamada “casita de las monjas” y su anexo, donde no se
internan pacientes y que cubre un área considerable de terreno. Se construye allí una torre para los internamientos y otras dependencias
y mientras esa obra se ejecuta, el hospital continúa funcionando en su actual ubicación.
Una vez puesta en condiciones de operar la torre, entonces se traslada hacia allí la atención a
los pacientes y se habilita una emergencia
provisional en su planta baja, mientras se demuele el hospital actual y
se construye en esa área una emergencia moderna y un gran parqueo, en lo que
seria la parte frontal del hospital.
Señor Presidente, por
el regocijo que produjo, su visita puso de manifiesto el cariño hacia su persona
y la esperanza de mejoría que su figura y planes han despertado en la población. El mejor regalo que usted
puede hacerles como estadista, es dejarles
un hospital con una estructura
moderna, que les sirva para el presente y el futuro de sus necesidades de atención médica.
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